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Enrique Pineda, integrante de Jóvenes en Resistencia Alternativa (México)

«La Otra Campaña articula un mosaico de resistencias en todo el país»

Fuentes: Rebelión

Enrique Pineda es integrante de Jóvenes en Resistencia Alternativa (JRA), colectivo adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y activo participante de la Otra Campaña. En su paso por Argentina -luego de una charla convocada por el colectivo La Llanura- le realizamos esta entrevista, en la que expone sus puntos de vista acerca […]

Enrique Pineda es integrante de Jóvenes en Resistencia Alternativa (JRA), colectivo adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y activo participante de la Otra Campaña. En su paso por Argentina -luego de una charla convocada por el colectivo La Llanura- le realizamos esta entrevista, en la que expone sus puntos de vista acerca de la iniciativa lanzada por el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, que cumple ya un año de vida en éstos días.

-¿Como toma Jóvenes en Resistencia Alternativa el llamado del EZLN en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona?

Enrique Pineda: Jóvenes en Resistencia Alternativa (JRA) es un colectivo pequeño, de una veintena de personas -esencialmente universitarios-; una cuarta parte de estos venimos desde el zapatismo, desde el alzamiento. JRA había tenido y ha tenido siempre una afinidad muy cercana al EZLN y ha orbitado de hecho alrededor de las iniciativas del EZLN. Entonces era natural, de alguna manera, para nosotros, responder al mayor referente político que tenemos que es el EZLN (así lo hemos definido incluso dentro de JRA: el mayor referente político es el EZLN). Entonces la Sexta Declaración viene en un momento de definición, con muchas reflexiones que nosotros también habíamos venido trayendo; la Sexta viene en un momento en que se abre una disyuntiva frente a la izquierda institucional, y donde nosotros ya teníamos una postura clara de no entrar en ese camino. La Sexta viene como un llamado de radicalización y de toma de postura en el cual JRA no tiene problema en entrar, sino que nos sentimos muy cómodos con esta definición y con encontrarnos con mucha gente que también la había hecho.

¿Cuántas organizaciones están participando de la Otra Campaña y a cuánta gente aglutina?

E.P.: Bueno, la Otra originalmente tiene, según el informe que ha dado el EZLN, alrededor de 1100 organizaciones adherentes en todo el país. Cerca de estas 1100, 400 son colectivos, 100 son pueblos indios, hay 200 o 300 que son organizaciones sociales (como así se definieron) y muchas más que no se definen como ninguna de éstas. Pero digamos, si ahí lo ubicas, es más o menos como el tipo de conformación que tiene la Otra, con movimientos populares, sociales, organizaciones políticas y colectivos. Pero yo hablaba de la idea de los 5 dedos de la Otra: pueblos indios, clases medias radicalizadas organizadas en colectivos, precariado en el trabajo (de los trabajadores con condiciones laborales muy malas, no los grandes sindicatos); la gente de abajo más excluida (como redes de trabajadoras sexuales, graffiteros, punks, homosexuales, lesbianas, pequeños colectivos todos ellos) y las organizaciones populares, más sociales, más representativas. Y en todo el país es muy distinto. La Otra Campaña en cada Estado tiene una forma organizativa distinta, y cada uno ha tenido procesos también distintos de respuesta al EZLN. En algunos estados o provincias (como le dirían acá) la respuesta es masiva y sumamente organizada; en algunos, hay mucho consenso, en otros no; en otros hay muchas diferencias; en otros hay problemas organizativos, en otros no; en algunos hay muy buena comunicación, en otros no. Entonces, es un mosaico de resistencias que ha ido articulando la Otra Campaña en todo el país y es un sector, una columna de los movimientos antisistémicos en México, la principal. Es el único que tiene extensión nacional, es el único que ha, de alguna manera, articulado a los activistas «de a pie», a los que están en la calle, hablando con las personas, repartiendo volantes; un tipo de activismo que está muy cercano a la gente, en las escuelas, en los barrios. Es ese tipo de gente el que se ha reunido en la Otra Campaña.

¿Cual es el rol del EZLN en la Otra Campaña?

