«Mi pecho no es bodega» Dicho popular En poco más de cien días Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha trazado las líneas de acción política que seguirá su gobierno, a la vez que ha explicitado las formas de su estilo de gobernar. Dos hechos cierran este periodo de arranque sexenal: el decreto por el que […]
Dicho popular
En poco más de cien días Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha trazado las líneas de acción política que seguirá su gobierno, a la vez que ha explicitado las formas de su estilo de gobernar. Dos hechos cierran este periodo de arranque sexenal: el decreto por el que declara la abolición del neoliberalismo y la iniciativa de ley de la nueva Reforma Educativa.2 Antes de tocar esos dos temas, abordemos sus decisiones políticas fundamentales, las que dan sentido a la totalidad de su actuación política y permiten la caracterización de sus acciones gubernamentales:
1.- Junto a sus allegados AMLO decidió mantener el abanico de Reformas jurídicas a la Constitución que dieron base legal al grueso de las reformas estructurales. Reformas que han sido denunciadas por el movimiento social y por un sector de los partidarios de AMLO, como los instrumentos que han viabilizado el despojo de los bienes comunes de la nación: naturales, públicos, comunales y culturales. No obstante, a contracorriente de tales posicionamientos, AMLO y sus partidarios han planteado su determinación de no cuestionarlas. Dichas reformas, entre otras cosas, otorgan a empresas mineras la explotación del 25% del territorio nacional, sin contar los permisos otorgados para la privatización y explotación de costas, océanos y espacio aéreo. Así, las leyes que facilitan el despojo de la biodiversidad, el agua, el aire, el espacio radio-eléctrico; el petróleo; la energía eléctrica y la tierra se mantienen sin mayor cuestionamiento. Y con ello, la apropiación particular de los bienes públicos y sociales del pueblo mexicano: pensiones, educación, servicios públicos, propiedades ejidales y comunales. Medidas que se combinan con la permanencia de sistemas fiscales lesivos para trabajadores, capas medias, cooperativas y empresas sociales. Entre esas reformas jurídicas antinacionales destacan las reformas a los artículos 3, 27, 28 y 123, entre muchos otros.
2.-Las políticas de regulación económica por parte del gobierno de AMLO expresan la continuidad de las ensayadas por los gobiernos neoliberales. El Banco de México y la Secretaria de Hacienda definen la política monetaria, el manejo de la deuda pública y los montos de inversión pública que mantuvieron estacado el crecimiento económico desde 1982 a la fecha. Las inversiones estatales proyectadas por Hacienda para el sexenio de AMLO representarán el 2.3% del Producto Interno Bruto (PIB); por debajo de lo invertido por los últimos gobiernos neoliberales y muy lejos del nivel de inversión productiva alcanzada entre 1935 y 1981 que llegó al 25% del PIB.3 En cuanto al crecimiento económico proyectado por Hacienda y el Banco de México, no se espera rebasar el 2.5 % anual; porcentaje muy similar al logrado durante todo el periodo neoliberal; muy distante del crecimiento del 6 o 7% registrado entre los sexenios de Cárdenas y López Portillo. Y muy alejado del 4% propuesto por AMLO. En ese esquema neoliberal el pago del servicio de la deuda interna y externa seguirá siendo prioritario, a pesar de fraudes evidentes como el FOBAPROA-IPAB y otros más detectados en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (PEMEX). En tanto, la banca privada seguirá controlando los resortes fundamentales de la red financiera y cobrando comisiones por sus servicios que son de las más altas del mundo.4 La iniciativa del rescate de PEMEX y la CFE que es loable como intención, no altera la inercia general del proyecto neoliberal y se desenvuelve en escenarios muy acotados por las trasnacionales. Particularmente en el caso del petróleo se enfrentan serios problemas de financiamiento y de competencia con empresas estadounidenses que se han convertido en las principales productoras de hidrocarburos y que difícilmente darán marcha atrás en sus intenciones de controlar la industria petrolera local. Todo lo cual hace muy incierto el futuro del sector petrolero en un ambiente de mercados saturados; puede repetirse la historia del sexenio de López Portillo donde aumentó la producción y los precios bajaron. Si bien es loable el combate al huachicol, al robo de combustibles; además de modernizar y construir refinerías, se requiere recuperar la petroquímica básica y secundaria que fue entregada a empresas privadas; por no hablar de la promesa de AMLO de restituir los artículos 27 y 28 de la Constitución y de la necesaria discusión sobre el tránsito hacia un nuevo modelo energético propios de estos tiempos de crisis socioambiental. En este terreno las señales son contradictorias; mientras AMLO jura que no se autorizara el fracking, funcionarios del sector energético afirman lo contrario y proceden a implementarlo. A AMLO parecen no importarle mayor cosa los señalamientos sobre sustentabilidad y la restitución de equilibrios socioambientales; en la práctica se tolera y se promueve el avance de actividades ecocidas.
