La petrolera hispano-argentina Repsol YPF reaccionó hoy al anuncio de nacionalización de hidrocarburos bolivianos con la declaración de que está dispuesta a renegociar con el Gobierno de Evo Morales sus contratos de explotación. La compañía, que ha tenido problemas por operaciones ilícitas de comercialización, dijo que esperará a conocer el contenido exacto del decreto que […]
La petrolera hispano-argentina Repsol YPF reaccionó hoy al anuncio de nacionalización de hidrocarburos bolivianos con la declaración de que está dispuesta a renegociar con el Gobierno de Evo Morales sus contratos de explotación.
La compañía, que ha tenido problemas por operaciones ilícitas de comercialización, dijo que esperará a conocer el contenido exacto del decreto que nacionaliza la producción de hidrocarburos y concede a las empresas extranjeras seis meses para regularizar su situación.
Esa empresa se vio obligada a restar de su inventario de reservas probadas de hidrocarburos mil 254 millones de barriles, fundamentalmente de gas, debido a las nuevas normas establecidas por los entes petrolíferos boliviano y venezolano.
Portavoces de la compañía en Madrid, que el diario El País no identifica, dijeron que Repsol YPF confía en llegar a una solución negociada con el Ejecutivo de Morales, y no considera probable abandonar Bolivia.
La petrolera española es la compañía extranjera que más ha invertido en aquel país, con activos que suman casi mil millones de euros, y controla más de la tercera parte de las reservas de gas bolivianas.
Bolivia representa un 18 por ciento de las reservas de hidrocarburos de Repsol YPF, un 10 de su producción y menos de tres por ciento de su beneficio neto, que el año pasado fue de tres mil 120 millones de euros.
Otras 25 petroleras internacionales están presentes en Bolivia, como la brasileña Petrobras, la francesa Total o las británicas British Gas y Bristish Petroleum.
Fuentes de la empresa señalaron a El País que esperan ver si se trata de una nacionalización total o si las petroleras extranjeras pueden seguir manteniendo su autonomía de funcionamiento.
«No es lo mismo que los militares bolivianos controlen los accesos a las plantas productoras a que sean ellos los que aprieten, u ordenen apretar los botones», dijo el vocero según la versión de El País.
El diario recuerda que el presidente de Repsol YPF, Antoni Brufau, había expresado el pasado 3 de marzo, tras una reunión con Morales, su intención de sentarse a negociar en la línea que quiera el Gobierno boliviano.
La Cancillería de España emitió ayer una nota oficial en la que muestra «preocupación» ante la decisión del Gobierno de Bolivia de tomar el «control absoluto» sobre sus hidrocarburos.
Al mismo tiempo, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero instó al diálogo entre el Ejecutivo de Evo Morales y las empresas petroleras.
«El Gobierno español sigue muy de cerca la situación y seguirá trabajando en coordinación con el conjunto de países que mantienen las relaciones más intensas con Bolivia para que se llegue a una solución satisfactoria para las partes», concluyó el comunicado.