Una sublevación de las elites del oriente boliviano apoyados por algunos dirigentes de organizaciones populares, ha dado el primer paso hacia la toma del poder político del Dpto. de Santa Cruz de la Sierra. El objetivo es apropiarse de las tierras y los recursos naturales (RRNN). La «autonomía» sería entonces el pivote político que permitiría […]
Una sublevación de las elites del oriente boliviano apoyados por algunos dirigentes de organizaciones populares, ha dado el primer paso hacia la toma del poder político del Dpto. de Santa Cruz de la Sierra.
El objetivo es apropiarse de las tierras y los recursos naturales (RRNN). La «autonomía» sería entonces el pivote político que permitiría una mercantilización a gran escala, de los grandes RRNN que contiene la región.
Para comprender la compleja situación de Bolivia y en particular del Departamento de Santa Cruz (equivalente de «estado» en Brasil; «provincia» en Argentina; «región» en Chile) es útil trazar un mapa del poder de la región.
Región postergada y olvidada de Bolivia, el oriente y particularmente Santa Cruz, alcanzaron un notable desarrollo amparados en las riquezas naturales: la agricultura (soya en la actualidad), reservas forestales altamente rentables; ganadería vacuna y recursos hidrocarburíferos, a los que se agrega los hallazgos en minería de oro y otros metales, aunque desde sus comienzos y hasta hoy, Santa Cruz vivó bajo un sistema social basado en el «patronazgo» (todavía existen esclavos indígenas en estancias) y la existencia de «patricios» (autodenominados «cruceños») y «plebeyos» («cambas», término que designaba indistintamente al indígena, al campesino ó al peón de estancia).
Políticamente, esta élite de patrones que con el tiempo iban a adoptar el apelativo de «cambas» como identidad regional, apoyó golpes militares de orientación fascista como el de Banzer (1971) y el narcogolpe de García Mesa (1980). Parte del crecimiento económico de Santa Cruz en los 50, 60 y 70 se deben al petróleo del Chaco , una región compartida por los departamentos de Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca, y que permitió el desarrollo de Santa Cruz ciudad, pero dejó al Chaco, sumido en una miseria de la que no ha podido escapar hasta hoy.
Este desarrollo, estuvo respaldado en la administración departamental de las regalías petroleras, cuya exigencia liderizó Santa Cruz hacia comienzos de los ’60 y en la creación de cooperativas de servicios públicos, que permitieron el surgimiento de una clase media, fenómeno casi único en el país que, a diferencia de La Paz, no se basó en el segmento de empleados públicos – comerciantes. Desde los 70 y hasta los 90, la producción de estupefacientes y la economía del contrabando sumado a los repartos dolosos de tierras y que hoy están en revisión, cimentaron el poder económico de las élites locales, pero contando con cierto amparo del gobierno central de La Paz, que también supo fungir como garante de créditos internacionales contraídos por empresarios cruceños (UNAGRO, por ejemplo).
Las Élites y la Autonomía
Es fácil comprender que, con tanta postergación sufrida y un desarrollo económico – social y cultural poco articulado con el resto del país, el sentimiento de «autonomía» política y económica, está fuertemente arraigado en la gente. Este, es el basamento real sobre el que trabajaron la primer parte de un extenso negocio. Pero, ¿cómo son las élites en Santa Cruz, hoy?
El boom del gas en Bolivia, cuyas mayores reservas están asentadas en los Departamentos de Santa Cruz y Tarija, ha creado un nuevo poder económico y político, emergente a partir de las transnacionales del petróleo pero que buscaron asociarse a las élites locales, incorporándolas a los mandos medios y consultivos de sus organigramas corporativos o bien, a través de alianzas comerciales con empresas cruceñas de prestaciones de servicios; alianzas que fueron «muñequeadas» desde el interior de las corporaciones, por aquellos mandos medios señalados. A su vez, los altos ejecutivos extranjeros de las Petroleras, fueron invitados a formar parte de algunas instituciones «cruceñas» (comparsas carnavaleras, fundaciones ambientalistas, culturales, etc.). Esto potenció el poder económico de las élites dado que, sumado al empuje del capital externo en el sector agropecuario y las exportaciones de gas, llevaron a Santa Cruz a constituirse en el principal departamento exportador y el de mayor nivel de vida de Bolivia.
