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Pedro Montes: La COB no será cooptada por el MAS

Fuentes: Bolpress

El dirigente minero de Huanuni y ex militante del trotskista Partido Obrero Revolucionario (POR) Pedro Montes fue elegido como secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB) en el XIV Congreso de la máxima organización laboral, en reemplazo de Jaime Solares. Montes nació el 14 de abril de 1960 en el distrito minero de Catavi […]

El dirigente minero de Huanuni y ex militante del trotskista Partido Obrero Revolucionario (POR) Pedro Montes fue elegido como secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB) en el XIV Congreso de la máxima organización laboral, en reemplazo de Jaime Solares.

Montes nació el 14 de abril de 1960 en el distrito minero de Catavi y a los 18 años comenzó a trabajar en el interior de la mina de ese distrito. Se formó políticamente con Cirilo Jiménez, Severo Torres, Artemio Camargo y Filemón Escóbar.

Montes le dijo a Reuters que no tiene militancia política, pero conserva sus «principios trotskistas» adquiridos como alumno de Aurora de Lora, una de las cuatro «heroínas que hace 28 años realizaron una huelga de hambre que desencadenó la caída del dictador militar Hugo Banzer».

En 1980 sufrió todas las atrocidades cometidas por la dictadura de Luis García Meza. Su carrera sindical comenzó en 1984, cuando fue nombrado delegado de sección. Luego de la relocalización, en 1988, se fue a trabajar a la mina de Huanuni, donde fue elegido varias veces como dirigente de la Central Obrera Departamental de Oruro. El único partido político que abrazó ha sido el POR, pero se alejó y ahora mantiene independencia política.

Montes es enfático al asegurar que el cogobierno de la COB y el MAS no es una opción que será considerada durante su mandato, pues el ente sindical precisa independencia. «Los dirigentes deben dar una orientación que permita respetar la estructura clasista y los principios de la COB. No puede haber un paralelismo sindical de lo que se denomina el estado mayor del pueblo», adelantó.

El flamante dirigente reconoce que la COB tiene la imagen de organización débil y promete levantar al sindicato con la participación de todos los sectores y «desde las bases».

¿Derrota del evismo?

Aunque los estatutos de la COB señalan expresamente que el ejecutivo debe ser necesariamente un minero, la meta del MAS era lograr que un representante de otro sector sea elegido como máximo dirigente.

Las organizaciones que respaldan al Presidente Evo Morales ya no querían que la dirección de la COB esté en manos del proletariado minero. Antes de la elección del nuevo comité ejecutivo, uno de los coordinadores del autodenominado Estado Mayor del Pueblo, que nuclea a todas las fuerzas sindicales afines al MAS, Hugo Moldiz explicó que su partido pugnaría por la modificación de los estatutos para que sean los campesinos e indígenas los que encabecen la organización matriz de los trabajadores bolivianos.

«Vamos a promover la renovación de la entidad matriz para que tenga la capacidad de convocar a sus afiliados e incorporar a otros actores emergentes del modelo neoliberal. Para que ello se haga efectivo, vamos a plantear que el nuevo Comité Ejecutivo reciba el mandato de convocar a un Congreso Orgánico para que modifique el estatuto a fin de que el secretario ejecutivo no necesariamente sea un minero, como lo establece la actual normativa», dijo Moldiz antes de que se elija a la nueva dirigencia sindical.

Esta posición fue ratificada por el dirigente de los cooperativistas mineros Pascual Guarachi, otro aliado del gobierno de Morales, quien aseguró que una vez que se modifique el reglamento este sector podría pensar en proponer a un candidato.

Sin embargo, el líder campesino y actual parlamentario del MAS Román Loayza aseguró que los sectores afines al Estado Mayor del Pueblo apoyarían a un candidato de consenso y que surja del seno de la Federación de Mineros.

Un congreso cupular

Desde la inauguración del XIV Congreso de la COB quedó claro que el evento correría adelante con pocas representaciones de los diferentes sectores. Luego se demostró que el evento no fue preparado, discutido y analizado en las bases. Para los trotskistas, las bases fueron marginadas de este congreso.

El congreso cobista «cupular» estuvo condenado a ser como los anteriores: reunión de aparatos y camarillas de politiqueros pugnando por asaltar la dirección de la entidad matriz de los trabajadores, dejando a un lado la discusión ideológica necesaria que permita esclarecer el por qué de la crisis de la COB.

El XIV congreso fue convocado a la vieja usanza. Se repartieron a las confederaciones la cantidad de delegados que le correspondería según estatutos, que luego fueron distribuidos discrecionalmente a las respectivas federaciones y sindicatos dependiendo de las afinidades políticas. En ningún centro de trabajo se llevaron a cabo asambleas para elegir los delegados de acuerdo a la libre voluntad de los trabajadores.

Todos los nuevos sindicatos que surgieron peleando para hacer valer el derecho a la sindicalización no están representados. Es más, solo en la ciudad de El Alto existen cien mil trabajadores que no cuentan ni siquiera con organización sindical y que no gozan del «privilegio» de figurar en los estatutos.

Por un lado, en el XIV congreso pugnó el oficialismo (MAS) para convertir a la COB en apéndice del gobierno; por otro lado, la camarilla de dirigentes burocratizados que no tiene representación en las bases, que se aferran a los cargos directivos de la COB para vivir de la representación sindical. También participaron elementos descalificados con un pasado oscuro y no aclarado hasta hoy ante el movimiento obrero.

