Fue el sacerdote que convirtió el salón parroquial en un hospital y morgue en la jornada de octubre. Junto a los sacerdotes del clero diocesano pidió la renuncia del ex presidente de la República Gonzalo Sánchez de Lozada. Candidatura del párroco de Villa Ingenio evidencia la crisis de la existencia de cuadros por parte de […]
Fue el sacerdote que convirtió el salón parroquial en un hospital y morgue en la jornada de octubre. Junto a los sacerdotes del clero diocesano pidió la renuncia del ex presidente de la República Gonzalo Sánchez de Lozada. Candidatura del párroco de Villa Ingenio evidencia la crisis de la existencia de cuadros por parte de los partidos políticos y agrupaciones ciudadanas.
El Alto, Sept. 6.- Tras un ejercicio de entrevistas y propuestas que hicieron los responsables de la definición de los candidatos del Movimiento Al Socialismo (MAS) para las próximas Elecciones Municipales, el sacerdote Wilsón Soria, representa el lado más humilde y de compromiso que tiene en sus religiosos la Diócesis de El Alto.
Por primera vez en toda la historia de El Alto, sobre todo en el escenario político, un sacerdote renunciará a su condición de religioso para disputar el control de la administración de la comuna alteña, considerada como uno de los más pobres y conflictivos por sus permanentes movilizaciones que demandan la solución de problemas sociales.
Hasta la fecha, al margen de las obras sociales que encara, la Diócesis de El Alto que abarca las provincias Camacho, Muñecas, Manco Kapac, Ingavi, Los Andes, Omasuyos y parte de Murillo, es conocida a nivel nacional por las altas torres de los templos que fueron construidas por el sacerdote Sebastián Obermaier, párroco de Cuerpo de Cristo de Villa Adela. Sin embargo, su imagen se vio empañada por las acciones que desarrolló en la Universidad Pública de El Alto (UPEA) el ex sacerdote Edgar Chipana, quien es cuestionado por los universitarios autonomistas.
Soria que anuncio su renuncia al sacerdocio en los próximos días, con 45 días encima en ocho años de actividades realizadas como sacerdote en la ciudad de El Alto, en principios por Villa Exaltación y Achocalla se destacó por un compromisos a los sectores deprimidos. Esa actividad fue reconocida dentro de la nueva diócesis y se constituyó en vicario episcopal.
AGUJA EN UN PAJAR
Desde el año pasado ya se aseguró la postulación del actual alcalde, José Luis Paredes, a la reelección. Desde entonces todos los partidos políticos buscaron vanamente a personas en las organizaciones sindical y vecinales, quienes sean capaces de disputar votos a Pepelucho.
A partir de las jornadas de octubre, tras la denominada Guerra del Gas, el MAS al constituirse como en la fuerza opositora principal, fue objeto de una extensa romería de postulantes que se ofrecieron a acceder a la primera candidatura a concejal. Por los menos, por los dirigentes de la regional y la departamental, pasaron m{as de 20 pre candidatos, pero tenía fuerza como para desequilibrar la candidatura de Paredes. Entre ellos barajaron la postulación del actual secretario ejecutivo de la Central Obrera Regional (COR) Juan Melendres, de la Federación de Gremiales Braulio Rocha, del propietario del Hotel Alexander Juan Carlos González, hasta del propio diputado plurinominal Gustavo Torrico.
En ese escenario y frente a una total de ausencias de dirigentes políticos y de organizaciones que puedan hacer frente a la candidatura de Paredes, el MAS opta por el sacerdote Soria.
PROTAGONISTA DE OCTUBRE
Junto al sacerdote Sebastián Obermaier, Soria fue uno de los principales protagonistas de las jornadas de octubre, en su condición de párroco de Villa Ingenio, donde cayó el mayor número de víctimas de la bala en la denominada masacre de octubre. Sin embargo, a diferencia de Obermaier el virtual candidato del MAS se hizo parte de la demanda de los alteños, quienes pidieron la renuncia del ex presidente de la República, Gonzalo Sánchez de Lozada. Soria, después de la Guerra del Gas, exigió el juicio de responsabilidades contra Goni.
El sacerdote que dejara de serlo para incursionar en la política, en octubre ante los muertos y heridos que llegaban en escaleras, carretillas, carritos y estandartes, convirtió al salón de la Parroquia Cristo Redentor de Villa Ingenio en un hospital y posteriormente en morgue, donde los fiscales verificaron la autopsia a los que cayeron víctimas de las balas de guerra del ejército.
En la misa comunitaria de cuerpo presente que se celebró en la plaza de Villa Ingenio, el sacerdote con la voz apagada por la pena y la rabia por la impunidad, comunicó que los sacerdotes del clero de la Diócesis pidieron la renuncia de Goni. «A todos nuestros hermanos, el Clero y los sacerdotes de El Alto, reiteramos nuestro apoyo a nuestro pueblo, reiteramos nuestro compromiso por el Dios de la vida, de la justicia y nos sumamos a la petición que hace el pueblo de Dios el pueblo Boliviano», subrayó el sacerdote.