3.- La política económica de apertura hacia el exterior, de anexión o «integración» subordinada a la economía estadounidense continuará. Así lo establece la ratificación del Tratado de Libre Comercio de América Latina (TLCAN) que resultó más lesivo que el original y que hoy fue rebautizado con el nombre de Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En esa línea opera el relanzamiento de una nueva versión del Plan Puebla Panamá y de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de América Central, que también se ha rebautizado como Acuerdo de Cooperación para el Desarrollo. Dichos tratados son parte central de la estrategia política, económica y militar que asume el gobierno de AMLO en el marco de sus compromisos con el imperialismo estadounidense frente a otras potencias como China y Rusia y ante escenarios de probable avance del socialismo bolivariano o alguna de sus variantes en la región. La zona económica especial proyectada con el canal transítsmico es para conectar a la región Este de Estados Unidos con Asia. Cabe recordar que a principios de siglo el Este estadounidense concentraba el 80% de su industria. El Tren Maya, los acuerdos de inversión con Estados Unidos y los muros de contención de la migración son parte de esos diseños económicos y político militares.
4.- En repetidas ocasiones AMLO ha ratificado su alianza con el grueso de la oligarquía local.5 Sus diferencias con un sector de la oligarquía, en particular con Alejandro Ramírez, Larrea, Tricio y Coppel, no alteran sus compromisos con el conjunto de la oligarquía y buena parte de la clase política y con sectores de la alta burocracia. El protagonismo de Alfonso Romo, Esteban Moctezuma Barragán, Riobóo, Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego y algunos directivos de Televisa, entre muchos otros que forman su equipo de asesores, se traducen en acuerdos de inversión y de políticas económicas que no pasan por el Congreso ni por los órganos de transparencia y rendición de cuentas. Las dos últimas perlas fueron la reunión de AMLO con el yerno de Trump en la casa de uno de los gerentes de Televisa, donde pactaron inversiones por 10 mil millones de dólares y el otorgamiento de contratos a 4 trasnacionales para la construcción de la Refinería de Dos Bocas, una de las cuáles está implicada en casos de corrupción con la empresa Odebretch.6 El incumplimiento de su promesa de no dar nada de dinero a las corporaciones mediáticas, debido a sus vínculos con la mafia del poder y sus complicidades con los fraudes y desaseos electorales, lo pinta de cuerpo entero. Ahora los pobres empresarios de la comunicación recibirán el 50% de sus viejas prebendas; cifradas en miles de millones de pesos. Además de la entrega o regalo de 110 mil millones de pesos a la iniciativa privada para que contraten jóvenes en calidad de aprendices, de trabajadores precarizados. Uno de sus aliados consentidos, Salinas Pliego, será uno de los encargados de administrar las asistencias que cobrarán los beneficiados de sus programas sociales. En ese contexto la separación entre estado y oligarquía es sólo una frase que no se compadece de la realidad.
