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China es parte del imperio. Las Naciones Unidas y el comando imperial. Amigos son los amigos: El eje Buenos Aires Beijing

Argentina y China: la Nueva Clase no tiene fronteras

Fuentes: Colectivo Nuevo Proyecto Histórico

«Nos encontramos en medio de una formidable mutación global, su centro es la decadencia de los Estados Unidos (…) La globalización financiera triunfó en los años 90, nadie escapa hoy de las turbulencias del capitalismo mundializado cuya declinación opera a través de una infinita red de vasos comunicantes de negocios y relaciones políticas». Jorge Beinstein, […]


«Nos encontramos en medio de una formidable mutación global, su centro es la decadencia de los Estados Unidos (…) La globalización financiera triunfó en los años 90, nadie escapa hoy de las turbulencias del capitalismo mundializado cuya declinación opera a través de una infinita red de vasos comunicantes de negocios y relaciones políticas».
Jorge Beinstein, 2004.

«Las sociedades transnacionales distribuyen directamente la fuerza de trabajo entre los diferentes mercados, atribuyen funcionalmente los recursos y organizan jerárquicamente los diferentes sectores de la producción mundial».
Michael Hardt, 2000.

«Por otra parte las burguesías autóctonas han perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo -si alguna vez la tuvieron- y sólo forman su furgón de cola».
Ernesto «Che» Guevara, 1966.

China es parte del imperio.

«Es necesario antes que nada demoler la antigua superestructura por la revolución para que las antiguas relaciones de producción puedan ser abolidas».
Mao Tse Tung, 1967.
 
«China tiene una economía de mercado socialista».
Presidente chino Hu Jintao, 12 de noviembre de 2004.

«El poder económico acumulado en la región del Pacífico asiático, incluso sin contar con Japón, es asombroso. En 1993, los gobiernos de Asia oriental poseían unas reservas de divisas extranjeras de 250.000 millones de dólares, tres veces las de Japón. Además, las empresas privadas, prescindiendo de las japonesas, guardaban otros 600.000 millones de dólares de reservas en efectivo. (…) para el año 2000 el Producto Interior Bruto de Asia oriental (incluida China) podría alcanzar los 2 billones de dólares y sobrepasar a Japón».
Manuel Castells, 1996.

La Nueva Clase (NC) trabaja a conciencia para el imperio. Al mismo tiempo que socava su consenso y demuele con su hacer el viejo imaginario del «mercado con rostro humano».
Una reciente investigación de campo, realizado por el Conicet y por universidades privadas y estatales dice lo siguiente:
a) Cerca del 60 % de la clase media, de los pobres e indigentes de las zonas urbanas, descree, de la eficacia del voto como factor de cambio que mejore sus condiciones de vida.
b) Durante el gobierno nacional y popular del señor K, entre fines del 2003 y principio de 2004, uno de cada cinco hogares de los sectores vulnerables sufrió hambre en varias ocasiones.
c) El 90 por ciento de las personas de estratos medios y bajos se siente discriminado. Las principales razones son: ser pobre, la apariencia, su edad y orientación sexual.
d) El 60 por ciento de los hijos de los sectores medios y bajos no superó en nivel de vida de sus padres. Y seis de cada diez jóvenes entre 18 y 24 años de los sectores vulnerables no asisten a ningún centro educativo.
e) Un 40 por ciento de los sectores medios y bajos no le encuentra sentido a la vida. Y un 10 por ciento de las personas de clase media baja de los grandes centros urbanos de provincia reconocieron haber tenido pensamientos de suicidio como modo de escapar a sus problemas.
En el anteúltimo material del colectivo «La Nueva Clase y la forma Estado» decíamos que el creciente desarrollo del capitalismo, desde principios de siglo, ha generado una capa de burócratas especializados, primeramente en la figura de técnicos e ingenieros, o sea primeramente en la organización industrial, que se le empezó a agregar a la burocracia clásica heredada del absolutismo, para con la creciente complejidad y regulación del estado en todos los ámbitos de la sociedad, se sumaron los expertos de todo tipo, desde intelectuales clásicos, psicólogos, terapistas, informadores, políticos profesionales.
Pero además, lamentablemente, quedan incluidas en las Nuevas Clases aquellas surgidas de revoluciones legítimas y socialistas como portadoras de la «conciencia de clase» del proletariado. Muchas dedicados al control «social» y al «ideológico».

