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Cincuenta años del cuartel Madera

Fuentes: Rebelión

La madrugada del 23 de septiembre de 1965, el llamado Grupo Popular Guerrillero (GPG) llevó a cabo la primera acción guerrillera de envergadura en la época contemporánea, es decir, después de concluida la guerra de Revolución, particularmente los intentos de Rubén Jaramillo en Morelos, y otros más. Se trata del ataque al Cuartel Madera, ocurrido […]

La madrugada del 23 de septiembre de 1965, el llamado Grupo Popular Guerrillero (GPG) llevó a cabo la primera acción guerrillera de envergadura en la época contemporánea, es decir, después de concluida la guerra de Revolución, particularmente los intentos de Rubén Jaramillo en Morelos, y otros más. Se trata del ataque al Cuartel Madera, ocurrido hace 50 años en la ciudad del mismo nombre en el occidente de Chihuahua.

Este grupo era encabezado por los maestros rurales Arturo Gámiz García y el también médico Pablo Gómez Ramírez, mismo que fue conformado por estudiantes normalistas y campesinos de la zona. La acción del 23 de septiembre de 1965 fue derrotada por el Ejército mexicano, que no tuvo mayor problema en acabar con la célula guerrillera que los atacó. Sin embargo, su valor y su causa fue retomada a lo largo del resto del siglo XX por los grupos guerrilleros que ya existían o que surgieron a lo largo de las siguientes décadas.

De hecho, en 1970, dos de los sobrevivientes del GPG, Óscar González Eguiarte y Salvador Gaytán, junto con remanentes de otros grupos y movimientos sociales y políticos clandestinos, conformaron primero el Movimiento 23 de Septiembre, luego, en una convención realizada a principios de los 70, fue conformada la Liga Comunista 23 de Septiembre.

Muchos han sido los intentos guerrilleros de articulación de las causas y las formas de acción, para tratar por la lucha armada, algunos de largo aliento, otros más a partir de acciones quirúrgicas o desesperadas, han intentado provocar una revuelta que lleve a la transformación del país. Desde el Grupo Popular Guerrillero, pasando por los esfuerzos de Lucio Cabañas y su Brigada de Ajusticiamiento y Partido de los Pobres; Genaro Vázquez Rojas y su Asociación Cívica Nacional Revolucionaria; la Liga Comunista 23 de Septiembre, las Fuerzas de Liberación Nacional, hasta el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Es probable que un día, la lucha armada sea la única opción para los sectores más desesperados y empobrecidos de este planeta, aunque la historia nos dice que la vía armada fracasa si no va acompañada de una base social o de una causa que provoque consenso. De otra forma, los esfuerzos sólo han terminado en masacres y en muchos casos han justificado el exterminio de comunidades y pueblos.

Hay una violencia estructural que desde el poder, empobrece a amplios sectores de la población y le cierra todas las puertas a las oportunidades. En respuesta, la población ofrece resistencia y en muchas ocasiones, organización pacífica o armada. Después de los movimientos guerrilleros importantes de los últimos años, particularmente del EZLN, han surgido grupos armados organizados que funcionan como policía comunitaria o grupos de autodefensa frente a la indefensión y vulnerabilidad en la que se encuentran las poblaciones ante la agresión constante y sistemática de la delincuencia organizada o las propias fuerzas del Estado.

Sin duda, ante la violencia estructural, toda forma de organización es una respuesta de resistencia. Sólo el proceso de diálogo, interacción, conciencia, organización y acción, podrá generar transformaciones en el país. Sólo la organización transformadora de la sociedad, de la gente, del pueblo, podrán cambiar el estado de cosas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.