Frente a los dos grupos en pugna, los sectores más radicales sugirieron a los delegados de base conformar un BLOQUE REVOLUCIONARIO EN DEFENSA DE LA COB, para recuperar una entidad independiente, revolucionaria, ligada a las bases y cuyo objetivo final sea el de conducir al movimiento obrero por el camino señalado por la Tesis de Pulacayo y la Asamblea Popular, esto es conquistar el poder para instaurar un verdadero Gobierno Obrero Campesino.

El por qué del protagonismo proletario

Por tradición y estatutos, el principal dirigente de la COB fue elegido por la Federación de Mineros para preservar la ideología y la política del proletariado, que debe guiar al conjunto de los trabajadores y el pueblo hacia la liberación nacional y social. Las tesis programáticas de la Federación de Mineros y de la COB señalan que los trabajadores deben luchar por instaurar su propio gobierno dirigido por el proletariado y que, por tanto, deben combatir y superar a los gobiernos de otras clases sociales, ya sean estos reformistas, populistas o de extracción campesina o indígena.

La COB es un frente de unidad de todas las clases oprimidas por la burguesía y el imperialismo, pero, entre todos los sectores que la integran, no todos son iguales a la hora de definir su posición frente al sistema capitalista basado en la gran propiedad privada de los medios de producción ( tierras, minas, fabricas, etc).

¿Quién debe dirigir la COB? El proletariado. ¿Por qué? Por que es la única clase social que NO es propietaria de los medios de producción, instintivamente lucha por acabar con la gran propiedad privada y reemplazarla por la propiedad social y por ese camino liberar a todos los sectores oprimidos de la esclavitud capitalista, explican los trotskistas.

En ese marco, los campesinos y las clases medias urbanas, a diferencia del proletariado, son pequeños propietarios y en esa medida sus intereses los llevan a oscilar entre la política burguesa y la política revolucionaria del proletariado. A los pequeños propietarios los amarra su pequeña propiedad, mientras que el proletariado nada tiene que perder en el sistema capitalista.

La liberación de los campesinos y de los pequeños propietarios en general pasa por superar la pequeña parcela (minifundio) causa de su miseria y establecer la propiedad colectiva de la tierra y los medios producción. Ello solo es posible a través de la alianza obrero campesina que sepultara el sistema capitalista opresor. Según el POR, el gobierno «campesino» del MAS, en todos los pasos que da, se encarga de subrayar que no esta en contra de la propiedad burguesa, se esfuerza en respetarla y darle todas las garantías para su desarrollo. Esta es la mejor prueba de lo dicho anteriormente.

En términos políticos, en el XIV Congreso la pugna se dio entre los que luchan por la revolución y el socialismo y quienes batallan por profundizar la democracia burguesa y el capitalismo andino y amazónico.

Las capas más politizadas de los sindicatos consideran que el gobierno del MAS pretendió asaltar la COB para ponerla al servicio de su política burguesa, donde la gran propiedad privada (transnacionales) sigue vigente y la naturaleza burguesa del Estado no ha cambiado. «Sigue campeando la oligarquía nativa y responde negativamente a todas las demandas de los trabajadores con el argumento de que el Estado no tiene posibilidades. El gobierno del MAS no es ‘el gobierno del pueblo’, toda su política es un fraude y llena de falsas nacionalizaciones y falsas revoluciones agrarias, para vendernos gato por liebre», opina el POR.

El MAS, a través del «Estado Mayor del Pueblo», que públicamente ha declarado que surge para organizar grupos de choque contra los opositores y frenar los movimientos sociales, divide a la organizaciones sindicales, debilitándolas por dentro. Es clara la intención del MAS: estatizar los sindicatos para convertirlos en apéndices de un Estado que se empeña en defender y dar amplias garantías a las transnacionales.

El gobierno busca controlar la COB para que los trabajadores colaboren con su política pro burguesa. Eso significa que los obreros deberán abandonar la lucha por su liberación para esperar que algún día, los empresarios «patriotas y andinos» desarrollen el país a base de la colaboración entre los obreros, los empresarios «andinos» y las trasnacionales. Esta política del colaboracionismo de clase no es nueva. Ya en el pasado el gobierno del MNR, que se decía un gobierno popular, uso a los trabajadores, puso de Ministros a sus dirigentes, para que colaboren con sus propios explotadores, los capitalistas y las trasnacionales. El resultado de esa política ha sido funesto para el país: los ricos se han hechos más ricos y los pobres cada vez más pobres.

El nuevo Comité Ejecutivo

En la nueva cúpula de la COB hay representatividad de todos los sectores obreros. La integran Mario López, secretario general (fabril); César Lugo, secretario de Relaciones Internacionales (minero); Ramiro Condori, secretario de Finanzas (trabajador universitario); Ramiro Leaño, secretario de Organización (minero); Ángel Durán, secretario de Organizaciones (campesinos); Agustín Jiménez, secretario de Conflictos (fabril); Freddy Ramos, secretario de Defensa (mineros),; Tomasa Quelca, secretaria de Defensa (campesina); Simón Quelca, secretario de Vivienda (constructor); Octavio Urquizo, secretario de Transportes (Senac); Arnoldo Osinaga, secretario de Cultura (magisterio urbano); Fernando Ortiz, secretario de Prensa y Zenón Yupanqui, secretario de Defensa Sindical (gremial).

El gobierno del Presidente, Evo Morales espera que la COB corrija el «grave error» que cometió al elegir como miembro del nuevo directorio del máximo organismo laboral a Angel Durán, quien formó parte de los dirigentes que recibieron dinero del «gonismo». El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales Alfredo Rada denunció las actividades en las que estuvo involucrado Durán a los nuevos dirigentes cobistas.

Según Rada, «este grave error (la elección de Durán, resta autoridad moral al nuevo Comité Ejecutivo para encarar las tareas que las bases de los trabajadores esperan».