La mundialización imperial, o globalización, forjó cinco grandes bloques territoriales, en donde la competencia por los mercados se desarrolla permanentemente.
En el esquema capitalista, sólo un nuevo bloque en formación, pero aun no cristalizado que denominaremos del Asia bioceánica, encabezado por China y abarcando el este y sur del continente asiático, estaría en condiciones económicas de disputarle la conducción a EE.UU.

1.- Nos encontramos ante un imperio con dos frentes: el oriental y el occidental. El ala oeste se divide a su vez en dos partes. Los EE.UU. como la cuna, capital y conductora global del imperio. Que tiene en Canadá un aliado privilegiado, en México una gran factoría, y que considera al resto de América como una extensión natural de sus intereses continentales.
El segundo frente occidental: con Alemania, Inglaterra, Francia e Italia como gendarmes, de segundo orden, de los Estados Unidos. Subordinando a Europa Oriental, Australia, Nueva Zelanda y parte de Africa. Extendiendo su influencia hasta medio oriente y condicionando a las desintegradas repúblicas soviéticas.

2.- El Sudeste Asiático (Indonesia, Malasia, India, Brunei, Vietnam, Tailandia, Myanmar -ex Birmania- y Filipinas); los tigres asiáticos (Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong, Singapur) y China.
Conforman un bloque que, de no mediar las actuales diferencias con Japón, estaría a las puertas de contradecir la hegemonía de EE.UU.

3.- Japón como cabeza oriental del imperio. Que asimismo que compite económicamente con los Estados Unidos, la tiene como nación aliada. Ya que, al mismo tiempo que disputan mercados equivalentes, Japón resulta su acreedor -al ser un privilegiado poseedor de títulos públicos de la Reserva Federal-, resultando equilibrador del déficit fiscal de una de las naciones más endeudadas del planeta. Funciona, de este modo, como sostén de la divisa norteamericana y evita su devaluación.
La guerra preventiva en la que está embarcada la economía posfordista norteamericana es un síntoma de su debilidad y no de su fortaleza. La economía de los Estados Unidos está virtualmente quebrada:

I) Su deuda pública, que llegó al billón en 1981 resulta actualmente de 11 billones de dólares y representa el 67.3 % del Producto Bruto Interno (PBI).
II) Su déficit comercial de 2003 fue del orden de los 496.500 millones de dólares. Fue récord el año pasado y todo apunta que en el 2004 superará su propia marca.
III) También es récord su déficit presupuestario con 413.000 millones de dólares, lo que significa un 3.6 por ciento del PBI. IV) A la economía doméstica no le va mejor. El endeudamiento privado de los hogares en hipotecas y consumo es de tanto como de 9.7 billones de dólares.

La economía Norteamérica significa el 30 por ciento del PBI mundial y posee el señoriaje para la libre impresión de dólares inconvertibles. Mientras tanto emite pagarés del Tesoro Federal, y deuda en bonos, respaldándolos con el trabajo futuro de la multitud. Con su economía en tácita bancarrota los títulos del Tesoro se pueden transformar en un gigantesco «paga-dios» que arrastre a la cesación de pagos, o «default», a la sacrosanta economía capitalista del norte. Para evitarlo, seguirá con su expansión económica de la mano de la guerra, el recorte de los fondos de los jubilados, y el desmantelamiento de lo que queda de su sistema de salud y acción social fordista. Mientras tanto patea la pelota para delante y toma prestado anualmente la friolera de 550.000 millones de dólares para financiar su déficit en cuenta corriente. En forma creciente este financiamiento proviene de los bancos centrales de Japón y China. Al mismo tiempo el corazón de su economía, el criminal complejo i
ndustrial militar, con el Pentágono como su nave insignia, tiene presupuestado para el 2005 gastar 524.000 millones. Una erogación que es igual a todo el presupuesto federal, menos el sistema de salud Medicare, Medicaid y la Seguridad Social. Mientras tanto, gasta por año, sólo por mantener en funcionamiento sus helicópteros de la muerte en Irak: 1.300 millones de dólares.
EE.UU, en consecuencia, está a merced de los acreedores extranjeros, así como de aquellas corporaciones y estados que tienen dólares estadounidenses en efectivo como divisa de reserva.