E.P.: Yo en un texto ponía que el EZLN era como el imán que atraía a todas las resistencias y en este momento el zapatismo es el elemento cohesionador, como el cemento, que en este momento está muy fresco (risas), que trata de unir a las resistencias. Porque es un proceso paulatino. Porque en primer lugar, la definición que entendimos en la Otra Campaña era (a diferencia de todas las otras iniciativas zapatistas -que eran casi acciones, llamaba a acciones, la Convención Nacional Democrática, la Consulta por los Derechos de los pueblos indios, y contra la guerra de exterminio , que fue la Quinta Declaración) a diferencia de esas declaraciones, ésta invita a un proceso que no es necesariamente una acción sino una serie de acciones en una dinámica más difícil. Es la iniciativa zapatista que ha durado más tiempo, es la de más permanencia, la que más alcance nacional ha tenido y la que de alguna manera está intentando aterrizar lo que todas las demás declaraciones no habían podido. Y es una insistencia de la Otra Campaña el elemento organizativo. Entonces, el EZLN está tratando de articular todos estos objetivos, haciéndolos muy claros y transparentes frente a todos los adherentes. El EZLN sirve en este momento como mecanismo de comunicación entre todos (aunque cada uno hemos ido construyendo mecanismos autónomos de comunicación), pero son ellos los que tienen un papel muy importante que todas las organizaciones pensamos debe ir aminorándose. No porque no reconozcamos la importancia del EZLN, sino porque pensamos que se tiene que ir construyendo un proceso donde ellos sean una organización más. En este momento no lo es porque son los convocantes, son los que tienen mucho más clara la estrategia nacional con la cual nos convocaron a todos, porque apenas nos vamos conociendo y porque apenas se están creando las estructuras organizativas. Pero en este momento el EZLN sirve como elemento cohesionador, como elemento de consenso y como elemento de comunicación. Y bueno, también, de alguna manera, como algún tipo de dirección política que es muy rara, porque, por ejemplo, en este momento, estamos en lo de la Consulta donde se están consultando precisamente todas las características que debe tener la Otra Campaña: sus elementos organizativos, sus elementos de definiciones, su elemento de quién debe estar y quién no debe estar. Todas las características esenciales que van a construir lo que es la Otra Campaña: y es difícil o raro que un grupo guerrillero ponga a consulta cómo quieren que sea la iniciativa que el propio grupo ha armado, ha lanzado como convocatoria. Es decir, le esta preguntando a la gente, a todos los que nos hemos adherido, cómo creemos que debe ser ese camino.

-Pareciera tratarse de una experiencia inédita incluso, una coordinación de multiplicidad de experiencias a nivel nacional. ¿Conocen en la Otra de otro proceso así?

E.P.: En México no. Yo en lo personal veo la CONAIE, varias experiencias latinoamericanas o plataformas (bueno, las plataformas contra la guerra en Europa fueron muy exitosas), pero no en México. Por eso a lo mejor estoy muy contento, porque para mí en estos 12 años de militancia nunca havia visto una coordinación nacional tan convocante, tan permanente. Todas las coordinaciones nacionales a los tres meses tronaban o se convertían en coordinaciones electorales para lanzar diputados y ahí se acababa el asunto. Entonces, yo en lo personal no veo ninguna cosa así en México, es la primera vez que hay una experiencia organizativa verdaderamente nacional. En esto todas las coordinaciones han adolecido. Y las otras articulaciones (la izquierda armada, la gente del sindicalismo mas tradicional, etc.) no tienen este nivel de incidencia en todo el país, nadie lo tiene, quizás sólo los partidos políticos tienen este nivel de estructura nacional… Yo nunca había visto a tantos grupos con tantas luchas y con tantas historias. Para mí esto es inédito y ya llevamos pues casi año y medio en este proceso de la Otra Campaña (desde el lanzamiento de la Sexta en junio de 2005 hasta ahora). Siento que de alguna manera es una experiencia creativa y novedosa con una tonelada de problemas, pero en ese aspecto soy bastante optimista, porque he visto que hay mucho potencial en los movimientos sociales.

