Declaración frente a la crisis política nacional El fallo del Tribunal Constitucional sobre la redistribución de escaños parlamentarios, favoreciendo principalmente al departamento de Santa Cruz a costa de Potosí, Oruro y La Paz, ha desatado una nueva crisis política. Aunque todos reclaman «consenso» y un pronto acuerdo, desde Rodríguez y Tuto Quiroga hasta Evo Morales, […]
Declaración frente a la crisis política nacional
El fallo del Tribunal Constitucional sobre la redistribución de escaños parlamentarios, favoreciendo principalmente al departamento de Santa Cruz a costa de Potosí, Oruro y La Paz, ha desatado una nueva crisis política. Aunque todos reclaman «consenso» y un pronto acuerdo, desde Rodríguez y Tuto Quiroga hasta Evo Morales, el hecho es que la crisis amenaza prolongarse y convertirse en un empatanamiento mayor, cuestionando incluso la realización en la fecha prevista de las elecciones generales.
En Junio la burguesía logró apartar a las masas de las calles, gracias a la traición del MAS que apoyó el nombramiento de Rodríguez y el adelantamiento de elecciones generales. Esto salvó al régimen y le dio nuevos aires a la clase dominante. Ahora, sectores de ésta buscan la forma de evitar el acceso de Evo Morales al gobierno, o lograr garantías suplementarias -como una sólida mayoría derechista en el Parlamento- si esto llega a darse. Más allá de los argumentos jurídicos que exhiben los cívicos cruceños, ese es el contenido de la nueva crisis política. Pero la redistribución de escaños es resistida no sólo por el MAS, sino también por sectores de las burguesías regionales del occidente, que no quieren perder espacios políticos.
La burguesía no teme tanto a Evo Morales y García Linera y sus «Diez Medidas» (un programa de colaboración con los empresarios, los terratenientes y las transnacionales en nombre de la «reinvención de la democracia» y el «capitalismo andino»), sino a las expectativas que un gobierno del MAS podría despertar en las masas, protagonistas de innumerables luchas y levantamientos, que ya no quieren esperar por la nacionalización del gas y la expulsión de Aguas del Illimani y otras transnacionales, por la tierra y el territorio y el libre cultivo de la coca, por el empleo y el salario.
Por ello, alertamos: Rodríguez, el Parlamento, el Tribunal Constitucional, los «cívicos», la embajada yanqui y otros «factores de poder», siguen conspirando contra los trabajadores y el pueblo para asegurar un desvío electoral lo más favorable posible a sus intereses. Pero no puede descartarse que si la crisis se prolonga, sectores de la derecha y del imperialismo empiecen a alentar otras variantes, para ganar tiempo prorrogando el actual gobierno e incluso, una eventual «salida de fuerza» -que puede gestarse desde dentro o fuera del gobierno o el Parlamento-, para «poner orden».
Los socialistas revolucionarios de la LOR-CI hemos denunciado en todo momento el carácter del desvío electoral -impedir que las masas avancen por el camino revolucionario abierto en Octubre y Junio- y la complicidad del MAS en el mismo. Hemos intervenido en los debates de la COB peleando por un «instrumento político de independencia de clase, basado en los sindicatos, con democracia obrera y con un programa obrero y socialista, que utilizara la tribuna electoral para unir las fuerzas de los trabajadores y enfrentar a la derecha y al reformismo del MAS, posibilidad que se frustró por la defección de los dirigentes sindicales. Ante la inexistencia de una alternativa obrera independiente, llamaríamos a votar en blanco o abstenerse y seguir la pelea por la organización política independiente de los trabajadores en torno a una salida obrera y campesina a la crisis nacional.
Pero sabemos que muchos trabajadores de la ciudad y del campo confían en el MAS. Por ello, estamos dispuestos a defender en común los derechos políticos y las legítimas aspiraciones democráticas del pueblo trabajador -como la demanda de una Asamblea Constituyente libre y soberana- contra todo intento de recortarlos aún más o de burlarlos. Pero les decimos también, no confíen en las negociaciones del gobierno y el Parlamento, en las que participa la cúpula dirigente del MAS. No dejemos que sean la burguesía y sus agentes los que resuelvan la crisis como les convenga. Los trabajadores, los campesinos, los pueblos originarios no pueden ser simples espectadores y tienen que expresar su propia voluntad política.
Por eso, llamemos a la COB, CSUTCB, FSTMB, FEJUVE y COR alteñas, federaciones de cocaleros, y demás organizaciones sindicales, populares y originarias, a convocar urgentemente a un gran encuentro nacional, para poner en pie la Asamblea Popular , compuesta con delegados de base y con mandato de sus asambleas -retomando la idea sembrada en Junio- para que el movimiento obrero, campesino y popular defina su propia posición ante la crisis política y trace un plan de lucha para imponer sus demandas, entre ellas, una asamblea constituyente verdaderamente libre y soberana, vale decir revolucionaria y no «consensuada» como quiere la burguesía y acepta el MAS, sino derribando a las podridas instituciones de esta «democracia para ricos», con su Parlamento y su Tribunal Constitucional, antros de la corrupción y la conspiración permanente contra el pueblo, su poder ejecutivo abogado de las transnacionales, su justicia defensora de la impunidad de los masacradores de febrero y octubre. Sólo un gobierno obrero y campesino basado en las organizaciones sindicales y de masas e impuesto por la vía de la movilización revolucionaria podrá garantizar la nacionalización del gas, la convocatoria de una Asamblea Constituyente así, y el conjunto de las demandas de los trabajadores y el pueblo.
¡¡Asamblea Popular para organizar el Plan de Lucha que imponga todas las Demandas Populares!!
Asamblea Constituyente verdaderamente Libre y Soberana ¡¡YA!!
01/10/2005