Si Japón tolera hace 10 años una situación de estancamiento -pudiendo inyectar fondos a su economía haciendo líquido los activos norteamericanos-, es porque esto provocaría un colapso en la economía fiscal y financiera de los EE.UU. y una abrupta caída del dólar, lo que acarrearía una doble situación:

a.- La revaluación de la moneda nipona, al mismo tiempo que el encarecimiento de sus productos exportables a uno de sus principales compradores: los Estados Unidos.

b.- Ante una venta inesperada y masiva de los títulos que tiene Japón y China en su poder, se produciría una demoledora devaluación en los papeles de los EE.UU, arrastrando en su caída al bloque europeo como tenedor de importancia de papeles norteamericanos.

Esta paradoja de mantener con vida útil a la nación norteamericana, que es su mayor competidora, sólo resulta comprensible entendiendo que, un beneficio coyuntural para el Japón, desencadenaría una crisis capitalista del conjunto de los mercados mundiales, tanto en el plano especulativo, como industrial y comercial, con características más profundas y destructivas que todas las que conoció con anterioridad la humanidad.

Japón desarrolla el papel de locomotora de extremo oriente de la globalización. Lo que le permite obtener las divisas para especular con los papeles norteamericanos. Extiende su influencia al Asia pacífico y no resigna su expansión al sudeste asiático. Al mismo tiempo que actúa funcionalmente al esquema de los Estados Unidos, al constituirse en contrapeso del avance de China.

4.- La periferia del imperio de occidente: América Latina y su Mercosur, la India, la Ex-URSS y la Europa Oriental recientemente integrada a la Unión Europea.
Medio Oriente sufre los embates del modelo globalizador y posee en Israel un enclave del bloque occidental. Los países árabes necesitan de la no alineación occidental de China, para no ser aplastadas por el bloque norteamericano y europeo; y al mismo tiempo precisan de occidente como importadores de su petróleo.

5.- Reservorios de la economía imperial: Africa y las naciones incluidas en el esquema capitalista como retaguardia estratégica. Países que, mientras no ponga en riesgo el nuevo orden del bloque imperial occidental, quedan libradas al dominio de sus Nuevas Clases herederas de las guerras anticoloniales del siglo pasado. Caso contrario, como en Costa de Marfil, el ejército francés interviene como los gendarmes norteamericanos de segundo orden. Evitando de este modo el peligro que la multitud insumisa pase, de su subordinación capitalista al comando de la Nueva Clase local a la Nueva Clase extranjera, al anticapitalismo sin escalas.
Este capitalismo de nuevo tipo o imperial, cuyo centro de poder decisivo está en Norteamérica, le origina menos aliados y más hostilidad y enemigos. La contienda proporciona para sus adversarios, pero también para sus aliados, una clara manifestación de su poderío. Su condición fósil dependiente la lleva a consumir el 25 por ciento del petróleo y el 40 % de las naftas que produce todo el mundo. Estados Unidos reafirma su influencia en Medio Oriente y despliega su fuerza en el territorio que provee del 75 por ciento de las reservas de petróleo del planeta. Todo lo cual repercute en su lucha por los mercados mundiales contra Japón, China y Europa.

El objetivo sustantivo de la campaña de guerra preventiva iniciada en Afganistán en el 2001, consiste en refrenar la autonomía de la multitud como gestación del contrapoder efectivo al imperio, certificando, de esta manera, su rol de capital y conductora del conjunto de la economía tecno-industrial-militar-financiera. La caída de 1,6 millones de puestos salariales como nunca aconteció en 72 años, producto de su tendencia hegemónica hacia la plusvalía relativa del trabajo posfordista en casa, acelera la expansión de la hambruna de plusvalía absoluta en las sucursales de ultramar de sus complejos industriales transnacionalizados.

Las Naciones Unidas y el comando imperial.

(…) «en el mercado global, el capital necesita al estado. Lo necesita para mantener las condiciones de acumulación y competitividad en varias formas, incluyendo subsidios directos y operaciones de rescate financiadas por los contribuyentes (México, los Tigres Asiáticos). Necesita al estado para preservar la disciplina laboral y el orden social frente a la austeridad y la «flexibilidad», y para acrecentar la movilidad del capital al tiempo que bloquea la movilidad de los trabajadores».
Ellen Meiksins Wood, 2001.