5.- AMLO ha reconocido, aceptado y promovido el poder de facto del Ejército Mexicano y demás fuerzas armadas. La Guardia Nacional y las concesiones económicas y políticas que ha hecho su gobierno consolidan a la fuerza armada como un poder deliberante y definitorio en todo lo que concierne a la política de seguridad y el rumbo político de la nación. AMLO y el poder legislativo y judicial han exonerado al Ejército de las violaciones graves a los derechos humanos, de su responsabilidad en la administración y promoción de la violencia; han pasado por alto sus vínculos criminales con la delincuencia organizada y los organismos de seguridad estadounidense. Ha obviado su relación de complicidad y dependencia con el ejército de los Estados Unidos que ha contribuido decididamente a la conversión paulatina de México en un protectorado y a la instalación de régimen cívico-militar. Los ha premiado, fortaleciendo su estatus de empresarios que administran fondos públicos sin ninguna supervisión. Les ha entregado, entre otros proyectos de inversión, la construcción del aeropuerto de la Ciudad de México. Las frases de «nada por encima de la Ley» sólo son frases.
6.- Los 100 días de administración amloista pusieron en evidencia el carácter burgués y pro oligárquico de sus acciones de gobierno a pesar de las envolturas de clase media y de pobrerío que suele ostentar. Sus posturas frente a la clase obrera, los campesinos e indígenas, las y los profesores; sus posicionamientos ante las huelgas de Matamoros, de las y los educadores michoacanos; los pobladores de Huexca y ante las organizaciones sociales de izquierda, enemigas de toda la vida del priísmo-panismo y que sufrieron y sufren las agresiones de Antorcha Campesina, ponen en claro su carácter de clase. El manejo discrecional, faccioso y arbitrario de la «legalidad» frente a los derechos de las naciones originarias, de la clase trabajadora y las mujeres, exhibe su perfil conservador y reaccionario; su opción neoliberal y antipopular. Un ejemplo sumamente revelador es su connivencia con los grupos de poder en el Estado de Chiapas y su «compadrazgo» con los Coello y el sucesor del «Güero Velasco», Rutilio Escandón, que alimenta una nueva crisis política en la entidad de mayor movilización y conflictividad social del país. El caso de la suspensión de las obras del nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México no altera lo que afirmamos sobre sus definiciones en contra de los movimientos populares. Todo indica que el conflicto sobre el aeropuerto se le fue de las manos; sus prisas y sus encuestas, ilegales e improvisadas lo obligaron a aceptar un resultado que no podía evadir por la circunstancia política en la que se encontraba de arranque anticipado de su Gobierno.
7.- Larga es la lista de desvaríos conservadores, autoritarios y reaccionarios al tratar los derechos y la situación de las mujeres o las actividades de organizaciones civiles y sociales ajenas y críticas del viejo régimen. Múltiples sus arranques de conservadurismo a la hora de abrir nuevos espacios públicos a las iglesias que en lo fundamental se han caracterizado por ser promotoras de ideologías de odio e intolerancia. Sus «lapsus» a la hora de tratar los presupuestos universitarios, su política de «tan te digo una cosa como te digo la otra» a la hora de no poder justificar la cancelación de apoyos necesarios a la atención de mujeres víctimas de la violencia; además de sus evasivas a reconocer los derechos de las mujeres y de las personas sexodiversas a disponer de su cuerpo y de su derecho a decidir, son parte de sus fobias personales. Mientras proclama el fin de los «moches» y de la corrupción, mantiene los altos salarios de la casta militar y de no pocos de sus colaboradores y representantes populares; sin contar las exoneraciones a personajes ligados a escándalos de corrupción que le bridaron su apoyo como es el caso de Elba Esther Gordillo.7 Bajo cuerda respalda al Partido Encuentro Social (PES), fuerza conservadora de inspiración fundamentalista, para que no pierda su registro electoral, a pesar de la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que declaró su desaparición.8 Si bien es correcto que toda asociación social debe sostenerse con las cotizaciones de sus integrantes y con los recursos de sus emprendimientos económicos, eso no opera para los partidos del régimen que siguen recibiendo jugosas prebendas.
