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Masivo respaldo al presidente Kirchner

Su reelección sobrevoló por la Plaza de Mayo

Fuentes: APM

El jefe de Estado argentino habló ante una multitud. Un muy posible nuevo mandato fue el centro de todas las atenciones. Coincide con las expectativas de su homólogo Lula Da Silva, de Brasil. Para festejar el tercer año de su mandato y uno de los días nacionales de los argentinos -el 25 de mayo de […]

El jefe de Estado argentino habló ante una multitud. Un muy posible nuevo mandato fue el centro de todas las atenciones. Coincide con las expectativas de su homólogo Lula Da Silva, de Brasil.

Para festejar el tercer año de su mandato y uno de los días nacionales de los argentinos -el 25 de mayo de 1810 se constituyó el primer gobierno patrio-, el presidente Néstor Kirchner se dirigió a una verdadera multitud, reunida en la Plaza de Mayo, y dijo que trabaja para una país «más plural».

Si bien en ningún momento de su breve discurso el primer mandatario hizo mención expresa de su posible reelección, el año próximo, la invocación de un país más plural fue interpretada aquí como una alusión directa a su inminente proyecto electoral.

En las últimas semanas, los dirigentes y funcionarios más allegados a Kirchner reconocieron que es proyecto contempla la creación de un gran fuerza política, con organizaciones y dirigentes de distinto signo, sumadas al peronismo que en la actualidad cuenta con el indiscutible liderazgo del presidente.

Las últimas encuestas, incluso admitidas por los más enfervorizados opositores de la derecha local, indican que, a un año de cumplirse su mandato, Kirchner recoge el 80 por ciento de adhesión.

En tanto, los variopintos candidatos de oposición, desde el empresario ultraderechista Mauricio Macri hasta la apocalíptica Elisa Carrió -quien hace campaña pronosticando catástrofes, con discursos de centroizquierda pero propuestas conservadoras-, apenas si cuentan con un 10 por ciento de opiniones a favor.

Tras haber llegado a la presidencia con algo más del 20 por ciento de los votos y en medio de una crisis económica y política casi sin precedentes, Kirchner logró aglutinar a un complejo entramado de jefes políticos y organizaciones sociales, en los que se encuentran quienes alguna vez apoyaron las salvajes políticas neoliberales de los ’90 hasta y líderes del movimiento de desocupados urbanos, provenientes de partidos de izquierda.

También cuenta con el respaldo de los sectores mas representativos del movimiento de derechos humanos y de la dirigencia sindica tradicional, siempre aquí más vinculada a la derecha que a la izquierda. En el camino hacia esa construcción política, Kichner barrió con los anteriores jefes del peronismo, los ex presidentes Carlos Menem y Eduardo Duhalde, en la actualidad dos verdaderas piezas de museo.

Hebe de Bonafini, una de las líderes históricas de Madres de Plaza de Mayo, acompañó a Kirchner en el acto celebrado este jueves y en su convocatoria afirmó que se trataba de apoyar al presidente en su política de integración latinoamericana, aunque le recordó que la pobreza, aún no superada en este país, también es un crimen contra los derechos humanos.

No concurrieron ante la convocatoria presidencial decenas de organizaciones sociales, sindicales y de izquierda, que todavía no lograron traducir en términos electorales la indudable influencia que tienen en las luchas sindicales y sociales. En Argentina, casi el 50 por ciento de los trabajadores se desempeñan en la informalidad y la pobreza afecta al 40 por ciento de la población total.

El multitudinario acto de respaldo a Kirchner tuvo lugar un día después de conocerse que su principal aliado en la región, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, tiene una intención de voto favorable que deja muy atrás a las aspiraciones opositoras, de cara a las elecciones que se celebrarán en ese país en octubre próximo. De mantenerse esa tendencia, Lula conquistaría un segundo mandato.

En momentos en que Uruguay y Paraguay amenazan con Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos -lo que representaría un duro golpe político al Mercado Común del Sur (MERCOSUR)-, Brasil y Argentina -los dos socios mayores del bloque- auspiciaron con energía la incorporación de Venezuela al mismo. Conforme a los acuerdos alcanzados esta semana en Buenos Aires, ese país quedará integrado al MERCOSUR en forma plena en agosto próximo.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, seguramente será reelegido para un nuevo mandato en diciembre próximo – se espera que recoja un verdadero aluvión de votos-, lo cual, con las casi seguras continuidades en el poder de Lula y Kirchner en sus respectivos gobiernos, representaría un notable espaldarazo al proyecto de integración abierto en el área, con sus avances y vacilaciones pero necesario a la hora de construir políticas al menos de contención frente al hegemonismo de Estados Unidos.