«El combate social debe volverse fundamentalmente transnacional como la economía empresarial capitalista».
Robert Kurz. 2004.

La clase trabajadora europea oriental, formada en el socialismo como gestión estatal del capital, resulta una fuerza productiva bien calificada, al mismo tiempo, que la peor paga en los 25 países que integrarán la Unión Europea. Las masas de los países del Este recién incorporados, ocuparán el mismo rol de esclavos posmoderno que las mayorías en México juegan en el NAFTA, y de las multitudes de los países sudamericanos si entran en el ALCA, o profundizan su vasallaje con la Unión Europea y China.
Veamos como la pasa la clase obrera minera china. Según el diario oficial «China Daily», en una nota publicada el 14-11-04, si bien el país representa el 35 % de la explotación mundial carbonífera, en cambio, provoca el 80 % de todas las muertes de mineros del carbón registradas en el mundo. Según el gobierno, son 7.000 personas que mata el capitalismo de estado. La media de asesinatos del socialismo de mercado resulta cien veces superior a la de EE.UU. Por año las enfermedades laborales provoca que 70.000 nuevos mineros engrosen las filas de los afectados. China tiene 600.000 mineros que padecen neumoconiosis, una enfermedad pulmonar producida en las minas por la inhalación del polvo de las excavaciones.
Para los nuevos trabajadores precarios y polivalentes del este europeo las cosas no están mejor. En Polonia, cuyo gobierno participa de la excursión criminal del imperio en Irak, la desocupación supera el 20 por ciento y los sueldos son una cuarta parte de los europeos occidentales. Transformando al ex-país del Pacto de Varsovia en una nación que rivaliza, por los precios irrisorios de su energía viva del hacer, con la economía de la India, China y Argentina.
La Unión Europea, que detrás de sus muros exacerba la videovigilancia, el fichaje de los inmigrantes ilegales y la represión de la multitud insumisa; constituye un bloque que respalda a Washington, que tras el empantanamiento militar y su desligitimación política internacional, vuelve sobre sus pasos y pide el apoyo genocida de la ONU, para continuar así, con su virreinato en Irak.

Las Naciones Unidas, una forma de organización con privilegios supraestatales funcional a los tiempos pre-imperiales. Casi dos centenas de países haciendo de comparsa del Consejo de Seguridad que posee la prerrogativa de arrasar naciones a voluntad. Eso sí, siempre y cuando respete el parloteo de la Asamblea de Naciones. Recordemos que el Consejo de Seguridad está integrado por 14 miembros, elegidos rotativamente, en el que resulta obligatorio que estén de manera permanente los Estados Unidos, el Reino Unido, Rusia, Francia y China. Estos cinco estados tienen derecho al veto, por lo tanto detentan el poder de la ONU. Mientras que, la Asamblea General está compuesta por todos los estados miembros de la ONU y su función parlamentaria resulta subalterna al poder ejecutivo ejercido por el Consejo de Seguridad.

La Unión Europea busca un «nunca mas» de los Estados Unidos a embarcarse en conquistas bélicas como la de Irak sin su total respaldo. El gendarme del norte debe respetar las reglas internacionales del juego criminal. Si se invade Haití, los países globalizadores lo deben hacer en un todo de acuerdo. Comprometiendo en la ocupación a los gobiernos que forman la economía imperial de manera subalterna y globalizada. Estados como el argentino que no tiene ninguna voluntad en desafiar al G8, pero que necesitan que el imaginario del orden mundial, compuesto por naciones independientes en apariencia no sea trastocado, evitando de esta forma, que la ideología de la autonomía estatal no se resquebraje.

Una Unión Europea que facilite, una vez mas a los Estados Unidos, la aplicación del viejo modelo de intervención mundial. Un sistema de dominio que retorne en su aplicación a su forma contemporánea pre-imperial. Desplegando en Haití, de la mano de los gobiernos progresistas argentinos y brasileños, un cerco de muerte, despojo y torturas como en la primera campaña contra Irak, la guerra de los Balcanes y Afganistán.

Amigos son los amigos: El eje Buenos Aires Beijing.

