La consigna que corre como reguero de pólvora es «tomar la prefectura para echar a patadas a Reyes Villa». Los dirigentes frecuentemente son insultados por su conducta blandengue y son obligados a encabezar las acciones de los movilizados. El lunes, cuando algunos grupos se aprestaban a prender fuego a las puertas de la prefectura se […]
La consigna que corre como reguero de pólvora es «tomar la prefectura para echar a patadas a Reyes Villa». Los dirigentes frecuentemente son insultados por su conducta blandengue y son obligados a encabezar las acciones de los movilizados.
El lunes, cuando algunos grupos se aprestaban a prender fuego a las puertas de la prefectura se produjo la gasificación a la muchedumbre ordenada por el comandante de la policía que había sido designado apenas horas antes, hecho que encolerizó aún más a los movilizados.
La Ministra de Gobierno destituyó al flamante comandante por haber reprimido a «los movimientos sociales» y nombró a otro que no es del agrado de la tropa. La policía se replegó dejando la prefectura a merced de los movilizados, momento en el que se produjo el desborde de la gente que terminó quemando las puertas del edificio prefectural, tomando y destruyendo gran parte de sus instalaciones. La muchedumbre también quemó dos vehículos que se encontraban estacionados en la plaza principal. Cuando todo ya estaba consumado, retornó la intervención de la tropa policial.
Tres días después de esos acontecimientos, las carreteras departamentales de Cochabamba continúan bloqueadas con gomas, troncos y piedras. La Terminal de Buses de La Paz suspendió la salida de buses a la capital valluna desde las 15.00 de martes. Algunas empresas decidieron enviar buses a Santa Cruz por una ruta alterna, más larga y más costosa: La Paz – Oruro – Potosí – Sucre – Santa Cruz. Los pasajeros desesperados bloquearon esta mañana calles del centro de la ciudad.
El viceministro de Coordinación Parlamentaria Héctor Arce comentó que los conflictos sociales que se viven en Cochabamba son «muy complejos y delicados» y dijo que el gobierno intenta abrir un diálogo con los sectores movilizados para buscar una solución definitiva al tema. «Es bueno aclarar que la responsabilidad de este hecho no es del gobierno. Con mucho respeto tenemos que decir la verdad y claridad, ha sido una reacción de la sociedad cochabambina ante algunas acciones incorrectas del Prefecto Manfred Reyes Villa».
Arce aseguró que ninguna autoridad del gobierno, menos el Presidente Evo Morales, instruyó el derrocamiento o la renuncia del Prefecto. Sin embargo, admitió que muchos de los sectores movilizados son afines al MAS. «El MAS no es un partido político, es un instrumento político de las organizaciones sociales, es decir, está conformado por diferentes sectores, a los cuales el MAS y mucho menos el gobierno nacional pueden subordinarles y decirles qué hacer y qué no hacer. La dinámica de los sectores sociales es una dinámica muy diferente a la dinámica política y son ellos los que nos dan mandatos; pese a eso el gobierno asume su responsabilidad, se va mantener el Estado de derecho, la vigencia de derechos y libertades en Cochabamba», aseveró Arce.
La solución al conflicto de Cochabamba pasa porque el prefecto Manfred Reyes Villa desista de convocar al referéndum de autonomías. De ser así, los movimientos sociales están dispuestos a suspender las movilizaciones, señaló el viceministro de Descentralización Fabián Yaksic.
La movilización anunciada por el Comité Cívico, a realizarse esta tarde, en rechazo de la renuncia del prefecto tuvo que se suspendida debido a que los cocaleros masificaron su presencia en los diferentes puntos de bloqueo en las carreteras y se dirigen a la ciudad de Cochabamba. Los dirigentes de las organizaciones cocaleras sostienen que no darán marcha atrás en su demanda. Más al contrario, se volvieron a concentrar esta mañana en la Plaza 14 de Septiembre.
En tanto, el Prefecto Reyes Villa aseguró que no renunciará y recordó que él fue elegido por la vía democrática. «La voluntad del pueblo no se negocia y yo no voy a negociar la voluntad del pueblo, no voy a renunciar», declaró. El cardenal Julio Terrazas pidió paz y «que Bolivia no se muera». Terrazas se declaró «muy preocupado» por la situación nacional y en particular por lo sucedido en Cochabamba. «Que no se contagie la violencia a otros departamentos», clamó el religioso.
Existe un repudio general por los hechos de violencia que se registraron en Cochabamba, dijo el Prefecto de La Paz José Luís Paredes. En su criterio, debería ser el Presidente Morales quien convoque a un nuevo referéndum autonómico en junio y así se sabrá con certeza y sobre bases claras qué es lo que piensa la ciudadanía de los nueve departamentos en un escenario nuevo como el que tenemos actualmente. «La propuesta que traigo ahora es que sea nuestro gobierno el que convoque a un referéndum nacional con vinculación nacional para consultar si la gente está de acuerdo con el régimen autonómico y el referéndum que sea en junio», planteó el Prefecto de La Paz y de inmediato amplios sectores del MAS rechazaron la propuesta.
Los sectores más radicalizados de Cochabamba, sobre todo los universitarios dirigidos por la FUL urista de San Simón, generalizan otra consigna: «Hay que echar a patadas a Reyes Villa de la prefectura, pero no basta eso; este es el momento de derrotar a la derecha destruyendo su basamento de sustentación», que es la gran propiedad privada de los medios de producción. Ha llegado la hora de acabar con el latifundio productivo e improductivo; imponer la nacionalización de todos los yacimientos mineros que se encuentran en manos de las transnacionales, de la minería privada mediana y pequeña; nacionalizar la banca, etc.
El ampliado de la COD realizado al final de la jornada del lunes, bajo la presión de las masas movilizadas, resolvió masificar el bloqueo de calles y caminos a partir de las cero horas del martes 9 de enero.