El histórico cabildo realizado el viernes 20 de julio en El Alto -al que asistieron no menos de dos millones de personas según diversos cálculos-, además de reafirmar el derecho de La Paz a continuar como sede de gobierno, ratificó la existencia de dos polos de poder en el país, uno conservador promotor de las […]
El histórico cabildo realizado el viernes 20 de julio en El Alto -al que asistieron no menos de dos millones de personas según diversos cálculos-, además de reafirmar el derecho de La Paz a continuar como sede de gobierno, ratificó la existencia de dos polos de poder en el país, uno conservador promotor de las autonomías radicado Santa Cruz, la capital del oriente boliviano, y otro asentado en las tierras altas del departamento de La Paz defensor de la unidad nacional y caracterizado por una sólida tradición de lucha demostrada a lo largo de la historia.
Los habitantes de la ciudad de La Paz y El Alto organizaron desde hace varios días el «supercabildo» o «paceñazo» como una demostración de fuerza frente a otras regiones, especialmente Chuquisaca, que reclama el traslado de los Poderes Ejecutivo y Legislativo a Sucre, y Santa Cruz que apoya el reclamo chuquisaqueño.
Las autoridades paceñas se sienten satisfechas por haber sacado a las calles a casi dos millones de personas, más del doble de lo que los cívicos cruceños lograron reunir en los históricos cabildos autonómicos de 2005 y 2006. Los sectores más conservadores de Santa Cruz siempre se vanagloriaron por poder de convocatoria de sus instituciones cívicas, pero sus manifestaciones han quedado pequeñas frente a la multitudinaria movilización paceña de este viernes, la cual no solo reclamó la sede de gobierno sino que fijó una clara posición política en la polarizada coyuntura.
Las instituciones cívicas, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil de La Paz están convencidas de que el debate de la capitalía no es más que una maniobra política digitada por la burguesía oriental, la cual está interesada en hacer fracasar la Asamblea Constituyente y por ende el proceso de transformaciones políticas y económicas que se lleva adelante desde 1996, cuando asumió el mando del país el Presidente Evo Morales.
Es por eso que la proclama aprobada por el cabildo reafirma la voluntad histórica del departamento de La Paz de «preservar la unidad de la patria por encima de los intereses sectarios y divisionistas de pequeños grupos oligárquicos», ratifica el respaldo del departamento de La Paz al proceso de cambio que se lleva adelante en la Asamblea Constituyente y manifiesta el compromiso del departamento en la defensa de una nueva Constitución que garantice la unidad de la patria y las transformaciones sociales en beneficio de todos los bolivianos.
Casi todos los representantes sociales que hicieron uso de la palabra en el cabildo resaltaron las dotes revolucionarias del departamento de La Paz, proclamaron la unidad nacional y fustigaron a las fuerzas políticas de derecha y a grupos de poder económico que sabotean el proceso de cambio y que intentan dividir el país con el solo objetivo de preservar intereses de carácter sectario.
Nazario Ramírez, presidente de la combativa Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto denunció que los paceños están prestos a «romper» a los partidos políticos neoliberales y a la oligarquía económica que se encaramó por años en el aparato del Estado. «Los más de dos millones de personas presentes aquí, teniendo como testigos a los cerros Huayna Potosí y el Illimani, decimos que el cabildo será palabra de Dios». «Estamos marcando historia desde la Ceja. En el departamento de La Paz sabemos respetar los derechos, amarnos entre bolivianos, por eso exigimos nuestros derechos como bolivianos. La sede no se toca ni se mueve, la sede será siempre de La Paz», agregó el líder vecinal frente a miles de habitantes de 80 municipios y 20 provincias congregados en el corazón de la urbe alteña.
Luis Revilla, presidente del Concejo Municipal de La Paz, recordó que gracias a la sangre alteña y paceña Bolivia recuperó sus recursos naturales. «Hemos venido a dar un mensaje de unidad y a decirle a Santa Cruz, Cochabamba y a los nueve departamentos que La Paz está para servirles con el Poder Ejecutivo y el Legislativo, a decirles a los pequeños grupos de malos bolivianos que generan división y confrontación que sus intentos no pasarán. La Paz y El Alto están de pie y no de rodillas», enfatizó luego de exhortar a la Asamblea Constituyente que elimine el tratamiento del cambio de la sede.