«Los tres grandes imperativos estratégicos del imperio: (a) impedir la colusión -y preservar la dependencia- de los vasallos más poderosos en cuestiones de seguridad (Europa Occidental y Japón); (b) mantener la sumisión y obediencia de las naciones tributarias, como las de América Latina y las del Tercer Mundo; (c) prevenir la unificación, el desborde y un eventual ataque de los bárbaros, denominación ésta que abarca desde China hasta Rusia, pasando por las naciones islámicas del Asia Central y Medio Oriente».
Zbigniew Brzezinski, 1998.

La república Popular China se perfila como la nación-continente más preparada para rivalizar por el predominio imperial.
El complejo tecnológico industrial-militar norteamericano alimenta al imperio. Entre las diez primeras compañías productoras de armas siete son estadounidenses y dos son francesas. Turquía, Arabia Saudita, Taiwán, Corea del Sur y China son las cinco naciones que mayor cantidad de armas convencionales recibió entre 1996 y 2000.

La industria de los armamentos desembolsó nueve millones dólares para la reelección de Bush. En el 2005 el presupuesto de la defensa capitalista norteamericana rondará los 500.000 millones. Tiene presupuestados 32.000 millones para el panóptico posfascista de su seguridad interior. Para la guerra de exterminio en Irak cuenta, para empezar el próximo año, con otros 72.000 millones. El Pentágono dispondrá de 420.000 millones; sólo en investigación, desarrollo y construcción de armas para guerras futuras piensa invertir 144.000 millones de dólares.

El gasto del Pentágono es el mayor en 20 años y ya empalidece al de la época de Ronald Reagan. Como en un Guernica posmoderno, en la última semana, arrasaron la ciudad de Fallujah. Asesinando a mas de 1.200 mujeres, niños, ancianos y varones e hiriendo a otros miles. Según la agenda de Washington tienen que redoblar la marcha para llegar a la urna. Todo sea para que en enero de 2005 haya elecciones «libres» sobre los cadáveres de la resistencia. El menú del imperio es binario: bayonetas o papeletas. Si se callan los fusiles genocidas tienen que hablar las urnas imperiales. Eso sí, con Estados Unidos controlando la situación, antes o después de enero, a los iraquíes les espera un gobierno cipayo. Una democracia policial, un estado de excepción permanente. Fallujah es una clara señal para todo el planeta. Sin una antagonía organizada de la multitud que construya una nueva humanidad el capital-posfascista llegó para quedarse.

Mientras tanto, el partido del orden del capital-parlamentario argentino y la nomenclatura del capitalismo de estado y socialismo de mercado chino, quieren expandir sus negocios. Es lógico que un presidente tres veces gobernador de su provincia, busque afianzar sus lazos con la sempiterna burocracia china.
La NC Argentina, administra un país que es el cuarto mayor expoliador mundial de la energía humana en su forma de trabajo por dinero. Con jornadas anuales de 1.903 horas solamente superada, ¡Vaya casualidad!, por Chile, China y Corea de Sur, con 1.974, 2.300 y 2.410 horas anuales respectivamente.
El gobierno de Corea del Sur es otra verdadera delicia. Quieren hacer buenas transacciones con el Partido de los Trabajadores brasileños (PT) y el Peronismo argentino (PJ), mientras enfrenta la sublevación del precariado que va a un paro general para evitar la profundización del estado de excedencia de la precarización, tan eufemísticamente llamada por los patrones «flexibilización laboral». Además enfrenta la lucha de sus empleados públicos que reclaman en las calles que se levante la prohibición del tan elemental derecho de huelga. Por lo visto, el estado de Corea del Sur es un dechado de democracia.

La cleptocracia argenta, no se puede llevar mejor que con otra NC que también vive del robo del trabajo ajeno bajo el manto rojo del Partido ¡¿Comunista?! chino.

Un estado conducido por la tiranía del partido único, no puede sentirse mas cómodo, que con un partido de estado como el PJ.
Mientras «La novela China» viene por capítulos, la serie de terror «Pagando la Deuda Eterna» no se suspende por media Argentina en la pobreza. Después del megacanje de Cavallo y De la Rúa, el «Megacanje II» que se viene con Lavagna y Kirchner, -como maestros de ceremonias queriéndole vender al pueblo como Don Fernando de Pilar el prófugo del helicóptero «Lo lindo que es dar buenas noticias»- consagrará una hipoteca mas pesada que la que tenía la Argentina antes del default.

