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Evo Morales rompe con la derecha y califica la decisión de inconstitucional

Ultima hora: El presidente boliviano convoca a una Constituyente y un referendo autonómico por decreto

Fuentes: La Jornada

Luego de una jornada de sobresaltos, el presidente Carlos Mesa Gisbert decidió romper el nudo gordiano en Bolivia. A las 11 de la noche del jueves, en un discurso transmitido en vivo a todo el país, Mesa emitió el Decreto Supremo 28195, por el que convoca a la elección de los constituyentes y a la […]

Luego de una jornada de sobresaltos, el presidente Carlos Mesa Gisbert decidió romper el nudo gordiano en Bolivia. A las 11 de la noche del jueves, en un discurso transmitido en vivo a todo el país, Mesa emitió el Decreto Supremo 28195, por el que convoca a la elección de los constituyentes y a la realización del referéndum «nacional vinculante» sobre las autonomías departamentales para el próximo domingo 16 de octubre. Mesa justificó la decisión de su gobierno afirmando que «el país está viviendo un momento de extrema urgencia» y explicó también que lo hacía pensando en la «preservación de los criterios de unidad de la patria».

 

En su discurso, un Mesa enfundado en traje oscuro valoró la inutilidad de los esfuerzos realizados en el Congreso Nacional para llevar adelante el acuerdo nacional firmado por todos los partidos políticos con representación parlamentaria la noche del miércoles. Pero ante la imposiblidad del Congreso, dijo, de «resolver las distancias políticas», era el momento de que Bolivia asumiera su responsabilidad histórica y que él no veía otra salida que su decreto. Antes de retirarse, Mesa recordó que la demanda de nacionalización de los hidrocarburos tenía ya en la Asamblea Constituyente el escenario ideal para su discusión e invitó a los bolivianos a esperar hasta entonces para resolver el tema o modificar la recientemente aprobada ley de hidrocarburos.

 

El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales declaró que un aspecto positivo del decreto es que «recoge las aspiraciones del pueblo boliviano, pero se trata de un nuevo show del presidente Mesa porque es absolutamente anticonstitucional. Con este decreto lo que el presidente quiere es desmovilizar al pueblo, pero no resuelve nada, porque ¿qué pasa si el próximo martes el Congreso no ratifica el decreto? No pasa nada». Morales también se refirió al tema de los hidrocarburos. «El pueblo boliviano está pidiendo la nacionalización de hecho», dijo el diputado cocalero, «y Mesa pide que lo tratemos en la Asamblea Constituyente eludiendo su responsabilidad con la gente».

 

De su lado, varios de los representantes de la derecha de la ciudad de Santa Cruz, como el ingeniero Oscar Ortiz de la Cámara de Industria y Comercio cruceña, acusaron al presidente de irresponsable y de pretender sumir al país en el caos. El diputado cruceño Guido Áñez Moscoso afirmó a su vez que Mesa no posee las atribuciones para las convocatorias lanzadas, por lo que es muy probable que los legisladores y los representantes de los empresarios cruceños presenten un recurso de inconstitucionalidad contra el decreto ante el Tribunal Constitucional de Bolivia.

 

El diputado Luis Eduardo Siles, ligado abiertamente al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, afirmó que el decreto es completamente inconstitucional, ilegal y que por ello quedaba demostrado «que ya existe un nivel de insanidad en el gobierno… no se puede ejercer una presión de esa forma para obligar al Congreso a aprobar una ley en un plazo específico, por un presidente interino que ni siquiera ha ganado una elección; no puede ser». Con este nuevo giro en el debate político, los acontecimientos siguen haciendo saltar un escenario ya de por sí convulso por la falta de consenso en el Poder Legislativo.

 

Las razones del MAS

 

La tarde del jueves, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con los partidos de la derecha para aprobar la ley de convocatoria a la Asamblea Constituyente, el diputado y líder cocalero Evo Morales anunció que su bancada parlamentaria no permitiría ya más sesiones del Congreso Nacional de Bolivia mientras dicha normativa no se discutiera. En una conferencia de prensa realizada a finales de la tarde, desde su oficina en la Cámara de Diputados, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) consideró la posibilidad de exigir el adelanto de las elecciones generales y anunció que los bloqueos de caminos se recrudecerían.

 

Al final de la tarde, varios diputados del MAS ocuparon las sillas del présidium en el recinto de sesiones y no dejaron que el Presidente del Congreso Hormando Vaca Diez instalara la sesión prevista para esta tarde. Vaca Diez acusó al MAS de oponerse al tratamiento del referéndum sobre las autonomías de manera simultánea a la convocatoria a la Asamblea Constituyente, como habían acordado la noche del miércoles. El senador por Santa Cruz también dejó entrever que Morales y su partido estarían tratando de «demostrar que el Congreso no funciona», y ante «la falta de condiciones» declaró suspendido todo el trabajo legislativo hasta el próximo martes.

 

Un alcalde apoya al presidente

 

A las 9 de la noche, cuando la sesión del Congreso Nacional había sido suspendida, un grupo de cientos de cocaleros de la región del Chapare comenzó a acercarse a los alrededores de la Plaza Murillo para impedir que los parlamentarios abandonaran el centro paceño y lograron golpear al senador Gonzalo Chirveches. Evo Morales dio entonces una segunda conferencia de prensa para refutar las acusaciones de Hormando Vaca Diez y los diputados de Santa Cruz. «Es mentira que el MAS no quiera la Constituyente y se oponga al referéndum por las autonomías», puntualizó Morales.

 

Finalmente, Morales saludó a los sectores movilizados de todo el país y les pidió no rendirse ni cansarse. «Quiero decirles a todos mis compañeros que llegó la hora de acabar con la mafia política… el movimiento campesino no se va a cansar y seguiremos movilizados hasta que cambien esas políticas», concluyó.

 

Pero el cierre de esta jornada lo daría el alcalde de La Paz, Juan del Granado, un ex izquierdista barbado. Del Granado, luego del conflicto en el Congreso, y ante la amenaza de la escasez por los bloqueos de los campesinos aymaras y los vecinos alteños, solicitó una audiencia con el presidente. Dos horas después, en Palacio de Gobierno, Carlos Mesa convocó a todos los periodistas y volvió a sacudir el escenario. El alcalde paceño se mantuvo cerca del mandatario toda la conferencia, al término de la cual anunció que no había presionado a Mesa para que hiciera nada. «Simplemente coincidimos en la necesidad de cambiar el rumbo de los acontecimientos. Eso sí, si esta decisión no es ratificada por el Congreso, todas las instituciones de la paceñidad nos pondremos en huelga de hambre».

 

Una nota discordante dio el alcalde de la ciudad de Achacachi, cien kilómetros al norte de La Paz y considerada «capital» del pueblo aymara. El alcalde Eugenio Rojas, quien ha estado junto los dirigentes campesinos encabezando las movilizaciones que asolaron durante días la sede de gobierno, dijo a La Jornada que el decreto no cambia el estado de las cosas. «Mesa no entiende que primero tenemos que nacionalizar los hidrocarburos. Vamos a volver el lunes para hacerlo entender y sacarlo a chicotazos de palacio».