Alrededor de 4 mil militares y policías esperan tomar posiciones «para restablecer el orden»
El gobierno federal abrió anoche un último compás de espera antes de tomar posiciones en las zonas ocupadas de la capital oaxaqueña, operativo que se aplicará en el transcurso de este domingo para «restablecer el orden». Según fuentes oficiales consultadas, la fuerza pública se utilizará ‘»sólo para repeler posibles agresiones».
Después de dar un ultimátum a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) para que entregue inmediatamente calles, plazas, edificios públicos y bienes de propiedad privada tomados, y de justificar el envío a la entidad de al menos 4 mil efectivos, el titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Carlos Abascal Carranza, dijo -a pregunta expresa- que la exigencia para el mandatario estatal, Ulises Ruiz, es que «respete el estado de derecho y se conduzca con prudencia y responsabilidad».
En un pronunciamiento hecho poco después de las 10 de la noche, el funcionario aseveró que el despliegue de fuerzas federales ordenado por el Presidente de la República obedece a la incapacidad de los gobiernos estatal y municipal de garantizar la seguridad pública y la paz social, así como «a la presencia de grupos radicales, fuera de control, que ponen en riesgo la tranquilidad de la ciudadanía».
Antes, el subsecretario de Gobierno de la SG, Arturo Chávez, confirmó que «no está contemplada ninguna acción para las fuerzas federales en la noche de hoy (sábado) y la madrugada de mañana, salvo que las circunstancias así lo impusieran». Tales «circunstancias» se refieren a sucesos como los ocurridos en la víspera.
Abascal Carranza informó que la fuerza pública estará en Oaxaca «sólo el tiempo que sea necesario», y sostuvo que el operativo «no busca apoyar a ninguna de las partes en conflicto, sino únicamente el restablecimiento del orden en beneficio de la ciudadanía».
Pese a la invitación a la comisión negociadora de la APPO para que se traslade hoy a la ciudad de México a fin de continuar la negociación, el operativo federal se mantiene como una decisión tomada, con el propósito de quitar las barricadas y liberar las vías de comunicación, confirmaron las fuentes consultadas.
El responsable de la política interna sostuvo que el empleo de la fuerza pública es «un recurso legítimo que no implica coartar la libertad de expresión y el derecho de manifestación de todos los oaxaqueños».
El Ejecutivo federal justificó -en ocho puntos- el despliegue de fuerzas federales a Oaxaca por los hechos del viernes, que dejaron un saldo de tres muertos y más de 20 heridos, pero también -dijo Abascal- derivado de la solicitud de apoyo de la fuerza pública por parte del Congreso local, «ratificada hoy por el gobierno estatal», en los términos del artículo 119 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
De igual forma, agregó, se realiza ante la necesidad de brindar protección suficiente a los alumnos y maestros que han ratificado su decisión de regresar a clases a partir de mañana.
Dijo que el gobierno de la República preservará las vidas humanas, independientemente de quien se trate; también ratificó el compromiso de la administración federal de impulsar la reforma del estado en Oaxaca, tanto en lo político como en lo social y en lo económico.
«El Ejecutivo federal reitera que el empleo de la fuerza pública es un recurso legítimo que no implica coartar la libertad de expresión y el derecho de manifestación de todos los oaxaqueños», expresó.
Ulises Ruiz acude a Bucareli
Por la mañana, Abascal Carranza se reunió en Bucareli con el gabinete de seguridad (integrado por los titulares de Marina, Sedena, Seguridad Pública, Procuraduría General de la República y del Cisen), además del canciller Luis Ernesto Derbez.
Poco después de las 11 acudió al Palacio de Covián el gobernador Ulises Ruiz, quien después de permanecer alrededor de tres horas en la dependencia y sostener una reunión con Arturo Chávez, salió al volante de su camioneta negra Mercedes Benz, fuertemente custodiado por al menos cinco elementos de su equipo de seguridad.
No hubo información oficial del encuentro, pero se supo que se ultimaron detalles del operativo programado para este domingo.
Al mismo tiempo, a unos cuantos metros de donde se hallaban los funcionarios federales y el gobernador, se desarrollaba la mesa de negociación con la comisión de 14 maestros de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.