Demostrando que pagando deuda externa, el peronismo de los centroizquierdistas, nacionalistas populares y transversales, no sólo son peores que Duhalde, sino que han superado a Menem y De la Rúa. El superávit primario, que es el ahorro de todo el estado: nacional, provincial y municipal, para pagar la deuda eterna tuvo un techo con Menem del 2.2 por ciento, con De la Rúa el 0.5 %, con Duhalde del 0.7 %; mientras que con con Kirchner fue del 3 por ciento; y para el año próximo está presupuestado que sea del 3.9 por ciento.

Los mas de 15.000 millones de dólares que Kirchner pagará en el 2005 para mantener con vida el capitalismo imperial supera a todo lo que se invertirá en educación, vivienda, salud y trabajo. Es mas, inclusive en su escaso año y medio, el gobierno de Pingüino es el que pagó en efectivo, y aún con las reservas del Banco Central, mas deuda externa en igual período que cualquier otro presidente en toda la historia Argentina.
El primer peronismo era un émulo de Robin Hood. La propiedad capitalista era intocable pero había redistribución del ingreso. Antes los trabajadores se llevaban la mitad de la torta, en cambio ahora, la multitud hacedora sólo se queda con un 20 por ciento del pastel. El gobierno del posfordismo kirchnerista creó una nueva figura de la mitología popular: el «Hood Robin». Sacarle cada vez mas a los pobres para darle cada vez mas a los ricos. En el 2004 los trabajadores siguen transfiriendo mas riquezas a los patrones que en el 2003. El volumen de la remuneración de los ocupados cae otro 11 por ciento respecto a los ya miserables ingresos del 2003. Contrariamente, a costa del salario y el autoempleo, las mayores 100 empresas engrosaron sus ganancias en un 47.7 por ciento.

En los futuros cinco años la clase política gobernante se ha comprometido a erogar mas de 60.000 millones de dólares para socorrer a la «timba» financiera nativa y extranjera, y así evitarle, a los pobres especuladores que no caigan en la miseria. Mientras que los excedentes para el pago del tributo imperial provendrán, como siempre y mas que nunca, del 60 por ciento de los asalariados en la pobreza que reciben 200 dólares de sueldo y ya planifican mudarse a Puerto Madero; los nueve millones de indigentes a los que papá Estado les cuida la línea y los tiene en dieta permanente; los desocupados que perciben la multimillonaria suma de 50 dólares mensuales con sus planes asistenciales y aguardan el 2005 para cambiar su camioneta 4 x 4; y la mitad de los jubilados que esperan fin de año para cobrar su aguinaldo de 150 dólares y veranear en las Bahamas. Una mala comedia del drama social representada por el frío verdugo K: «El capitán patagónico». Una tragedia en provecho de los du
eños del teatro y sus socios que aplauden a rabiar por la recaudación, y padecida por un coro multitudinario de perdedores que pagará la cuenta. Este es el verdadero rostro criminal de la farsa del capitalismo nacional de un país normal, por mas que Lupín cacaree que no cederá a los acreedores.

Esto sin olvidar los 20.000 millones dados en el 2003 a los bancos por la pesificación; los super poderes, o la prórroga en los hechos de la suma del poder estatal para administrar el presupuesto, producto de la cesión del parlamento de sus facultades especiales; el robo a los pequeños ahorristas consumado por su Corte Suprema de (in) Justicia; el irrefrenable remate de viviendas populares; la renovación de los peajes a la «patria contratista»; y el tarifamiento, de las coimas por negocios, en los Ministerios de Economía y Planificación como en épocas menemistas, denunciado por el censurado periodista y ahora proscripto por el diario Página/K, Julio Nudler.
Pero como si con ello no alcanzara, para demostrar que con K estamos peor que hace un año, ha quedado hecha jirones una de sus tan propagandizadas banderas: el respeto por los derechos humanos. Hoy existen mas de 40 presos políticos, una afrenta mas, de la democracia capital-parlamentaria desde su llegada a Balcarce 50.

