Las etiquetas RFID no son un «código de barras mejorado» como los impulsores de esa tecnología quieren que se crea. RFID difiere de los códigos de barras en tres importantes aspectos: Con la tecnología actual de código de barras, cada lata de Coca-Cola tiene el mismo número de código de barras que cualquier otra lata […]
Las etiquetas RFID no son un «código de barras mejorado» como los impulsores de esa tecnología quieren que se crea. RFID difiere de los códigos de barras en tres importantes aspectos:
- Con la tecnología actual de código de barras, cada lata de Coca-Cola tiene el mismo número de código de barras que cualquier otra lata (…) Con RFID, cada lata específica de Coca-Cola tiene un número de identificación único, que podría ser asociado a la persona que la compra cuando se paga con una tarjeta de crédito o de cliente.
- A diferencia de los códigos de barras, estos chips pueden ser leidos a cierta distancia, a través de su ropa, cartera o bolso sin su conocimiento o autorización por cualquiera que disponga del dispositivo de lectura apropiado. En cierto modo, proporciona a cualquier extraño una visión de Rayos-X para espiarle, para identificarle tanto a usted como a las cosas que viste y porta.
- A diferencia del código de barras, RFID podría ser perjudicial para su salud. Los promotores de RFID imaginan un mundo donde existan lectores RFID por todas partes -en tiendas, suelos, puertas, aviones- incluso en las neveras y botiquines de nuestras casas. En un mundo así, nosotros y nuestros niños estaríamos bombardeados continuamente con energía electromagnética. Los investigadores desconocen los efectos sobre la salud a largo plazo de la exposición permanente a la energía emitida por estos dispositivos lectores.