-¿Qué relación tienen en la Otra Campaña con quienes no participan de ella, en un clima de mucha polarización a partir de la disputa electoral, de mucha gente pendiente de eso y con un cerco mediático muy fuerte alrededor de la Otra?:

E.P.: Yo lo que entiendo de las intenciones del EZLN (y así lo considero también, o sea estoy de acuerdo con esta visión del EZLN) es que estamos en una fase organizativa interna. Es decir, esta parte de la Otra Campaña -que es una diferencia que tengo sobre todo con ciertos intelectuales mexicanos, en el sentido del tipo de impacto que ha tenido en la población- no era para la población en general, sino para la gente que se acercaba con luchas organizadas, con luchas desde abajo, pero de alguna manera que ya está. A mí me parece que en la segunda etapa es precisamente cuando este tipo de articulación de la Otra Campaña se va a poner en movimiento. Hasta ahora fuimos obligados de alguna manera a responder a la coyuntura y a salir a la calle y a tratar de movilizar a gente por las coyunturas represivas que hubo en Atenco y en Oaxaca, pero me parece que no podría valorar el impacto que ha tenido ahora el tipo de respuesta que pudiera tener la otra campaña en esta red que se ha construido, porque finalmente esta red no ha puesto en marcha todo su potencial, toda su capacidad. Es todavía una estructura muy débil, en algunos lados no hay estructura (independientemente de lo que pensemos de las estructuras); entonces yo espero que el próximo año, además de las definiciones organizativas, empecemos un vuelco hacia fuera, hacia la calle, hacia los barrios, hacia las escuelas, hacia todos lados…

-¿Qué perspectivas le ves a l a Otra Campaña en el marco de una crisis política que parece profundizarse en México?:

E.P.: Yo creo que en una iniciativa bien organizada, con una intención política creativa (de sumar y no restar), mucho más abierta de la Otra Campaña… la Otra Campaña es además de todos los movimientos antisistémicos en México la que tiene más simpatizantes, es decir, que es evidente que hay una simpatía en la calle, no sólo con el EZLN, sino poco a poco con el resto de la Otra, solo que con todo ese potencial no sabemos ni cómo dirigirnos… es el principal obstáculo que yo le veo. No hemos tenido definiciones de cómo dirigirnos a los no organizados, a los simpatizantes y a miles de gentes que de alguna manera podrían estar de acuerdo con la posición no solo de la Sexta sino en general de las organizaciones de la Otra Campaña. Entonces, a mí me parece que la perspectiva tendría que acelerar el proceso de articulación, porque también puede tener un reflujo interno la Otra campaña… Es muy desgastante, muy demandante también la Otra Campaña. Por ejemplo, para las organizaciones pequeñas. Para nosotros ha sido muy demandante todo este año y tenemos una capacidad limitada de respuesta; entonces deben generarse los espacios y definiciones más rápidamente porque muchos necesitamos que la Otra se articule de una manera mucho más horizontal y mucho más organizadamente, para que podamos descansar en un poder más colectivo. Pero entonces, cuando haya éstas definiciones organizativas, nosotros esperamos poder retirarnos de ciertas tareas, que otros compañeros las asuman más rotativamente y poder acelerar el paso en la construcción también de lo que se llama el Programa Nacional de Lucha (al principio el nombre a mí no me gustaba porque viene mucho de la izquierda tradicional, pero el método me parece fundamental)… Creo que el EZLN no sólo está definiendo alternativas políticas sino también metodológicas. El recorrido es una alternativa metodológica muy innovadora y entonces me parece que el Programa Nacional de Lucha, dependiendo cuáles van a ser los mecanismo para que la gente desde los barrios, las colonias, las escuelas, los centros de trabajo, puedan empezar a hablar de sus problemas y plasmarlo en un programa general (a diferencia de cómo se constriñen los viejos programas, «de arriba hacia abajo»), va a ser un potencial muy grande. La perspectiva entonces sería el Programa Nacional de Lucha, los elementos organizativos para 2007, y empezar el trabajo hacia afuera, hacia «la banda» como nosotros les decimos en México…