Hay hechos que dividen el tiempo en un antes y un después. En Euskal Herria conocímos y venimos padeciendo desde ya hace décadas la tortura organizada, con la implicación y colaboración de policías, guardiasciviles, forenses, jueces, medios de comunicación, funcionarios y gobiernos. Conforman una trama negra y de sangre. Psoe hilzaile, PNV lagunzaile fue lema […]
Hay hechos que dividen el tiempo en un antes y un después.
En Euskal Herria conocímos y venimos padeciendo desde ya hace décadas la tortura organizada, con la implicación y colaboración de policías, guardiasciviles, forenses, jueces, medios de comunicación, funcionarios y gobiernos. Conforman una trama negra y de sangre. Psoe hilzaile, PNV lagunzaile fue lema coreado en calles y plazas: una triste realidad hecha lema popular. ¿Quién no recuerda aquellas terribles fotogtafías de Mikel Arregi, detenido, matado a palos y tortura en comisaría, y entregado a sus familiares en caja de cinc sellada y vigilada por la policía, tratando de esconder un crimen de estado y trama negra? Para mí aquello marcó un antes y un después en este tema.
Hoy, a pesar de los años, la seguimos padeciendo, si bien en menor cantidad y no con tanto descaro. Hoy se tientan algo más la ropa, la denuncia ha jugado su papel.
Vaticinan que también un antes y un después pueden marcar esos 2,6 terabytes, esos 11,5 millones de documentos, esas 214 000 empresas-buzón; sin duda el mayor número de datos filtrados hasta ahora en manos de 400 periodistas de 80 países muestra en nuestra sociedad otra triste realidad: que jefes de estado, dictadores, empresarios loados y premiados, estrellas, deportistas coreados y gente a la que se inciensa, aplaude y admira… esconden sus dineros y sus bienes en paraísos fiscales a lo largo y ancho del mundo, cargando el peso de la vida pública sobre las espaldas de, a su juicio, los don-nadie e idiotas; su patrimonio y su hacienda se convierten en robo y sus principios y soflamas en vergüenza humana.
Según se dice, la fuente de la filtración de los llamados Panama Papers es una sola persona, «que manifestó preocupación por lo visto en los documentos de personas citadas muy poderosas». Entregó la documentación al periódico alemán Süddeutsche Zeitung de Munich, según informó Gerard Ryle, director del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación a Christiane Amanpour de CNN.
Marcos García Rey, miembro del ICIJ, ha asegurado en una entrevista que los documentos no se consiguieron a través de un ataque informático. «Nuestra deontología nos impediría hacer ningún crackeo de un bufete de abogados, de ninguna empresa ni de ningún gobierno. La información llegó hace un año a través de una filtración al Süddeutsche Zeitung«.
El bufete Mossack-Fonseca, en carta enviada a sus clientes, sostiene que la filtración se debió a «una intromisión no autorizada» en su servidor de correo electrónico, escribe Carlos Sousa-Lennox, director de Mercadeo y Ventas de la empresa panameña. «No conocemos aún la identidad o la motivación de las personas que han cometido este acto«. Los documentos muestran que en la mayoría de los casos los bancos, estudios de abogados y otros actores del negocio offshore no cumplieron con los criterios mínimos para asegurarse de que sus clientes no estaban implicados en empresas criminales, en evasión de impuestos o en corrupción política.
Respeto a la filtración y su elaboración surgen graves dudas en diversos analistas. Ya el 7 de abril de 2016 Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA) se preguntaba: «¿Qué trama política hay detrás de los 12 millones de documentos de la firma forense panameña Mossack Fonseca que el periódico alemán Süddeutshe Zeitung dice poseer? ¿Qué importancia tienen las 120 mil empresas de papel creadas por Mossak Fonseca en 40 años al lado de más de 10 millones que existen en EEUU y Europa?
Y aclaraba en primer lugar, «que los documentos electrónicos de la firma panameña no fueron filtrados (leaked). Fueron ‘hackeados‘. En otras palabras, el sistema fue penetrado y la información fue robada por agentes profesionales cuya identidad, por el momento, se desconoce. Según la Gazeta del Sur de Alemania, «la información provino de una fuente anónima». Pero el diario agrega que «se supone que algunas computadoras del despacho Mossack Fonseca fueron intervenidas por hackers a fin de obtener correos electrónicos, certificados, estados de cuenta y otros muchos documentos«.
Y que «la entidad que se hace responsable del ‘hackeo’, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), con sede en Washington, DC, EEUU, es financiada por los Think Tanks más reconocidos del establishment conservador de EEUU y Europa. El periódico alemán, Süddeutshe Zeitung, asumió el liderazgo en el reportaje sobre la firma panameña que maneja Ramón Fonseca Mora».
Y que «curiosamente, entre los millones de documentos que le fueron hackeados a Fonseca, muy pocos se refieren a los negocios que la firma realiza con sus contrapartes en EEUU, Gran Bretaña o Europa occidental. Son en estos países donde se realizan las transacciones más grandes. Las revelaciones se detienen con detalle en Rusia, Islandia, México, Brasil, Argentina y España. Países importantes, pero con economías enanas comparadas con EEUU y Europa occidental».
