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Apuntes sobre el gasolinazo en México

Fuentes: Rebelión

Ante los acontecimientos en estos primeros días de 2017 se puede concluir(momentáneamente) que: 1.- La oleada de movilizaciones, plantones, mítines, bloqueos, enfrentamientos, efectivamente van en el mismo carro de los saqueos y otras acciones desatadas por la ira y respuesta popular. 2.- Si bien los saqueos, en buena medida realizados por grupos que fueron preparados, […]

Ante los acontecimientos en estos primeros días de 2017 se puede concluir(momentáneamente) que:

1.- La oleada de movilizaciones, plantones, mítines, bloqueos, enfrentamientos, efectivamente van en el mismo carro de los saqueos y otras acciones desatadas por la ira y respuesta popular.

2.- Si bien los saqueos, en buena medida realizados por grupos que fueron preparados, pagados y azuzados por el estado, no solo por el PRI, cumplieron en buena medida dividir la acción de la protesta o limitar al menos su crecimiento en número y en territorio, llegaron a ser limitados y a la vez peligrosamente contagiosos para posibles saqueos organizados por el pueblo mismo para el futuro. Además de convertirse ya en un cartucho quemado que la misma masa tendrá por enseñanza de la vileza que tiene el estado para reprimir y tratar de controlar la situación.

3.- Quedó demostrado que los saqueos no fueron solo dirigidos con el fin de justificar la represión y la salida aún más abierta de las policías par reprimir abiertamente a las movilizaciones de todo tipo. Uno de sus objetivos fue neutralizar la acción de las capas medias en su apoyo a los levantamientos apelando a su moral apegada a la propiedad privada y a la carga católica de culpa hacia el «robo» y la «no violencia».. Cuestión que en las masas populares también causó confusión entre los que se prestaron a seguir los saqueos y una población también sumida en una cultura -campesina aún y con apenas poco más de medio siglo de alojarse en nuestras grandes ciudades- que también fue maniatada moralmente por el apego y defensa de la propiedad privada, aunque fuera esta misma la que les extorsiona con el agio, el acaparamiento y el alza unilateral de los bienes de consumo, es decir, una falta de claridad de quienes componen el campo enemigo. Podríamos decir que en buena medida por el clamor de los grupos políticos formados en las capas medias de culpar a EPN y a solo parte de las instituciones vigentes, en vez de a todo el sistema capitalista y sus clases beneficiadas.

4.- Las medidas tomadas para ejecutar los aumentos, a pesar de venir del consenso de las clases dirigentes y del apoyo mediático y de sectores favorecidos que apoyaron las reformas gestoras, no fueron apoyadas en su ejecución por amplios sectores del poder, manifestándose fisuras en los poderes fácticos y en las fuerzas políticas que ostentan el poder, esto no ha permitido al estado actuar con más dureza de la que ha implementado y pone en fuerte riesgo la continuidad del PRI en el gobierno. Los deslindes y los cuestionamientos están a la orden del día sin dejar de entender que sean solamente oportunismos para acomodarse hacia el 2018 o para atenuar las protestas.

5.- Por otro lado las dirigencias políticas del movimiento «independiente» quedaron en la mitad del sándwich. Imposibilitados por la dinámica seguidista y contestataria legal a las políticas del estado, además de estar montadas sobre el tren que conduce a casi todas las fuerzas al 2018. Esperaron que las cosas se bajaran de color imprimiendo pequeños y ridículos pronunciamientos en sus agendas. Viciados en la inmovilidad que deja el acomodarse ante las fisuras de los grupos de arriba optaron, seguramente, por la apuesta electoral que según ellos se fortalece con estos primeros días del 2017: AMLO. Más convencidos de ello y menos osados y capacitados para poder incursionar entre los levantados para poder influir en su dirección en estos días de lucha popular. Argumentando, señalando y despreciando el accionar de las masas en su manera espontánea y sin una organización central y dirección clara(responsabilidad abandonada por las organizaciones políticas y populares).

6.- Estamos ante un escenario donde no sabemos si se limitarán las manifestaciones a rangos muy locales, si se irá el fulgor de la ira provocada dejando nuevamente todo quieto o si se acrecentarán, falta ver qué sucede con los anuncios ya hechos de las alzas que faltan en febrero a las gasolinas. Sin dejar de mencionar las demás alzas correspondientes debido a esto y a la pérdida del peso frente al dólar.

Y 7.- Tratando de vislumbrar posibles escenarios, lo que viene no será para nada igual y mucho menos más suave. Las enseñanzas de estos días han puesto en relieve la respuesta del estado en general hacia el pueblo en lucha. Ya no es el golpeteo a un gremio, un sindicato o una comunidad aislada,a lo que solo se acompañaba con una cierta solidaridad de corta duración. Hoy la gente ha aprendido que el estado no solo acompaña de represión económica sus unidades familiares, sino que tiene los aparatos para tratar de mantener el orden. Seguramente las próximas acciones subirán de tono y lo que hemos visto quedará pequeño ante nuestros ojos. Nuevas fuerzas se incorporarán y rebasaran a las actuales con líderes naturales y emergidos de las acciones, se quedarán rezagadas todas esas cúpulas de » dirigentes» sociales que hasta ahora solo han ninguneado migajas y acomodos durante bastantes años frente al poder a costa de sus agremiados y de los que luchan bajo sus reglas. Un despertar del país está por arribar donde la conciencia de clase, muy primitiva aún, empiece a surcar sus propios caminos y se plantee un país nuevo, que surja nuevamente de ese «México Bronco» que unos y otros pensaron estaba dormido para siempre.