Frente al ascenso irresistible de los indígenas, que además de sus demandas de tierra y territorio buscan hacerse oir y hacer cumplir sus derechos consagrados por ley; frente a una hipotética aunque temida insurrección del occidente del país; frente a la discusión pública acerca de si nacionalizar o no los recursos naturales (gas y otros) y cómo nacionalizar; frente a la emergencia de la vigilancia social sobre los recursos naturales por parte de varios sectores; el poder económico de Santa Cruz, busca la «autonomía» en aras de «poder manejar nuestros propios recursos» .
Este poder económico está conformado por varias instituciones: CAINCO , CAO , Federación de Empresarios Privados, Comité Cívico Pro Santa Cruz .
Cómo se preparó
Primeramente dieron representación en el Comité Cívico, a un sector indígena guaraní, liderizado por Bonifacio Barrientos, ya cooptado por las petroleras y conformado por un 10% del total de las comunidades de esta etnia, organizada en la APG .
Luego incorporaron, con buenos aportes de dinero y promesas varias por parte de los empresarios y las petroleras, a la Central Obrera Departamental (COD), al punto tal que el Gerente General de los Empresarios Privados (Julio Kempff) compuso recientemente, la letra del himno de la COD. El himno proletario cruceño está compuesto por los patrones.
Crónica de una Autonomía anunciada
Los hechos se desencadenaron a partir de junio de 2004, cuando el «aparato» empresarial acarreó a los trabajadores (35.000 choferes, 4000 obreros, 5000 productores agropecuarios, 10.000 universitarios, 15.000 «gremiales» -comerciantes de los mercados, etc.) y «juntó» en un mitin, a 100.000 personas bajo el lema «Autonomía y Trabajo».
Hacia julio, la élite cruceña sufrió su primer derrota política cuando un alto porcentaje de ciudadanos acudió a votar por el Referéndum sobre el Gas, una de las demandas de Octubre de 2003, pese al llamado a boicot por parte del Comité Cívico.
Decididos a lanzar el movimiento pro-autonomía, y con la excusa del decreto presidencial de fin de año que autorizó la subida de los combustibles, tomaron los edificios públicos, la renta y el INRA, institución que lleva a cabo el saneamiento y titulación de las tierras. Para estas acciones utilizaron a «barra bravas» de equipos de fútbol, universitarios y desocupados; una tentativa de toma del poder en los mejores términos fascistas: contando con apoyo de sectores populares. La respuesta de las FFAA, que no avalaban el aventurerismo de los líderes cívicos y que expresaran públicamente a través de la prensa, los hizo desistir de asaltar el poder departamental. Pocos días después el Prefecto renunciaba, mientras el gobierno decidía darle un marco de legalidad a la autonomía de Santa Cruz.
Maravillas Mediáticas
Mientras tanto, los medios de comunicación (salvo honrosas excepciones, producto del accionar de sus periodistas) hacían gala de su nulo profesionalismo, parcializándose en torno al conflicto; en el oriente a favor de la autonomía y en occidente en contra del comité cívico cruceño. Ningún medio desde el oriente se preocupó por hacer entender el movimiento en occidente y ningún medio en occidente se preocupó por entender lo que sucedía.
Esta parcialización acabó en un bloqueo informativo de un lado y del otro y esta actitud deliberada de desinformar, trajo como consecuencia el reavivar viejos enconos regionales y raciales entre cambas y collas, que además imposibilitó y marginó de una discusión, al resto del país y que finalmente acabó por fortalecer al propio gobierno, nacido sin partido político y, tras este conflicto, con bancada parlamentaria propia y manifestaciones de miles de ciudadanos de todo el país, en su favor.
Las maravillas mediáticas volvían a hacer de las suyas: si en Octubre de 2003 lograron «imponer» líderes sociales a una insurrección popular espontánea y atribuir la «Guerra del Gas» a 4 dirigentes sindicales, en Enero de 2005 lograban dividir el país en dos, haciéndolo retroceder 50 años y fortaleciendo la gestión de su ex colega y actual presidente Carlos Mesa, gurú y referente de toda la prensa hasta hace 4 años. Welcome to Bolivia.