El hecho es que tras quince meses de trabajo, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) ha puesto en jaque la oscura industria de los paraísos fiscales. Más de 100 medios de 78 países participaron en la indagación. Hasta 378 periodistas de todo el mundo han colaborado para estudiar hasta en detalle la información del bufete panameño Mossack-Fonseca, que ha dado lugar a lo que se conoce como ‘los papeles de Panamá ‘. La mayor cooperación internacional de periodistas, que ha incluido a medios de comunicación como la BBC, Le Monde, The Guardian, Univisión, ABC (EE.UU.), La Nación, Miami Herald, Expresso, Le Soir o La Sexta. El objetivo: desentrañar cómo funcionan los paraísos fiscales y cómo se mueven de forma opaca grandes cantidades de dinero en el mundo. Los documentos filtrados encierran información de 214.488 corporaciones offshore donde se demuestra cómo el estudio Mossack & Fonseca facilitó el lavado de dinero y la evasión impositiva. En los documentos, que cubren un período de casi 40 años (desde 1977 hasta fines de 2015), hay referencias a coimas, corrupción y conspiraciones criminales.
El estudio de abogados panameño de cuarenta años, y cuyos registros fueron filtrados, tiene unos 600 empleados en 42 países. Está especializado en servicios financieros offshore, como el de crear empresas fantasma. Entre otros paraísos fiscales trabaja en Suiza, Chipre y las Islas Vírgenes Británicas, y ha actuado representando a más de 300 000 empresas.
Inglaterra, Tailandia, China, España, Francia, Alemania… han alzado la voz. ¿Para…? «Repensar la posición«. Martín Schulz, Presidente del Parlamento Europeo aboga por un mayor esfuerzo en la lucha contra la evasión fiscal en la Comunidad Europea, porque en las últimas décadas se ha montado, bendecido por los parlamentos, una «liberalización desmedida«, un sistema de fraude fiscal y lavado de dinero. Un verdadero robo organizado en detrimento del bien común y de la sociedad.
Las tropelías de gobiernos y organismos financieros se venían ya denunciando desde tiempos atrás por héroes humanos, tratados como delincuentes y chivatos por los poderosos y perseguidos por los gobiernos, sus fiscalías y jueces. También en este caso no debemos a organismos gubernamentales la denuncia sino a un Whistleblower, a un flautista (¿un verso suelto?), a una o varias personas que han denunciado la existencia de prácticas ilegales, corruptas desde dentro, que han sabido husmear e indagar en los archivos secretos y opacos de la empresa y denunciar las prácticas en Mossack & Fonseca. Se venía denunciando graves tropelías y vulneración de derechos humanos por parte de algunos gobiernos: JULIAN Assange a través de WikiLeaks y EDWARD Snowden denunciaban con pelos y señales espionajes de la Agencia Nacional de Seguridad y el gobierno de USA contraviniendo y violando principios humanos elementales, HERVÉ Falciani presentó ante las haciendas estatales a 130 000 evasores fiscales a través del banco HSBC.
Assange, con respecto a estos papeles, esta misma semana ha criticado las cortapisas que se autoimponen algunos medios: «El Süddeutsche Zeitung», que fue el que desarrolló Panamaleaks y recibió en primer lugar los millones de documentos, decía, «no ha querido publicar ni un solo papel de Panamá íntegro por el miedo al litigio que ello conlleva». El pasado martes 5 de abril Wikileaks acusó directamente en un tweet al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) de estar financiado por la USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Exterior) y por el filántropo George Soros para atacar a la Rusia de Vladímir Putin y eximir a los evasores de EEUU. En realidad Assange no apunta al ICIJ sino al OCCRP, otro consorcio asociado al primero y efectivamente financiado por Soros y por la USAID.
La elaboración de este arduo trabajo, no acabado, nos da la posibilidad, con todas las reservas ya apuntadas, de saber algo más del tipo de personas que habitan las altas cumbres de nuestro planeta y nos dan a conocer un poco más la vida de los miembros de esas organizaciones mafiosas, que pululan por nuestras calles. Y nosotros debemos sacar consecuencias para nuestra vida y nuestra sociedad: arrojarlos a la papelera se la vida y ubicarlos en las letrinas de la sociedad, se llamen Mesi, Vargas Llosa, escriban novelas, porten cartera de Ministro o sean directores de banco. Un defraudador no es una buena persona. Sabíamos que había paraísos fiscales opacos y que eran antros para las riquezas parasitarias del mundo, pero hoy queda patente ese concepto elitista y profundamente asocial que anima a esos prohombres: políticos, gobiernos, empresarios, deportistas, artistas, escritores…, criminales sociales. A su entender son «los don-nadie e imbéciles» quienes deben pagar impuestos.
La sociedad Mossack & Fonseca ha ayudado mediante ingeniería financiera y jurídica a esconder una gran parte de la riqueza de este mundo de billones en oasis fiscales. Diversas investigaciones vienen demostrando que estas empresas en su gran mayoría, quizá en todos los casos, se crean con fines sucios y opacos. Es hora y deber el prohibirlas para bienestar y dignidad del género humano.
Fonseca señala que entre sus socios más importantes se encuentran bancos y abogados en Miami (Florida) y el estado de Nevada en EEUU. Este último, junto con Delaware, son las ‘lavadoras’ más grandes del mundo. Compiten con sus contrapartes en el Canal de la Mancha (Gran Bretaña). Estas lavadoras, sin embargo, no son consideradas ‘off-shore’ (extranjeras) y pueden operar debido a la protección que reciben de sus respectivos gobiernos (Washington y
Y debemos aprender a sacar al zorro del gallinero. Como decía Peter Jedanowski, St. Ingbert, en carta a Der Spiegel, hoy los europeos tenemos a Jean-Claude Junker como Presidente de la Comisión Europea, antiguo Primer Ministro de Luxemburgo -asimismo paraíso fiscal- y colaborador y experto en el rebaje de la carga impositiva a multinacionales mediante montajes y estructuras fiscales muy sospechosas . El zorro en el corral.
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