Este martes se prevé que el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rechace la petición de ejercer la facultad prevista en el artículo 97 constitucional, para investigar la presunta violación grave de garantías individuales en San Salvador Atenco, estado de México.Después que en la sesión del pasado jueves sólo los […]
Este martes se prevé que el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rechace la petición de ejercer la facultad prevista en el artículo 97 constitucional, para investigar la presunta violación grave de garantías individuales en San Salvador Atenco, estado de México.
Después que en la sesión del pasado jueves sólo los ministros Genaro David Góngora Pimentel, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero se pronunciaron por que la Corte investigue y que establezca un precedente que cierre el paso a la impunidad de los cuerpos policiacos, trascendió que el proyecto de dictamen elaborado por Sergio Salvador Aguirre Anguiano logre la mayoría y el pleno deseche la petición por considerar que el asunto no amerita del estudio del máximo tribunal.
Antes de decidir, el pleno adoptará un criterio sobre lo que considera debe entenderse como «violación grave a las garantías individuales», y una vez superado el tema, los ministros discutirán si lo sucedido en San Salvador Atenco el 4 y 5 de mayo del año pasado, debe ser motivo de una indagación del máximo tribunal.
Sin embargo, los ministros Sergio Valls Hernández, José de Jesús Gudiño Pelayo y Margarita Beatriz Luna Ramos ya adelantaron su criterio en el sentido de rechazar la petición formulada por diversas ONG que fue retomada por el ministro Góngora Pimentel, quien formalmente solicitó al pleno que determinara si ejercía o no la facultad de investigación prevista en el artículo 97 constitucional, con lo que de entrada, el proyecto de Aguirre entrará con cuatro votos asegurados.
Pero además, este martes, se integra a los trabajos de la Corte el ministro Mariano Azuela Güitrón, quien estaba de vacaciones, y quien ha dicho en diversas ocasiones que el citado artículo «no tiene ni pies ni cabeza» por lo que se prevé que al igual que en otras ocasiones, vote en contra de que la Corte investigue.
Resta tan solo que el ministro presidente Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, quien también se ha mostrado contrario a que la Corte ejerza su facultad de investigación; José Ramón Cossío y Fernando Franco voten. Del primero es espera que, congruente con posturas anteriores, vote en el sentido del dictamen de Aguirre Anguiano con lo que se sumarán los seis votos necesarios para que el pleno deseche la petición formulada.
«Sentar jurisprudencia»
Por otra parte, entre los testimonios que constan en el expediente, está el caso de la española Cristina Valls Fernández, quien
fue examinada de regreso en su país por el ex coordinador del Grupo de Salud Mental de Médicos del Mundo Pau Pérez-Sales, quien concluye que hubo violación, tortura sicológica y mental de la víctima a manos de elementos policiacos.
El médico recomendó al gobierno mexicano, «sentar jurisprudencia que, acorde a las leyes internacionales, tipifique la violación sexual, usada a manera de intimidación y amedrantamiento por agentes del Estado como forma de tortura».
Demanda «impulsar de manera inmediata» las reformas legales necesarias en México, para perseguir «con mayor eficacia los delitos cometidos por agentes de policía y otros cuerpos de seguridad».
Pide la dimisión, y en su caso, enjuiciamiento y condena de los responsables políticos del operativo; identificar, procesar y sancionar a las autoridades federales y estatales que, por omisión o por acción, participaron en la planificación del operativo policíaco. Además del «resarcimiento moral mediante una disculpa pública por parte de un representante calificado del Estado mexicano».
En su dictamen, el técnico de Salud Psicosocial de Médicos sin Fronteras-España (2001-2004), que consta de 26 cuartillas, da cuenta del testimonio y los exámenes médicos hechos a Valls Fernández.
«Puta etarra»
Parte del testimonio de Cristina Valls es el siguiente: «Fueron 6 horas de gritos y de golpes. Escuchaba gritos desesperados, gritos de ‘¡ya no más!’ Me parecía que estaban violando a una compañera encima mío, cuando me levantaron para cambiar de posición, vi en el suelo, a mi izquierda, una funda de preservativo. A una chica le pegaban y la obligaban a decir cosas como ‘¡vaquero, dime vaquero!’, le decía un policía mientras éste la golpeaba. Nos decían constantemente que nos iban a matar, que íbamos a pagar la muerte de un policía; todos lo gritaban».
Agrega lo que sucedió durante el traslado hacia el penal de Santiaguito, en el estado de México: «Ahí fue cuando comenzaron a abusar sexualmente de mí. ‘Puta etarra’, me decía un policía en la oreja, mientras me lamía el cuello…, el policía introdujo sus dedos en mis genitales y más manos comenzaron a pellizcarme los senos y a agarrarlos, haciéndome mucho daño.
«Me violó repetidamente con una brutalidad ilimitada, arañándome, golpeándome, mientras decía: ‘Te vas a acordar de esto toda tu puta vida. Te voy a dejar hecha mierda, humillada…, tenemos órdenes de matarlos. Tenemos permiso para hacer antes lo que queramos con ustedes… A ti se te acabó: tu vida va a cambiar desde hoy y te vas a recordar de la policía mexicana hasta que te mueras. Te acordarás de mi voz, hijaeputa. Te vamos a romper la madre para que cuando veas a un policía sepas que haz de agachar la cabeza, ya no vas a saber ni quién eres’. Todo esto me lo decía mordiéndome, jalándome del pelo y abusando sexualmente de mí».
Después de su arribo al penal, donde siguieron los golpes y las humillaciones de hombres y mujeres, Cristina Valls declaró: «Finalmente pasamos de nuevo al comedor. Me dolía todo el cuerpo, tenía la espalda y los brazos llenos de hematomas y golpes, los pechos y el abdomen adoloridos…, pensaba que el policía actuó bajo órdenes de sus superiores, él me lo dejó claro, que el objetivo era que me acordara toda la vida de lo que me estaba haciendo…, y cuando más me lo repetía me iba surgiendo más rabia…»