Mario Mamani de la Asociación de Municipios de La Paz (Amdepaz) advirtió que La Paz no permitirá las manipulaciones de la oligarquía que quiere negociar la sede con la media luna. «Basta, La Paz está unida como nunca para decir que la sede no se mueve, la sede no es objeto de negocio en la Asamblea Constituyente. Vamos a dar guerra», dijo.
Braulio Rocha, representante de los trabajadores gremiales de El Alto afirmó que este 20 de julio los paceños hacen historia en Bolivia. «Compañeros de Bolivia, los trabajadores gremiales como vanguardia revolucionaria rechazamos el traslado de la sede a Sucre planteada por políticos de derecha. Defenderemos la Constituyente como instrumento que garantice un Estado plurinacional que reconozca a los pueblos indígenas, (a los asambleístas) les toca conducir el Estado a favor de los marginados y excluidos por la política individualista del sistema neoliberal. Recordamos la agenda de octubre y le decimos al país entero que la sede no está en venta, que la sede no se mueve carajo».
En su discurso, Rocha exigió que el Poder Judicial se traslade de Sucre a El Alto y advirtió a los ex diputados neoliberales y ex senadores metidos en la Constituyente que los alteños los sacarán a patadas de la Asamblea.
Teresa Rescala, rectora de la UMSA, dijo que 60 mil estudiantes, 2 mil docentes y 1.500 administrativos estuvieron presentes en el cabildo para decirle a Bolivia que la sede no se mueve. «Venimos a dar un mensaje de unidad a quienes nos quieren confrontar y quieren romper la unidad nacional introduciendo temas distractivos en la Asamblea Constituyente». En criterio de la autoridad universitaria, «intereses sectarios y particulares no dan paso a una nueva forma de pensamiento».
Existen muchos argumentos que sustentan que la sede debe quedarse en La Paz porque esta ciudad es cuna del pensamiento libertario y de los mártires de la independencia nacional como Pedro Domingo Murillo. No hay nada que discutir, la sede no se mueve, proclamó Rescala.
Maximiliano Flores, ejecutivo de la federación departamental de campesinos declaró que La Paz es la síntesis y crisol de la patria. «La Paz jamás fue mezquina con otros departamentos, por eso tenemos a un alcalde potosino en El Alto y un alcalde cochabambino en la hoyada. (En esta tierra) construimos antes de la colonia, en la república, en las dictaduras, y en la democracia pre fabricada en función de intereses particulares, sin hablar de autonomía, sin racismo. Los paceños somos los propiciadores de la época del cambio», comentó.
El Ejecutivo de la Central Obrera Regional de El Alto fustigó con dureza a los «Manq´agastos» (gente que gana sin trabajar) y oligarcas neoliberales que vienen a fundir el país. «A esos prefectos de la media luna que manipulan con plata les decimos que la gente no vino pagada, vino conciente. Esos sinvergüenzas están queriendo enfrentarnos entre sucrenses y paceños, entre hermanos bolivianos. Hay que agradecer que bolivianos de todos los departamentos están presentes en este cabildo (…) La sede no se mueve, no se toca ni se cede, la revolución está presente en este gran cabildo», dijo.
El constituyente paceño Macario Tola recordó que La Paz está reunida para convocar a los bolivianos por la unidad del país. «La Paz demuestra que el pueblo dormido comienza a despertar. La Paz es el centro de la unidad boliviana, la cuna de la revolución, ha dado la sangre para el cambio, ha conquistado la democracia, ha recuperado los recursos naturales. Por eso decimos a Bolivia aquí reunida que La Paz no permitirá el traslado de la sede de gobierno a Sucre. La Paz pide la unidad entre todos los bolivianos que quieren cambiar las condiciones sociales y económicas del país».
La proclama del histórico cabildo del 20 de julio ratifica con firmeza la decisión irrenunciable del departamento de garantizar la permanencia de los Poderes Ejecutivo y Legislativo en La Paz y rechaza la intención de pequeños sectores conservadores que buscan dividir el país. El Cabildo instruyó a la brigada paceña de Constituyentes y solicitó a los representantes de otros departamentos evitar el tratamiento del cambio de la sede de gobierno en la Asamblea y otorgó a la Magna Asamblea un plazo hasta el 6 de agosto para que elimine el tratamiento del tema de todas sus instancias. Caso contrario, comenzará un paro indefinido y la movilización general.