La ministra de salud de Bolivia, Nila Heredia, destacó hoy que gracias a la Operación Milagro, como parte de la cooperación cubana, han recuperado la vista miles de personas de bajos ingresos, entre ellas argentinos, peruanos y brasileños. Según Heredia, desde 2005, cuando comenzaron a instalarse en la nación andina los centros oftalmológicos, galenos cubanos […]
La ministra de salud de Bolivia, Nila Heredia, destacó hoy que gracias a la Operación Milagro, como parte de la cooperación cubana, han recuperado la vista miles de personas de bajos ingresos, entre ellas argentinos, peruanos y brasileños. Según Heredia, desde 2005, cuando comenzaron a instalarse en la nación andina los centros oftalmológicos, galenos cubanos y jóvenes bolivianos graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana, brindan sus servicios en los nueve departamentos. Heredia precisó que en hospitales ubicados en zonas fronterizas con Brasil y Argentina, los ciudadanos de esos países ingresan a Bolivia para beneficiarse con una atención gratuita. La ministra precisó que en las localidades de Villazón y Yacuiba, en los últimos meses llegaron al país más de cuatro mil argentinos para someterse con éxito a cirugías oftalmológicas. En la población lacustre de Copacabana, precisó, unos dos mil 600 ciudadanos peruanos han recuperado la vista luego de ser operados por los médicos cubanos. Asimismo explicó que en Riberalta y Cobija, más de 200 brasileños también se beneficiaron con esos servicios. En el caso de los bolivianos, dijo, ya suman 56 mil 419 los que recuperaron la visión, tras ser sometidos a las intervenciones quirúrgicas. En ese sentido, alabó que se trata de una campaña de solidaridad sin precedente, a la cual todos, sin exclusión, tienen acceso y derecho. Heredia subrayó además la calidad de la tecnología situada por Cuba en unos 11 centros oftalmológicos distribuidos por toda la nación andina. Recordó que la Operación Milagro es una iniciativa del presidente cubano, Fidel Castro, que tiene como meta operar de la vista en 10 años a seis millones de latinoamericanos y caribeños con padecimientos de la visión.