8.- Hay que reconocer, en cien días AMLO ha enrumbado con firmeza y prontitud la política nacional por un cauce neoliberal; ha renovado la legitimidad del viejo régimen y ha dado oxígeno a la crisis política de la burguesía a la par que le da un nuevo barniz de legitimidad al neoliberalismo y al proceso de recolonización de México. Su reingeniería financiera y organizativa del Estado a nombre del combate a la corrupción le ha servido para esconder las contradicciones de fondo que aquejan a la sociedad mexicana. Para él la fuente de todos los males es la corrupción, no es la dependencia neocolonial, la explotación capitalista, el colonialismo interno con su racismo y su vocación etnocida; no es el patriarcado. No es el estado contrainsurgente el que impuso el asesinato de 300 mil personas en 12 años, la desaparición de más de 40 mil, el desplazamiento de alrededor de 2 millones y sembró el miedo y el terror a nivel nacional. Todo es la corrupción; la crisis de seguridad se va a superar con las «becas» y el crecimiento económico y el aumento de salarios. A nombre de un proyecto asistencial que repite lo andado en la Ciudad de México; que en un escenario de cierta bonanza económica sólo contuvo el crecimiento de la pobreza; AMLO está creando su clientela personal. A diferencia del capitalismo del «bienestar» donde los derechos de ciudadanía se alcanzaban a través del trabajo; el neoliberalismo establece la ciudadanía a través del consumo, aún sea precario. Ese es el modelo de AMLO, no es otro como muchas personas ingenuas suponen; por lo mismo su proyecto nada tiene que ver con el poder popular y comunal, con la ciudadanía democrática y de la organización popular, el suyo es un sistema clientelar que depende de su persona, que no reconoce siquiera los derechos postulados por las viejas organizaciones corporativas, a las que pretende mantener sujetas a sus desplantes políticos y fobias y caprichos personales.
No cabe duda que montado en la ola de descontento y repudio al PRI, PAN, PRD y a la alta burocracia AMLO ha sabido jugar con los medios de comunicación. Aprovechando su «bono electoral» ha creado un espacio de realidad virtual donde su verdad es la única; él define quienes son merecedores de pertenecer al reino. Quienes se atreven a reclamar sus derechos son igualados a la ultraderecha y los conservadores; enemigos de una cuarta transformación que no es más que la reedición de viejos proyectos neoliberales y de promesas que no tienen piso de hacerse realidad porque implican la separación de la oligarquía y el Estado, algo que no está en el horizonte de AMLO. La persecución mediática desatada contra quienes difieren de las determinaciones de AMLO o exigen el pago de salarios y el respeto a derechos territoriales y sociales ha sido la norma que se ha ensañado contra las organizaciones civiles y sociales progresistas o de izquierda. Las diatribas de AMLO transpiran un tufo despótico, anticomunista y conservador difícil de ocultar y preparan y fomentan escenarios de intolerancia, violencia y represión; el asesinato de Samir Flores de Huexca es sólo un detalle. La represión simbólica, la construcción del miedo ha sido eficaz; buena parte de plumas y voces críticas, honorables y de izquierda muestran temor para expresar abiertamente sus opiniones ante el temor a las hordas que en internet o en algunos eventos acallan toda opinión disidente. Todas y todos sabemos que la violencia simbólica es un aspecto de un sistema represivo global que opera por medio del linchamiento mediático de los opositores, el cual se administra desde las elites de los sistemas de seguridad que preside Alfonso Durazo. La fuerza de AMLO radica en las expectativas electorales que levantó, el menos malo para muchos o el único antineoliberal para otros; pero también reside en el respaldo de buena parte de actores políticos y empresariales ligados al modelo neoliberal. Su MORENA es una coalición dirigida por una nueva clase política y burocrática en ciernes, algunos de cuyos personeros se integrarán paulatinamente a la alta burguesía. Los nuevos ambiciosos y los segmentos de la vieja clase política reciclada que dirigen MORENA y el aparato estatal suman de más del 90% de sus cuadros de dirección.
