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Legendaria mina plata de Bolivia al borde de colapso

Fuentes: Reuters

Tras casi cinco siglos de explotación incesante de plata y con millones de esclavos muertos en la faena, el famoso Cerro Rico de Potosí, uno de los emblemas de la colonización española, parece a punto de desplomarse.Los altos precios internacionales de la plata han atraído de vuelta a millares de mal equipados y peor entrenados […]

Tras casi cinco siglos de explotación incesante de plata y con millones de esclavos muertos en la faena, el famoso Cerro Rico de Potosí, uno de los emblemas de la colonización española, parece a punto de desplomarse.

Los altos precios internacionales de la plata han atraído de vuelta a millares de mal equipados y peor entrenados mineros, que han sometido al legendario yacimiento boliviano a tal sobre explotación que la montaña se parece cada vez más a una esponja llena de túneles.

La figura cónica del Cerro Rico destaca en el escudo de Bolivia y, mientras los mineros se oponen a planes para limitar su trabajo, funcionarios dicen que deben proteger ese Patrimonio de la Humanidad de un daño irreversible, así como proteger a los mismos mineros.

«Es un símbolo muy importante para el pueblo de Potosí y para el pueblo boliviano,» dijo Germán Elías, director de minería de la prefectura (gobernación) del departamento de Potosí.

«Es un monumento que prácticamente constituye la historia de la minería,» remarcó.

Los mineros potosinos, la mayoría agrupados en cooperativas, ya han realizado protestas contra planes de cerrar partes del Cerro, desafiando al Gobierno del presidente Evo Morales decididos a preservar sus trabajos a pesar del peligro.

«No (queremos que se cierre), porque nosotros de eso no más vivimos y tenemos que arriesgarnos a trabajar aquí en la mina,» dijo Julio Mamani, un minero de 23 años que dice que gana en la explotación del Cerro hasta 20 dólares al día, un relativamente buen salario en el país más pobre de Sudamérica.

PUENTE DE PLATA

En Bolivia está ampliamente difundida la creencia de que los colonizadores españoles sacaron del Cerro Rico de Potosí tanto metal como para construir un puente de plata desde Sudamérica hasta Europa.

La explotación ha dejado al menos una marca indeleble en la cultura boliviana, cuyo folclore está repleto de referencias a la esclavitud que sufrieron los indígenas.

Por la gran dimensión de la explotación de plata en el Cerro Rico, la contigua ciudad de Potosí fue una de las más grandes del mundo en el siglo XVII, con unos 120.000 habitantes, entonces más que Londres, París o Madrid.

La caída del mercado mundial de plata en el siglo XX provocó el declive de la ciudad de ricas mansiones y decenas de iglesias coloniales de estilo barroco, pero el reciente «boom» de los precios de los metales ha traído nuevos aires de prosperidad a la ciudad ubicada en uno de los extremos del frío altiplano boliviano.

«En 1545 se habría dado inicio a la explotación en el Cerro Rico y no se ha parado desde entonces,» dijo Manuel Farfán, jefe regional de la corporación minera estatal Comibol. «Ha habido épocas bajas de producción, ha habido épocas intensas (…) y en la actualidad debido a los precios la producción ha aumentado,» agregó.

Unos 15.000 mineros trabajan actualmente en el Cerro potosino, divididos en tres turnos diarios y en condiciones que no han variado mucho desde que los conquistadores españoles llevaron indígenas andinos y unos pocos esclavos africanos a explotar el yacimiento.

Pero tras siglos de extracción minera las vetas de plata ya no son fáciles de encontrar, lo que acrecienta el riesgo laboral.

«El peligro está en que, como ya no hay lugares riquísimos en mineral, ahora están sacando los puentes de seguridad, que son columnas naturales que se han dejado como fortificaciones internas en el Cerro, para que sostengan un área y no se derrumbe. Esos puentes, obviamente, están mineralizados,» dijo Samuel Rosales, un ex minero y sociólogo de la ONG Care International.

Elías, el jefe minero de la prefectura, dijo que la extracción irresponsable de materiales de la mina significaba una creciente presión en el interior de la montaña.

«La explotación ha ocasionado en el pasado reciente una especie de hundimiento en algunos sectores en la misma falda del cerro de Potosí,» dijo Elías.

Autoridades mineras locales y nacionales, además de expertos del servicio geológico estatal Sergeotecmin, planean iniciar pronto una investigación in situ que podría identificar sectores susceptibles de ser cerrados.

Convertir el Cerro Rico en una mina a cielo abierto podría eliminar el riesgo de un desplome, pero los potosinos ya han rechazado varias veces en el pasado proyectos que podrían alterar por siempre la silueta de la montaña, que parece gobernar sobre la ciudad colonial ubicada a unos 4.000 metros sobre el nivel del mar.

«Cuando yo era estudiante de ingeniería de minas en Potosí ya existían proyectos (de una mina a cielo abierto) pero obviamente la ciudadanía potosina no lo ha permitido porque el Cerro Rico es una riqueza para el pueblo boliviano,» dijo Elías.