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Los papeles no son de Panamá

Fuentes: Rebelión

Son de las empresas imperialistas y de sus lacayos nacionales

El imperialismo yanqui ha hecho de Panamá su colonia, con la entrega de la burguesía en 1903. No sólo se tomaron el área alrededor del canal, sino que dispuso intervenir en el istmo para «mantener el (su) orden», y a nivel económico nos invadieron también con sus empresas.

En 1927 aprueba una ley de sociedad anónima, a menos de dos años de la ocupación militar de la ciudad de Panamá en octubre de 1925, invasión solicitada por el gobierno de Rodolfo Chiari. Es evidente que dicha ley tiene que ver con los negocios que sus empresas venían haciendo en el país.

La susodicha ley permite hacer negocios sin poner tu nombre, de ahí lo de «sociedad anónima». Las acciones son al portador, no nominal (con nombres), lo que permite que se pasen de manos en mano sin saber quién las posee. Las empresas extranjeras y las «nacionales» la mayoría con capital extranjero (norteamericano) han usado esta ley.

La aplicación de la misma tuvo una primera «modernización» en 1948 cuando se creó la Zona Libre de Colón. Su propósito central es pasar a través del istmo los productos o mercancías de su país de origen a otros sin pagar impuesto al estado de Panamá. Con ello se iniciaron las llamadas triangulaciones. En un país el producto sale con un precio (más bajo o más alto), llega a la Zona Libre y luego va a otro u otros países con otro precio (más bajo o más alto), dependiendo de la operación. Aparecieron así las llamadas «empresas brujas» y Panamá un «paraíso fiscal».

Otra modernización fue en la época de Torrijos impulsada por los economistas del patio que todos conocemos al servicio del capital internacional. Se crea el Centro Bancario o financiero internacional. Las actividades se impulsan a escala planetaria. Las triangulaciones ya no son sólo con mercancías, sino con la principal actividad del capitalismo en su época imperialista: el capital financiero.

Sobre ello el economista jesuita Xavier Gorostiaga dirá en 1974 lo siguiente: «La Zona del canal de Panamá ha condicionado el sistema monetario panameño, el tránsito de bienes por el canal y la Zona Libre de Colón, el tránsito financiero por Panamá a través del centro financiero internacional, y el tránsito de servicios multinacionales a través de las ‘compañías brujas’ que han convertido a Panamá en un centro de actividades de empresas transnacionales para toda América Latina, siendo esta la forma más moderna, técnica, y global de dominación imperialista en nuestros días.» Inversión Extranjera de Centroamérica, 1974.

Y un sociólogo brasileño, Herbert Souza que estuvo exilado en 1974 también escribió:

«Por el canal, desde Panamá, no pasan solamente «mercancías»; transita también un poderoso flujo monetario y de inversiones de capital. Este flujo «pasa» por Panamá; ahí tiene solamente la infraestructura y las regalías adecuadas para actuar libremente en varias partes del mundo y de modo particular en América Latina. Panamá sirve de base para estas operaciones, es el «puente» de las grandes compañías multinacionales en sus negocios. No tienen trabas jurídicas, ni los obstáculos de la moneda, dado que la moneda de Panamá es el dólar (el balboa a la par con el dólar, es prácticamente una moneda local) no existe papel moneda balboa. Los grandes bancos y agencias financieras tienen sus filiales en Panamá, pero actúan libremente con su capital en función de las operaciones comerciales y transacciones dentro, y principalmente, fuera de Panamá. Las «compañías brujas» complementan el cuadro del enclave financiero. Con una inversión insignificante actúan tomando a Panamá como un centro estratégico de una operación triangular a través de la cual compañías multinacionales realizan todo tipo de operaciones financieras, fiscales y comerciales (evasión de impuesto, super y subfacturación, etc.).»

Ahora en la modernización le llaman «offshore» al negocio. El bufete de Mossak-Fonseca dicen que es el segundo en el país administrando miles de compañías, ¿y cuál es el primero? ¿Y el tercero y el cuarto y el quinto?

