La predisposición expresada por Tabaré Vázquez para superar, por vía diplomática, el conflicto entre Argentina y Uruguay abrió un nuevo margen de expectativas en el encuentro bilateral que prepara el «facilitador» real en España. La controversia por la instalación de la pastera de Botnia en la ciudad de Fray Bentos, sobre la margen oriental del […]
La predisposición expresada por Tabaré Vázquez para superar, por vía diplomática, el conflicto entre Argentina y Uruguay abrió un nuevo margen de expectativas en el encuentro bilateral que prepara el «facilitador» real en España.
La controversia por la instalación de la pastera de Botnia en la ciudad de Fray Bentos, sobre la margen oriental del río Uruguay, no llegó a su fin. La demanda de Argentina sigue su curso en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), la transnacional finlandesa continua la construcción de la planta como si fuera ajena al conflicto y los asambleístas de Gualeguaychú (Entre Ríos), en el litoral argentino, se preparan para cumplir el viernes cien días de bloqueo permanente en el paso fronterizo del puente General San Martín.
Sin embargo, el gesto del presidente Tabaré Vázquez, en el marco de su informe anual al Parlamento uruguayo, introdujo un impasse en la relación de fuerzas y logró reducir la imagen de intransigencia que se construyó en torno a su figura. Al menos, así lo expresaron diferentes medios de comunicación en Argentina y en la región, con titulares como «Tabaré Vázquez dijo que quiere dialogar pronto con la Argentina» (Página/12), «Tabaré remarcó su ‘más firme disposición’ al diálogo con Argentina…» (Télam) y «Uruguay abre posibilidad de diálogo con Argentina…» (TeleSur).
Vázquez aseguró en la carta enviada al Congreso este miércoles que «el Gobierno Nacional mantiene su más firme disposición a una salida diplomática que sobre la base del respeto estricto al Derecho Internacional resuelva definitivamente este diferendo, normalice las relaciones entre dos naciones históricamente hermanas, preserve la soberanía nacional y renueve el derecho de la sociedad uruguaya al desarrollo sustentable».
El mandatario también destacó la proximidad de una instancia de diálogo entre ambos países auspiciada por el «facilitador» del rey Juan Carlos de España, Juan Antonio Yáñez. Si bien Vázquez no mencionó fechas concretas, algunas versiones periodísticas sostienen que el encuentro podría realizarse a fines del mes de marzo en Madrid.
De todos modos, las expectativas puestas en la mediación española no son exclusivas del gobierno uruguayo. El lunes pasado, el canciller argentino Jorge Taiana dijo desde Sudáfrica que las gestiones de Yáñez tendrán un resultado favorable y confió en una solución del diferendo en el «mediano plazo».
Hasta el momento, las autoridades argentinas se mantuvieron cautelosas frente al mensaje de Vázquez, aunque no se descarta que el presidente Néstor Kirchner haga hoy alguna referencia al conflicto y a las posibilidades de diálogo con Uruguay durante su discurso de apertura de las sesiones ordinarias de la Asamblea Legislativa.
Otro de los involucrados directos de la controversia bilateral, el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, también destacó ayer las gestiones del «facilitador» como un camino favorable para alcanzar una solución. El mandatario provincial, que impulsa una demanda en los tribunales federales de Entre Ríos contra Botnia, aprovechó la oportunidad para anunciar que hoy hará una presentación ante la Justicia reclamando la indagatoria de los directivos de la firma finlandesa.
Según se informó en las últimas horas, Botnia continuará con las pruebas hidráulicas que inició la semana pasada, de acuerdo con el plan de obra original de la empresa. Se estima que la planta de Fray Bentos, con un 85 por ciento de sus instalaciones terminadas, comenzará a funcionar antes de fin de año con una producción diaria de 3 mil toneladas de celulosa.
La pregunta que surge ante este panorama es si Tabaré Vázquez estará dispuesto a negociar la relocalización de la fábrica, principal reclamo del gobierno argentino y condición de los asambleístas entrerrianos para levantar sus medidas de fuerza.
Por el momento, la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú no cree que esa posibilidad esté entre las intenciones de diálogo del presidente uruguayo y ya coordina con los activistas de Concordia y Colón para desarrollar este fin de semana un nuevo bloqueo total de los pasos fronterizos.
Las últimas declaraciones del vocero de Botnia, Marko Janhunen, parecen incluso destinadas a provocar mayores tensiones en río Uruguay, alejándose de las perspectivas de diálogo que afloran en los gobiernos de ambas orillas.
En una entrevista con la agencia Reuters, Janhunen aseguró que el impacto ambiental de la planta no sólo será mínimo, como indica el informe del Banco Mundial (organismo que, por cierto, promociona este tipo de proyectos en los países subdesarrollados), sino que «el río va a ser muchas veces más limpio de lo que es hoy» porque «nos comprometimos a tratar los desechos de la ciudad de Fray Bentos», agregó.
Sin embargo, los riesgos ambientales serán enormes. El consumo desmedido de agua que implicará la producción de la planta, los vertidos al río de cloro, nitrógeno y fósforo, así como las emisiones de gases tóxicos, afectarán de manera irreversible el ecosistema del río Uruguay. La materia prima de la celulosa no es menos dañina. Alrededor de un 10 por ciento de la superficie agrícola uruguaya se destinó en los últimos veinte años al monocultivo de eucaliptos, desplazando a pequeños productores y resignando una parte significativa de la producción cerealera del país.