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Campaña contra el gobierno popular

La oposición boliviana sigue poniendo trabas

Fuentes: APM

Los sectores de la derecha intentan desprestigiar a un ministro y ensombrecer la tarea de la Asamblea Constituyente con argumentos de acumulación de poder. Nacionalización de hidrocarburos, el tema de fondo. Ante la embestida de la oposición boliviana hacia el proceso de nacionalización del los hidrocarburos, expresada en el intento de destituir al ministro Solíz […]

Los sectores de la derecha intentan desprestigiar a un ministro y ensombrecer la tarea de la Asamblea Constituyente con argumentos de acumulación de poder. Nacionalización de hidrocarburos, el tema de fondo. Ante la embestida de la oposición boliviana hacia el proceso de nacionalización del los hidrocarburos, expresada en el intento de destituir al ministro Solíz Rada en el Senado, Evo Morales lo confirmó en su cargo y el Movimiento al Socialismo llamó a la población a defender al gobierno de los «malhechores», y «vendepatrias».

El miércoles a la noche 13 senadores del derechista partido Podemos y el único senador de Unidad Nacional dieron quórum para votar la censura del ministro de Hidrocarburos Andrés Solíz Rada, uno de los impulsores de la nacionalización de las empresas gasíferas e hidrocarburiferas de Bolivia. Intentaban de esta manera desestabilizar al gobierno popular que asumió en enero de este año. El más, con 12 senadores, no pudo impedir la sesión.

Además ayer la oposición se declaró en estado de alerta cuyo fin es que la Asamblea Constituyente apruebe un reglamento que autorice la modificación del texto constitucional por mayoría absoluta, lo que le permitiría aprobar sus proyectos pese a estar en clara minoría. El argumento, además de ilegal, es antidemocrático.

Las agrupaciones Podemos y Movimiento Nacional reformista (MNR), y el centroderechista Unidad Nacional, intentan sumar a su cruzada anti gubernamental a los comités cívicos pro autonómicos de Santa Cruz oriental, los norteños de Beni y Pando y de Tarija, en el sur del país, reconocidos bastiones de de la oligarquía local y los sectores que concentraron el poder durante décadas.

Por su parte, el MAS espera lograr consenso en la Asamblea para que esta declare su carácter originario, condición que le otorga plenos poderes.

El Movimiento al Socialismo (MAS) -partido de gobierno- hizo un llamado a la población a «ponerse en estado de emergencia» frente a la oposición derechista.

«Los resabios de los partidos tradicionales, ahora agrupados en Podemos han dado un certero zarpazo al pueblo que ha dado el mandato de recuperar los hidrocarburos», sostiene el comunicado del MAS.

«Estos malhechores -continua- le han dado el mejor argumento a las trasnacionales, porque con esta actitud les vuelve a dar la posibilidad de que recuperen el control de los hidrocarburos, que ahora son del pueblo gracias al presidente Evo Morales».

Según ex presidente de Podemos Jorge Quiroga, a través de las medidas de devolver los recursos naturales al estado y la legítima mayoría votada por el pueblo que el MAS tiene en la Asamblea Constituyente, se está armando un plan para gestar un golpe de Estado «solapado». Asimismo afirma que el gobierno de Evo Morales, amordaza a todos los poderes constitucionales para imponer su programa de medidas.

Sin embargo, asambleístas del MAS, entre ellos Raúl Prada, el vicepresidente de la directiva del foro, Roberto Aguilar, y delegados de Unidad Nacional aseguraron que respetarán los poderes establecidos, además del voto de los dos tercios para la aprobación del nuevo texto constitucional, antes de someterlo a referendo popular.

Luego de la intentona de la derecha del miércoles, el presidente Evo Morales calificó de «vendepatrias» a los senadores opositores. «Son la basura neoliberal», adujo. «Antes, estos masacradores y vendepatrias quisieron expulsarme del Parlamento y hoy quieren expulsar al ministro Soliz Rada. No lo lograrán», afirmó.

La semana pasada, Morales denunció públicamente que con unos 11 millones de dólares, sectores oligárquicos y empresas transnacionales conspiran contra la Asamblea Constituyente. En ese sentido instó a las organizaciones sociales a que se movilicen a Sucre con el fin de someter a ese foro a una vigilancia popular.