La riqueza de un pequeño grupo se consolidó con Fox y suma ahora 6% del PIB, según estudio con el PNUD El ingreso de multimillonarios es 14 mil veces el del promedio de la población
El poder de los grandes grupos empresariales y de los sindicatos corporativos del antiguo régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se consolidó en el gobierno del presidente Vicente Fox Quesada, al punto de convertirse en uno de los mayores generadores de desigualdad y freno al crecimiento. Esta es la conclusión a que llegaron el Banco Mundial (BM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en un contundente reporte que será hecho público esta semana.
»En la actualidad, los grupos poderosos se benefician del status-quo y no tienen incentivos para cambiar su conducta. Hasta la fecha se ha observado un equilibrio político en el que estos grupos reciben rentas sustanciales a costa del dinamismo en el crecimiento», señaló el reporte.
El reporte identifica »un grupo de 20 personas o familias», a los que llama los »multimillonarios mexicanos», que han consolidado su poder económico en esta administración. En 2006, abunda, la riqueza de este pequeño grupo empresarial se elevó a poco más de 6 por ciento del PIB, unos 555 mil millones de pesos. En 2000, al inicio del gobierno de Vicente Fox, que concluye el próximo jueves, el »valor neto de los multimillonarios» era de 5 por ciento del PIB, es decir, 254 mil 200 millones de pesos, si se toma en cuenta el valor del producto de ese año.
Asegura que la mayoría de los integrantes de este grupo de 20 personas o familias »heredó parte de su riqueza y casi la mitad se benefició de las privatizaciones realizadas a principios de los años 90». Aunque no menciona nombres, los sitúa en sectores específicos que hace fácil identificarlos: minería, banca, telecomunicaciones, industria cervecera, del cemento, farmacéutica, comercio al menudeo, bienes raíces, televisión y tortillas.
»La desigualdad y el lento crecimiento son dos de los problemas más importantes que enfrenta México en la actualidad», indica el informe La trampa de la desigualdad y su vínculo con el bajo crecimiento en México. »Con pocas excepciones, el sexenio del presidente Fox fue un periodo en el que no se atendieron los aspectos de las desigualdades que reducen el crecimiento», abundó. »Desde una perspectiva internacional, la proporción de la riqueza de los multimillonarios mexicanos con respecto al PIB es más cuantiosa que en la mayor parte de los países, pero no es la más alta». Están más arriba: Kuwait, Arabia Saudita, Rusia, Singapur, Malasia y Chile.
El informe fue elaborado por Isabel Guerrero, directora del Banco Mundial para México; Luis Felipe López Calva, del PNUD México y profesor de la Universidad de Stanford, y Michael Walton, profesor de la Universidad de Harvard, y se hará público este lunes, cuando se realice en el Distrito Federal la conferencia internacional »Equidad y competencia para un alto crecimiento en México», organizada por el Banco Mundial y el Centro David Rockefeller de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Harvard.
Al analizar la forma en que los grupos de poder económico han logrado proteger sus intereses, el estudio asegura que ese selecto club de multimillonarios y sus familias »tienen un ingreso casi 14 mil veces el del promedio de la población».
Agrega: »La concentración de la riqueza familiar puede llevar a concentraciones mucho mayores de influencia corporativa, por medio de estructuras piramidales de propiedad empresarial, en las cuales los patrones interconectados de propiedad corporativa implican que las familias controlan activos que son un múltiplo de su propiedad efectiva».
El reporte sostiene que la forma de operar de este puñado de empresarios con alto poder económico y gran influencia política es también un freno a la generación de crecimiento económico.
Los herederos no crecen
Asienta: »El impacto de la influencia desigual y la riqueza en el crecimiento depende de si es resultado de individuos dinámicos, creadores de riqueza o de empresarios buscadores de rentas con grandes niveles de influencia. La evidencia internacional apunta a que la riqueza de los multimillonarios no herederos de la misma se asocia con mayor crecimiento. Por su parte, la riqueza de los multimillonarios herederos se asocia con menor crecimiento. La mayor parte de los multimillonarios (mexicanos) contemporáneos heredó su riqueza inicial, mientras otros se beneficiaron de las privatizaciones. Muy pocos de ellos generaron su propia riqueza».
Los autores citan estudios según los cuales confiar el gobierno de grandes secciones del sector corporativo de un país a una mínima élite puede sesgar la asignación del capital.
»A fin de conservar sus posiciones de privilegio dentro del status-quo, las elites controladoras utilizan sus contactos políticos para obstruir el desarrollo institucional de los mercados de capital y erigir toda una serie de barreras de entrada» a competidores.
Después de esa aseveración, el estudio analiza la forma en que empresas dominantes, como Teléfonos de México propiedad de Carlos Slim han obtenido amparos para evitar sanciones, cuando autoridades regulatorias han encontrado que incurren en prácticas monopólicas.
»Se encontró que algunas de las compañías que habían sido declaradas culpables de prácticas monopólicas habían obtenido amparos, como Teléfonos de México, Radiomóvil Dipsa, o Telcel, Ferrocarriles del Sur, Fomento Económico Mexicano (Femsa), Grupo Modelo y Grupo Televisa». Añade que una cuarta parte de los casos de abuso de poder monopólico en México se relacionan con empresas controladas por los multimillonarios mexicanos que aparecen en la lista de Forbes.
El poder del corporativismo
El estudio del Banco Mundial también pasa revista a los grandes sindicatos emblema del corporativismo priísta: cita específicamente al de los trabajadores petroleros, al de la Comisión Federal de Electricidad, de los trabajadores de la educación y del Instituto Mexicano del Seguro Social. Los identifica, junto con los intereses de los grandes empresarios, como beneficiarios de un estado de cosas que impide el crecimiento económico y la mejor distribución de la riqueza.
»Estos grupos son mucho, mucho menos ricos que los auténticos millonarios, como sucede con todos los mexicanos». Sin embargo, añade, petroleros, electricistas, maestros y sindicalizados del IMSS, »están en condiciones significativamente mejores que los ciudadanos promedio del país». Las diferencias, argumenta, residen tanto en las ganancias monetarias como en toda una gama de prestaciones de las que gozan »en los sectores corporativistas protegidos, entre los que se incluye la vivienda, pensiones, servicios de salud y créditos».
Según los autores del estudio, los sindicatos pueden desempeñar un papel valioso en la protección de los intereses de sus miembros y en la ampliación del debate público en una sociedad democrática. »Sin embargo, cuando se ejerce en sectores protegidos y por medio del proceso político, la influencia de los sindicatos puede tener costos para la sociedad en general».
Aquí menciona que los sindicatos »en sectores protegidos» han sido activos en su resistencia al cambio de políticas, »por ejemplo con respecto a la inversión privada en petróleo y energía».