M.H.: El día del paro nacional (25/6) hubo una movilización en Rosario muy importante, y como siempre participó esa lucha emblemática, la de La Toma, en una situación límite, pero que viene resistiendo desde 2001/2. C.G.: Se cumplieron diecisiete años, desde junio del 2001. Lo del paro es interesante porque en Rosario fue muy importante […]
M.H.: El día del paro nacional (25/6) hubo una movilización en Rosario muy importante, y como siempre participó esa lucha emblemática, la de La Toma, en una situación límite, pero que viene resistiendo desde 2001/2.
C.G.: Se cumplieron diecisiete años, desde junio del 2001. Lo del paro es interesante porque en Rosario fue muy importante y se llegó a un acuerdo para hacerlo con características activas y movilizar. Fue una importante movilización de gremios en el centro de la ciudad y en las periferias con cortes organizados por los movimientos sociales y a su vez por un cansancio bastante pronunciado en la población no hubo casi movimiento.
Grandes empresas como la General Motors dejaron correr el día porque la caída en la producción es enorme, lo mismo ocurrió en algunos frigoríficos, estamos en una espiral muy acentuada de impacto de políticas recesivas, de freno de la actividad económica y de enorme bronca por el constante, desmesurado y demencial crecimiento del costo de vida.
Más allá de que hoy se cierre la revisión de una paritaria de Empleados de Comercio y llegue a enero del año que viene con un 25%, ya no hay plata que alcance, porque todas las mediciones son tramposas. Los artículos de electrónica, indumentaria y seguridad industrial han tenido un aumento bastante chico, ahora el pan y la leche han aumentado de una manera descarnada. Los propios industriales panaderos hablan de una caída de un 30/40% en el último año de producción de pan y si estamos hablando de pan, qué queda para el resto.
Esta es la verdadera medición, la demencial, desaforada carrera de aumento de los precios de los artículos de consumo popular, hacen absolutamente imposible la supervivencia mínima de una familia trabajadora. Con el agravante de que grandes sectores de la actividad se están frenando de manera muy pronunciada y rápidamente. Esto lo habíamos anunciado, la apertura indiscriminada de importaciones, esta escapada del dólar, que no es casual, le ha colmado los bolsillos a un puñado de especuladores que no casualmente están en el gobierno; y hace quebrar todo tipo de previsión en cuanto al funcionamiento de pequeñas empresas.
Entonces, estamos ante una situación muy grave y la contundencia del paro es una expresión de esa situación que empieza a ser de hastío. Puede haber una discusión todavía sobre por culpa de qué es esta situación tan grave, pero lo que es unánime es que es grave y que eso se demostró en una acción de protesta importante.
M.H.: El 20 de junio, Día de la bandera, el Presidente de la Nación no concurrió a la ciudad de Rosario señalando que temía que el rechazo a su presencia generara disturbios.
C.G.: El 20 de junio es tradicional, desde que está este gobierno, que ponen tantos gendarmes, tantas vallas, que queda solo el Presidente con dos funcionarios y algunos chicos especialmente seleccionados, haciendo un show para la televisión y nadie se acerca.
La tradición que tenía el gobierno socialista y también el gobierno nacional anterior, era hacer un desfile cívico. El año pasado, aprovechando la posibilidad de acercarse más a través de ese desfile cívico, el Comité por la libertad de Milagro Sala tiró globos con el pedido de libertad, y diversas protestas; pero nunca se pudieron arrimar más que a dos o tres cuadras porque el operativo de seguridad fue tan fuerte que hasta impidió que se acercaran los gauchos que iban a desfilar.
Esta vez, o tuvo temor a las manifestaciones de protesta, o tenía que usar gendarmes en otro lado. Pero la anécdota sirve para demostrar, junto con lo del paro, porque fue a los pocos días, que estamos ante una situación de hastío muy grande por lo que se está viviendo que no es ni más ni menos que una consecuencia de políticas que van a concentrarse más a la timba financiera, favoreciendo a sectores especulativos y atacar a los trabajadores y el pueblo robándoles el sueldo, los ingresos, las pensiones, de una manera escandalosa como se hizo en estos dos años, un robo que fue tan rápido que solo se puede decir que fue un saqueo. Y eso genera una caída en el mercado interno, entonces muchas personas quedan afuera del circuito y como mínimo dan una respuesta masiva y contundente.