9.- La política internacional es la de los pactos con el imperialismo estadounidense; la excepción que pareciera confirmar la regla es su propuesta de no intervención en el caso de Venezuela y Nicaragua en particular. Lo que sin duda le ayuda enormemente a la Revolución Bolivariana y en muchos sentidos a otros procesos similares. Aquí AMLO repite la tradición de buena parte de los viejos gobiernos mexicanos. Esa política tiene dos nutrientes; uno es el antimperialismo cultural derivado de la larga cadena de invasiones extranjeras que ha padecido México; el régimen no puede revalidarse, ni la clase política relegitimarse sin tomar la bandera de la nación; en ese sentido AMLO es consciente de que la crisis política de la burguesía, su crisis de representación, no se puede sortear sin asumirse como el portavoz de la nación. La otra vertiente que explica la política de AMLO sobre Venezuela son los intereses del Estado mexicano y los de la propia burguesía, particularmente oligárquica. Las elites dominantes en México nunca han perdido la tentación de aprovecharse de los recursos de Centroamérica y el Caribe. El relanzamiento de la «marcha al sur» en asociación con Estados Unidos y otras empresas europeas tiene relación directa con su renovado Plan Puebla Panamá. Aunque finja demencia, AMLO sabe que estamos a la puerta de una gran crisis económica; cuyo epicentro serán los Estados Unidos y que afectará a México. Sabe que el horno no está para bollos; que a diferencia de Fox, su bono electoral no viene acompañado de un bono petrolero como el dilapidado por los dos presidentes panistas. Está claro que una guerra en Venezuela será continental y que eso puede frustrar muchos de sus planes: millones de desplazados migrando a través de México; agitación y enfrentamientos que ahuyentarán las inversiones; incluidos probables focos de radicalización antimperialista.
10.- Los arrebatos autoritarios; sus alianzas con la oligarquía y con sectores y personajes propiamente ultraderechistas, como su principal asesor Alfonso Romo, entre otros muchos que lo acompañan; empujan a que la desilusión y el desgaste de su figura alimente opciones posfascistas o neofascistas.9 En realidad el gobierno de AMLO expresa más que una alianza nacional popular de tipo progresista, la configuración de un bloque neoconservador que está sepultando las expectativas de cambio progresista que generó el amloismo. Si nos atenemos a la encuestas de las últimas semanas el nivel de aceptación de AMLO ronda el 67.1%; apenas por debajo de lo alcanzado por Fox, el 72%.10 A diferencia de lo que muchos suponen el proceso de desgaste de AMLO ya inició; sus confrontaciones con los sectores que tradicionalmente han enfrentado al neoliberalismo incluyen ya a cientos de miles; particularmente a colectivos que defienden el territorio; a grupos de mujeres, a organismos civiles, a trabajadores huelguistas; al EZLN y a la CNTE; sin incluir a buena parte de organizaciones clientelares con las que pactó compromisos y que se sienten excluidos. Su conservadurismo y autoritarismo, sí su desgaste se hace más pronunciado, alimentará a las opciones de ultraderecha; más si siguen deteriorándose la situación económica y de inseguridad como ha venido ocurriendo a lo largo de estos cien días.11 El índice inflacionario oficial oculta las tazas de inflación registradas en los productos de consumo básico, que se dispararon con los gasolinazos que no cesan. La violencia y la inseguridad han invadido los antes espacios de tranquilidad, la Ciudad de México y su periferia, por no hablar de la Paz en Baja California Sur, que se debaten en una crisis de inseguridad.
Los movimientos sociales y civiles deben trazar una agenda propia; aprovechar esta nueva etapa de revolución democrática nacional que arrancó en 1988 para plantear la refundación de la nación restituyendo de inicio el marco social amparado en la Constitución de 1917, como el punto de arranque de una Nueva Constituyente Ciudadana y Popular. Estamos obligados a radicalizar la lucha antioligarquica y antimperialista a la par que apoyamos y multiplicamos los procesos de gobierno comunitario y popular. La crisis política y social difícilmente podrá ser superada con las políticas neoliberales de AMLO. La unidad de todos los referentes a nivel estatal y nacional en torno a una plataforma política básica es un paso necesario e imprescindible. No ayudan en este caso las posturas ingenuas o de mala fe que quieren salvarle la cara a AMLO, presentándolo como un sujeto al que traicionan sus colaboradores.
