Este bálsamo no cura cicatrices. Sabina 1.- La Esperanza Cuando Miguel Ángel Yunes Linares inició su campaña por la gubernatura de Veracruz, la mejor bandera que pudo enarbolar para ello se la dio el PRI, la de la corrupción y el hartazgo; algo que sabíamos los veracruzanos pero, sólo conocíamos la punta del iceberg y […]
1.- La Esperanza
Cuando Miguel Ángel Yunes Linares inició su campaña por la gubernatura de Veracruz, la mejor bandera que pudo enarbolar para ello se la dio el PRI, la de la corrupción y el hartazgo; algo que sabíamos los veracruzanos pero, sólo conocíamos la punta del iceberg y en mayoría, compramos el boleto de que Yunes Linares metería a la cárcel a los corruptos que endeudaron el Estado empezando por Duarte, pero desde el gobierno federal, no lo dejaron posicionarse.
El Método
Quienes hemos estado en alguna campaña de la «era moderna», sabemos que hacer una «guerra sucia» es un arte, pero defenderse de una es un arte superior y el hoy gobernador de Veracruz lo sabe y muy bien, al grado de haber retado a «La esperanza de México» a un debate al que no quiso asistir «La Chachalaca» pues sabía, era el boleto de Yunes Linares para subirse al carro de la presidencia de la República.
Yunes Linares sabe que tiene en contra, todavía, a un gobierno federal priista que no va a apoyar a un gobierno de oposición en uno de los Estados con mayor número de votantes potenciales para el PRI, por ende, el gobernador de la entidad tiene la dificultad de enderezar las finanzas estatales sin el apoyo federal, así que sólo le quedan la política y la negociación, que es lo que está haciendo.
Lo malo estriba en que, mientras esto sucede, sus promesas de campaña se han convertido en su peor defecto entre los veracruzanos que ya no lo ven con los mismos ojos y su más grande error, el de manejarse mediáticamente y poco o nada en lo administrativo.
2.- La Estrategia
La clase política (entiéndase PRI) sabe y muy bien que va a ser muy difícil manejar un municipio con un color diferente al del gobernador, sin embargo, lo intentaron y muchos priistas se aliaron con el único partido que se ha prestado a ello con la intención de llegar en el 2018 y que, gracias a los yerros del gobierno federal, podría ser el que gobierne el país el año entrante, aunque los resultados, no fueron como se esperaban.
Quizá conquistaron algunos municipios con una magra votación, pero los más importantes, le pertenecen al gobernador y con ello, mantiene a la entidad y al Congreso a su favor y con la seria intención de colocar a su hijo al frente de la administración pública estatal en la contienda del año por venir, se asegura que no va a dejar que regrese el PRI al poder.
El panorama no es halagüeño para la clase política, en apariencia, el proceso de democratización en México va a pesar de todo; por su parte, Yunes Linares sigue apareciendo ante los reflectores nacionales y aunque los números nos dicen que la alianza PAN-PRD no funciona en Veracruz, con probabilidad así se hará a nivel nacional y entonces sí. ¿Quién sabe?
3.- Conclusión
Miguel Ángel Yunes Linares no es santo de nuestra devoción, ya lo hemos dicho antes, pero votamos por él porque era el único capaz de sacar del poder a la mafia que representa «El Nuevo PRI» de EPN y con el triunfo aliancista en la entidad, se convierte en el mejor operador político del país y con ello, en el mejor elemento de su partido a nivel nacional, sea quien sea el candidato que surja por la alianza.
Colofón
Si es así todo, entonces podremos decir, casi sin temor a equivocarnos:
Dios ¿Cuánto vale allá en tu reino, el alma de un esclavo, clavado en un contrato, sangrando en éste infierno?
Carlos Morales Tapia, Periodista Independiente en el Estado de Veracruz.
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