Esta es una actividad imperialista en Panamá. Son parte de las tareas asignadas al país y que la burguesía cipaya acepta recoger las migajas, por medio de los bufetes o de los ingresos del «papeleo» para legalizar las empresas, por ello en Panamá hay tantas sociedades anónimas, incluyendo el abanderamiento de naves. Son negocios legales que todos saben a dónde terminan.

Vladimir Lenin, en Imperialismo fase superior del capitalismo, ya lo definía:

«El monopolio es la última palabra de la ‘fase contemporánea de desarrollo del capitalismo’. Pero nuestro concepto de la fuerza efectiva y de la significación de los monopolios actuales sería en extremo insuficiente, incompleto, reducido, si no tomáramos en consideración el papel de los bancos.

Y más adelante concluye: «a medida que van aumentando las operaciones bancarias y que se concentran en un número reducido de establecimientos, los bancos se convierten, de modestos intermediarios que eran antes en monopolistas omnipotentes que disponen de casi todo el capital monetario de todos los capitalistas y pequeños patronos,… Esta transformación de los numerosos y modestos intermediarios en un puñado de monopolios constituye uno de los procesos fundamentales de la transformación del capitalismo en imperialismo capitalista,…»

Y Trotski en 1924 anunciaba: «A través del Canal de Panamá, la industria estadounidense se ha abierto una vía acuática que va del este al oeste, acortando las distancias varios miles de kilómetros. Estas fechas -1898, 1900, 1914 y 1920 son el camino real del bandolerismo mundial, es decir, en el camino del imperialismo».

¿Por qué se hace este escándalo hoy?

El imperialismo está en crisis y quiere todos los negocios. Sus empresas cada vez le interesa menos lo que pase en los EEUU, su afán es la ganancia y punto, no importa en qué país se hagan. ¿Cómo se aumenta la plusvalía?, poco importa, lo importante es ganar más y más. Y en época de crisis la especulación se vuelve la regla. Especulación ligada a la corrupción. Los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio en 1995 agrandó este tipo de negocios offshore, ya que las grandes empresas impusieron a través de este convenio la apertura comercial, se ganan las licitaciones, y llegan a cada país con las coimas por delante y las famosas adendas a los contratos. Esos dineros deben esconderse en algún lado, igual que el de la droga u otros ilícitos.

Desde hace varios años el «paraíso fiscal» de Miami, Delaware o en influencia de los países imperialistas europeos (OCDE) como Andorra, Mónaco, Suiza o las islas bajo su influencia en el Caribe, quieren quitar «negocios» al de Panamá. Los gobiernos de Martinelli y el de Varela le han cedido. En 2011 firmaron con EEUU un Tratado Fiscal (lo firmó Varela como ministro) para que Panamá le cobrara sus impuestos, a pesar de ceder e insólitamente tener una retroactividad de tres años, junto a Europa siguieron presionando poniendo a Panamá en lista gris, el gobierno Varela hizo varias leyes al respecto, cediendo y siguen las presiones. El escándalo que en vez de «papeles del imperialismo», porque son sus empresas, le pusieron de «Panamá», cuando aquí se cumple con el papel asignado por ellos mismos, es parte de esas presiones. Pero no aceptamos que los acusados de hoy se escuden sobre el «ataque a Panamá» para decir que no tienen nada que ver. Ellos son parte de la triangulación y saben lo que hacían.

Los socialistas junto a sectores nacionalistas y antiimperialistas desde la década de 1930 en adelante hemos denunciado el papel de Panamá como plataforma de servicios, que margina al sector agropecuario e industrial para cumplir con los mandatos imperialistas. Por ello las y los socialistas agrupados en Propuesta Socialista, insistimos que la lucha por la liberación nacional es una tarea importante que impulsamos y llamamos a impulsar contra la intervención imperialista que tiene el país a su servicio, en detrimento de nuestra salud, educación y bienestar en general.

* Virgilio Aràuz es de Propuesta Socialista – Sección panameña de la UIT-CI

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.