Los gremios en Rosario estuvieron a la altura de las circunstancias en cuanto a organizar una movilización con carácter activo y a exigir una continuidad, que ha sido bastante unánime. Desde donde estamos nosotros, la CTA de los Trabajadores, así como desde el Movimiento Sindical Rosarino, u otros agrupamientos locales, porque acá hay nucleamientos distintos a los nacionales, aunque no del todo, el movimiento de unidad sindical planteó lo mismo y la CTA Autónoma de Godoy que acá hizo un acto aparte, también planteó el mismo tema: el reclamo de continuidad en medidas de fuerza, en manifestaciones masivas en las calles, porque también todos sabemos que la forma más eficiente de enfrentar estas políticas es con la acción masiva en la calle, como han hecho los docentes, como hemos hecho tantas veces, el 21 de febrero, por ejemplo, en la lucha del movimiento feminista. Es la única herramienta eficaz que tenemos los trabajadores y el pueblo frente a un gobierno que le ha declarado la guerra a los sectores populares.
Aunque muchos sectores populares no quieran creerlo, es un gobierno con una belicosidad y una agresividad enormes. Pero hay que enfrentarlo, otra no hay.
M.H.: ¿Cómo afecta esto a La Toma?
C.G.: La Toma tiene un problema particular, el gobierno provincial hizo una propuesta de resolución de este conflicto y los fondos bancarios que tienen la hipoteca, desde Buenos Aires, se negaron a seguir negociando, rompieron la negociación y, evidentemente, con la soberbia que caracteriza al actual gobierno, se han contagiado de los sectores de poder y especulativos abriendo una nueva causa contra nosotros en otro juzgado porque en el que estaban no les ha respondido como pretendían.
Entonces, ahora hay una nueva instancia en la que no hay negociación de solución y se nos abre una nueva causa. Nosotros respondemos profundizando la medida de ocupación, es decir, invitando a nuevas organizaciones a que se integren en el lugar y se instalen permanentemente a funcionar. Lo que se combina con que a muchas organizaciones se les hace difícil pagar el alquiler, entonces en un sentido brindamos un servicio para que puedan seguir funcionando.
Hoy estamos ya en 50 organizaciones populares, de Derechos Humanos, dependencias del Estado, de la propia Universidad de Rosario, que están funcionando en La Toma y de esa manera resistimos. Nuestra idea es profundizar a través de sumar más organizaciones y también ver de lograr si la propuesta que se hizo de compra de la hipoteca se transforma en una Ley nacional. Que no sería una expropiación, porque ya hay fallos en contra de la expropiación del lugar, entonces para no entrar en discusiones, que se plantee la compra del crédito hipotecario, que es la propuesta que hizo el gobierno de la provincia de Santa Fe. Pero eso tenemos que ir estudiándolo, vamos a hacer asambleas para profundizar estas medidas y esta propuesta, vamos a pedir el apoyo de todas las organizaciones populares.
Económicamente estamos muy mal, como están todos los trabajadores y millones de hogares de sectores populares porque la boleta de luz es una locura y la de gas también; pero como el lugar tiene servicios muy baratos, mucha gente que antes no venía ahora lo hace y eso ayuda.
A cada organización se le plantea cuánto vino de luz y se organiza para pagar. Estamos enfrentando incluso la adversidad económica.
M.H.: ¿Cómo sigue todo esto?
C.G.: Hay que luchar con masividad en las calles para enfrentar a un gobierno que está atacando a los trabajadores de una manera descomunal. Esa es una cuestión transversal a cualquier propuesta que tengamos a futuro.
Está muy bueno que tengamos propuestas a futuro, pero tiene que estar claro que esta política es de concentración de las actividades en el sector financiero, de endeudamiento, de sumisión a FMI, de recorte en los ingresos de los sectores populares y en los servicios, en la salud y en la educación pública, etc.
Es una política que hay que tumbar con la movilización. Y La Toma está atada a esa lucha, si La Toma participa de esto y logramos terminar con estas políticas estaremos en condiciones de llegar a una solución definitiva, que la más razonable es la que ha propuesto el gobernador de la provincia, que el propio Estado provincial compre la hipoteca y se cierre el tema. Y a su vez los sectores populares que hoy estamos en La Toma, nos hagamos cargo de este establecimiento con la condición de que el lugar sea utilizado para políticas de inclusión social, y llevemos adelante la misma experiencia que la lucha ha construido, pero ya sin la amenaza del desalojo.
Estamos preparados para luchar contra el gobierno y en defensa de La Toma. Hemos resistido 17 años, empezamos en el 2001, no tenemos ningún problema de seguir luchando 20 años más porque no tenemos otra herramienta para defender nuestros intereses, tanto los compañeros que estamos en La Toma como los integrantes del movimiento obrero. La lucha, la organización popular para enfrentar estas políticas es la única herramienta eficiente y válida para poder empezar a pensar en algo nuevo.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.