Así las cosas, el «cabildo» del viernes 28 de enero (figura jurídica colonial hoy inexistente en el país) no se eligió a un nuevo prefecto, acción que constituía la 2ª alternativa de las élites para imponerse de facto en el poder departamental y, avalado por el gobierno, sólo se nominó a una asamblea de 200 legisladores y 4 delegados de etnias regionales, sobre la que recaería la autoridad autónoma regional de transición.
Todo parece indicar que el Poder Económico de Santa Cruz prevé llegar a la Asamblea Constituyente con representantes «pro-autonomistas», monopolizando la voz de Santa Cruz y dejando a las etnias indígenas sin representación alguna o cuanto menos, presentarse como la voz mayoritaria de la región, privilegiando sus intereses.
Sin embargo, los nubarrones no cesan, para los afanes de la élite cruceña. El primero de ellos es que aún ni siquiera tienen el modelo de «autonomía» que desean y mucho menos, una propuesta de relacionamiento con el resto del país. El segundo está dado en el costo de esta autonomía; costo que supone el mantenimiento de una burocracia ahora incrementada con un poder legislativo, policía, salud, educación, etc.
Autonomía: ¿Primera Parte de un Meganegocio?
Al día siguiente del cabildo, la Asamblea de Pueblos Guaraníes, conmemorando la «Masacre de Kuruyuki» de 1892 a manos del gobierno de entonces y de los terratenientes cruceños, publicó una solicitada en la que exigen: «una verdadera autonomía regional que significa la reconstitución de nuestro territorio originario… en la que hoy se encuentra la mayor riqueza económica del país: el gas… Proponemos a la Nación Boliviana que … se debe crear el «Departamento del Chaco»…»
De acuerdo a esta proclama, éste es el primer conflicto de proporciones que deberá enfrentar el autonomismo cruceño: la autonomía de los territorios donde se encuentra el gas. Y es que desde hace años, las etnias del oriente reclaman autonomía para sus territorios. Pero la autonomía de Territorios Indígenas supondría que tampoco el nuevo gobierno autónomo de Santa Cruz, tendría bajo tuición directa los recursos naturales, (gas y otros) objetivo real de las élites. La caja registradora de los hidrocarburos se escabullirían de sus manos y los portentosos ingresos irían a parar mayoritariamente, a las comunidades indígenas. ¿Alguien lo permitirá?
Son los pueblos indígenas, que desde hace 10 años ejercen un celosa vigilancia social sobre los RRNN frente a las corporaciones petroleras, la gran barrera para el gran afán de la élite: un mega-negocio con los RRNN, del que ya existen «muestras», como por ejemplo, Fundación Bosque Seco Chiquitano, donde participan ENRON y SHELL, que se abrogó la conservación del bosque sin ninguna autorización y violando la ley; o los acuerdos firmados sobre la reserva de Huanchaca, con la British Petroleum y American Electric Power y PacifiCorp. (acusada junto a SEMPRA y otras compañías, de provocar una crisis energética artificial en California, en 2001), como «sumidero» de carbono para que estas empresas puedan seguir contaminando el medio ambiente.
Parte del esquema trazado es que el gobierno autónomo sería un facilitador de operaciones de este tipo que no son sino, privatizaciones encubiertas de los RRNN bajo el pretexto de la conservación, despojando nuevamente a los pueblos indígenas y a la gente toda, de las fuentes que cimientan nuestras vidas.
Los afanes de las élites cruceñas tienen, pareciera ser, un solo norte: continuar siendo los «patrones» de esta gigantesca estancia plagada de riquezas inagotables, llamada Santa Cruz de la Sierra, aún cuando ellos sepan que van a pasar de ser los «propietarios», a simples «administradores» o «gerentes». ¿Autonomía para quién?
«Hoy, 28 de Enero de 2005, al igual que aquel enero de 1892, estamos frente a frente a los mismos de ayer. Unos se reúnen en Cabildo en Santa Cruz a nombre de concentrar su poder y los que siempre estuvimos oprimidos, nos reunimos en Kuruyuki (Camiri)» – Cierre de la Proclama del Pueblo Guaraní a la Nación Boliviana recordando 113 años de la Masacre de Kuruyuki, donde el Estado centralista boliviano y los terratenientes cruceños, exterminaron 5000 indígenas, como «solución final» al «problema guaraní»
Quilombo Libertario