Con 26 acuerdos bilaterales firmados, Venezuela y Bolivia inician una etapa sin precedentes en sus relaciones, que para fuentes diplomáticas van más allá de los lazos usuales de comercio y apuntan a una alianza estratégica.Jorge Alvarado, Encargado de Negocios de la Embajada de Bolivia en Caracas y ex presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), […]
Con 26 acuerdos bilaterales firmados, Venezuela y Bolivia inician una etapa sin precedentes en sus relaciones, que para fuentes diplomáticas van más allá de los lazos usuales de comercio y apuntan a una alianza estratégica.
Jorge Alvarado, Encargado de Negocios de la Embajada de Bolivia en Caracas y ex presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), considera que se trata de un nuevo modelo, alejado de los conceptos tradicionales.
Recién llegado a su nueva plaza al inicio de 2007, Alvarado conversa con Prensa Latina sobre las perspectivas de unos vínculos que el presidente de su país, Evo Morales, considera un paso para enterrar definitivamente el modelo económico neoliberal.
Como buen experto energético y a partir de la preponderancia de este sector en el futuro de su nación, el diplomático decide comenzar la conversación por las perspectivas de la cooperación en hidrocarburos, que abarca cinco acuerdos ya firmados.
Al respecto Alvarado recuerda que los hidrocarburos bolivianos estaban en manos de empresas transnacionales mediante contratos mal ganados, pues se les había entregado la propiedad de yacimientos ya descubiertos con inversión del Estado boliviano.
Ahora -agrega- se firmaron nuevos contratos con reglas del juego puestas por los bolivianos y se abrió el camino a la industrialización del gas, una base económica del futuro.
En ese proceso Bolivia recibe apoyo importante de Venezuela, sobre todo en lo relacionado con la recuperación de los líquidos del gas, que es del 10 por ciento del volumen total.
Además de lo que representa el metano para la industria de los plásticos, ello permitirá levantar una planta de urea, que en un país eminentemente agrícola garantizará el abono necesario y exportación.
Alvarado explica que esta área de la industrialización ha de ser muy importante para el desarrollo de Bolivia y con ayuda de Venezuela se instalarán dos plantas, una en el sur y otra en la región centro oriental.
Igualmente Venezuela se dispone a entrar con inversiones importantes para descubrir nuevas reservas donde las transnacionales no quisieron buscar y una vez descubiertas podrá participar en la producción.
El diplomático precisa que en la Cumbre de Cochabamba, el presidente Evo Morales propuso avanzar en la seguridad energética de los países latinoamericanos y construir la unidad sobre esa base.
En opinión de Alvarado, Bolivia, primer productor de gas de América Latina, y Venezuela, uno de los mayores productores de petróleo, deben jugar un rol preponderante en la seguridad energética y unidad de los países latinoamericanos.
En el terreno comercial, explicó que su país ya exporta a Venezuela soya, caraota negra y piensa expandir las ventas a carne de pollo, mientras importa unos 250 mil barriles diarios de diesel, en condiciones favorables.
Respecto a la Educación y salud, agrega, se utilizan ya de 250 a 300 de las cinco mil becas ofrecidas para formación de profesionales y especialización, fundamentalmente en el área de hidrocarburos.
En Salud, Venezuela apoya con equipamiento de hospitales, incluso con la perspectiva de construir algunos, y con apoyo venezolano y de Cuba en unos tres años se erradicará el analfabetismo que alcanza 10 a 15 por ciento de la población.
Alvarado apunta que, lastimosamente las fronteras de Bolivia han sido muy abandonadas en el pasado y Venezuela ayuda en la construcción de algunos sitios militares en esas zonas para la defensa.
Esto -puntualiza- no quiere decir que Venezuela envía militares al estilo de Estados Unidos, sino va a ayudar a garantizar la presencia de los militares bolivianos en las fronteras.
En cuanto a infraestructura, indica que Bolivia recibió una donación muy significativa de dos millones de dólares en asfalto que permite atender zonas donde era imposible caminar en tiempos de lluvia.
Asimismo expresa que hay otros proyectos como la apertura de un banco venezolano para dar créditos a pequeñas y medianas industrias, fuentes principales de trabajo en Bolivia.
También resalta la donación de tractores para mecanizar la agricultura, lo cual permitirá producir con menor costo que con las condiciones arcaicas actuales provenientes de la colonia.
Como prioridades inmediatas, el diplomático considera que se debe trabajar por hacer efectivos a la brevedad posible todos los convenios firmados, con el propósito de garantizar la rápida ejecución de los acuerdos.
Ese es mi objetivo primario, pero también buscar mercados para nuestros productos y ver que exportaciones venezolanas podríamos llevar a Bolivia, subraya.
En términos estratégicos, Alvarado estima que se trata de relaciones entre países hermanos dentro de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), tratado iniciado por Venezuela, Cuba y Bolivia, con perspectivas de integración de Nicaragua y Ecuador.
Es un tratado que favorece igualmente a todos los países miembros e impulsa la ayuda mutua, a diferencia del tratado de libre comercio dirigido a abrir mercados a Estados Unidos para que traiga sus productos subvencionados.