En este contexto, ¡Cómo el peronismo no va a relacionarse con el gigante imperial! China resulta una mezcla de lo peor de los dos paradigmas históricos de la economía mercantil: el socialismo como gestión estatal del capital, y el libremercado con magnates que tienen fortunas de 100 millones de dólares y sus familias viviendo en el extranjero por temor a un secuestro.

El país con mas población del planeta -1.600 millones- y la séptima economía mundial asienta su poder, como toda economía dineraria, en el hambre y la expoliación de las mayorías. Su consumo per cápita de carne por año es de 5 kilogramos, mientras que el argentino es de 63 kilogramos. Es la mitad del Japón y emparda con los 10 kilogramos que consumen, por familia y por año, en Brasil, donde gobierna «el compañero» presidente Lula. El abanderado del hambre cero y el derrotado en las últimas elecciones en los tres centros obreros mas importantes del país: Porto Alegre, San Pablo y Curitiba. ¡Cómo no iba a ser de esta forma! Si, según los datos completos del año 2003 que fueran publicados recientemente por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), aumentó la pobreza durante el primer año de gestión del ex-obrero metalúrgico, e integrante de la Nueva Clase, Ignacio «Lula» da Silva.

La línea de la pobreza en Brasil fue fijada por el estado en 330 dólares o 1.000 reales. La pobreza subió en un año del, ya escalofriante, 67 por ciento al 68.5 por ciento. De los 173 millones de habitantes que tiene Brasil, en el 2002, 116 millones eran pobres; mientras que según las estadísticas finales del 2003 subieron a 118.5 millones. Dos millones y medio mas de brasileños, bajo la batuta del PT, condenados a la miseria del subconsumo.

En paralelo con Brasil, en la Argentina, en el 2004 el salario real es mas bajo que en el 2001, hay mayor empleo en negro, la distribución de la riqueza es la peor de la historia y aumentó la pobreza. No resulta ocioso una equiparación con Brasil: con «K» podemos decir que estamos peor que con De la Rúa, de igual forma que con Lula la multitud trabajadora brasileña está peor que con Henrique Cardoso. En Brasil y Argentina estábamos mal y ahora vamos peor.

El crecimiento de China del 9 por ciento anual, decanta sus ganancias provenientes del sudor ajeno, en una nueva burguesía post-revolucionaria. Una clase que resulta insignificante en el porcentaje poblacional -2.5 por ciento- por lo tanto una clase hiperconcentrada, pero producto de su enorme población total, reúne a 40 millones de «nuevos ricos» del socialismo de mercado.
Junto con ella, otros 200 millones -12.5 por ciento de sus habitantes- integran como la base de la pirámide de distribución económica de la Nueva Clase su «nueva clase media». Una fracción social que rivaliza en despilfarro con la clase media consumista del primer mundo.

El partido comunista gobernante, como toda «clase» política, integra la Nueva Clase. Un comando del capital que asesinó las primeras expresiones visibles del intelecto general de masas. Un capitalismo burocrático de estado que no podía digerir las acciones autónomas del general intellect en gestación.

En 1989, después de siete semanas de rebeldía contra el funcionariado, se declara la ley marcial y el pueblo de Pekín espontáneamente ganó la calle, algo parecido al 19 y 20 argentino.

La multitud paró al ejército, y este, no pudo entrar a la ciudad. La respuesta del poder ante la autodeterminación de masas fue la que se conoció como la masacre de la plaza Tiananmen. Los tanques socialistas aplastaron a los manifestantes, miles de personas fueron ejecutadas a sangre fría y otros cientos encarcelados. Con esta casta partidaria asesina es con quien negocia K. Un politburó que prohibe la libre sindicalización de sus trabajadores y persigue toda muestra de descontento.

China es un territorio mezcla de campesinado decimonónico, obrero masa fordista y general intellect postfordista. El siglo XIX, XX y XXI, todo en uno. Un país continente, un bloque económico en sí mismo. Donde se puso en prisión a 61 cibernautas considerados sediciosos por escribir alguna proclama en su página web contraria el gobierno. Un país donde se pagan sueldos preindustriales en jornadas interminables.

Habla mucho de quién es K midiendo a donde va a buscar a sus socios. Así es compañeras y compañeros: ¡Amigos son los amigos!

16 de Noviembre de 2004.
http://www.colectivonph.com.ar