Los cien días de AMLO son tremendamente positivos para el avance del proyecto neoliberal y el desmantelamiento de las resistencias democrático nacionales y, aunque parezca contradictorio, son propicias a la implantación de opciones fascistoides si sigue por el camino que ya tomó en estos cien días y que confirman la tendencia dominante de lo que ha sido él a lo largo de su vida política. Lo del decreto que pone fin al neoliberalismo se debe tomar como una simple declaración para consumo de sus seguidores y para generar ilusiones que no se corresponden con la realidad. Muy a tono con su personalidad caprichosa y autoritaria, que supone que la realidad sólo es producto de sus arrebatos verbales y mediáticos.
La Reforma Educativa amloista está fincada en la «educación de calidad», por más vueltas que le den sus partidarios o quienes postrados ante el poder de AMLO pretenden lavarle la cara, «no vaya a ser que el resultado final del trabajo de las cámaras sea peor». La «calidad» es la esencia de la educación empresarial y neoliberal que defiende AMLO, propuesta educativa que por cierto puso en marcha Ernesto Zedillo en 1992 en su papel de representante de la Secretaria de Educación Pública (SEP), el antiguo jefe del actual titular actual de la misma, Esteban Moctezuma, que también es un viejo aliado de Elba Esther Gordillo y de la cúpula empresarial agrupada en «Mexicanos Primero». En fin, los cien días de AMLO son el preámbulo de un neoliberalismo renovado, de uno que a pesar del acta de defunción firmada por él sigue gozando de cabal salud.
Notas:
El presente material empezó a circular el 21 de marzo, a esta versión se le agregan tres citas que refuerzan la información sobre el apoyo de AMLO al PES; además de una corrección d una errata; se corrigió el nombre de Samir Flores que aparecía como Emir. Fuera de eso el texto es el mismo.
2 https://www.jornada.com.mx/ultimas/2019/03/18/lopez-obrador-decreta-el-fin-de-la-epoca-neoliberal-4768.html
3 Incongruencia del congruente programa económico – El Universal.https://www.eluniversal.com.mx/…/luis-de-la-calle…/incongruencia-del-congruente-pr.
4 No se regularán comisiones en bancos: AMLO. https://www.unotv.com/noticias/portal/nacional/detalle/convencion-bancaria-participa-prime-vez-amlo-053522/
5 AMLO «entusiasma» a los líderes empresariales de México – Expansión http://expansion.mx/empresas/…/amlo-y-los-representantes-empresariales-comienzan-.
6 AMLO se reunió con Kushner en casa de directivo de Televisa
http://www.facebook.com/183919588401049/posts/2292135180912802/
7 http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2019/03/19/nadie-gana-mas-que-lopez-obrador-pues-hay-mas-de-seis-que-si/
8 AMLO «dijo que no puede ir en contra de la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que retiró el registro al Partido Encuentro Social (PES), pero consideró que éste puede volver a hacer los trámites para recuperarlo o buscar reconocimiento como agrupación política.» http://www.jornada.com.mx/2019/03/23/politica/005n1pol#
9 http://elfinanciero.com.mx/culturas/posfascismo
10 -l 67.1% aprueba el gobierno de AMLO, según encuesta
http://adnpolitico.com/presidencia/2019/02/28/67-1-aprueba-amlo-de-cara-a-sus-100-dias-de-gobierno
El Economista Incrementa aprobación de AMLO en el primer trimestre
AMLO tiene un nivel de aprobación mayor al de los últimos tres presidentes
11 https://www.24-horas.mx/2019/02/21/enero-de-2019-el-mes-mas-violento-en-mexico/
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.