La necesidad de hacer una constitución política del estado boliviano que refleje la realidad del país ha sido una constante desde la fundación misma del país. Y es que la constitución que ha regido a la patria a sido desde un principio discriminante, favoreciendo siempre a los sectores económicamente fuertes. En las últimas décadas del […]
La necesidad de hacer una constitución política del estado boliviano que refleje la realidad del país ha sido una constante desde la fundación misma del país. Y es que la constitución que ha regido a la patria a sido desde un principio discriminante, favoreciendo siempre a los sectores económicamente fuertes.
En las últimas décadas del siglo XX, el clamor popular de las clases discriminadas exigían el desarrollo de una asamblea constituyente entre otras quejas ocasionadas por la política neoliberal que destruía la capacidad del estado de gobernarse a si mismo, al entregar a manos de empresas multinacionales los recursos naturales, la infraestructura de comunicación, etc, etc. En todas las gloriosas luchas del pueblo boliviano se escuchaba el clamor de realizar una asamblea constituyente que incluyera al fin la visión y el sentir de las nacionalidades hasta el momento ignoradas.
En 2005 empieza una nueva época en la historia nacional, la victoria electoral del movimiento al socialismo que agrupa en su seno a los principales movimientos sociales que claman por el cambio. La convocatoria a la asamblea constituyente se puede ver como una de las victorias populares mas grandes sino la mas grande de la historia de la patria. El 6 de agosto del 2006, marca el inicio de las deliberaciones de dicha asamblea. Por primera ves se reúnen representantes legítimos de las 36 naciones originarias, el solo ver las imágenes de esa inauguración hace humedecer los ojos de todos los bolivianos que queremos que nuestro país sea un país prospero y sin discriminaciones, al fin se ve una luz al fondo del túnel.
Sin embargo, las clases dominantes se ven desplazadas del accionar político y ven como los privilegios que sustentaron siempre amenazan con desaparecer. Obviamente son los reaccionarios de la patria que nunca vieron con buenos ojos la escritura de una nueva constitución que incluya el sentir de todos los sectores bolivianos. El accionar de estos grupos reaccionarios, es fácil de interpretar, lo que quieren es que la asamblea constituyente fracase para así seguir manteniendo sus privilegios, y lo hacen de una manera tan infantil que sencillamente no se sabe si reír por sus payasadas o llorar por la estupidez que demuestran.
Durante toda la historia de Bolivia, fueron esas clases que sutilmente evitaron que la población mayoritaria aprenda siquiera a escribir, y si lo hacían, se les obligaba a perder su idioma materno reemplazando por el castellano. Por lo que en su claro racismo solían decir a los ciudadanos que no hablaban castellano correctamente que eran unos ignorantes. La ignorancia de no aprender un idioma que era para ellos extranjero, no se compara con la ignorancia de aquellos que dicen hablar ese idioma perfectamente pero que no pueden entender una simple frase de la convocatoria a la asamblea constituyente. Y así, la «ignorancia» de esos sabios constituyentes de derecha, hicieron que se pierdan 6 meses debatiendo sobre los famosos 2/3. Mas tarde vendrían otras trabas todo con el claro fin de hacer que la constituyente fracase.
Pero la constituyente no es el único frente de batalla de los retrogradas de la patria, sino que hallaron con la ayuda de empresas multinacionales y posiblemente con la ayuda de embajadas de países interesados en que el país no desarrolle, la descabellada idea de dividir al país, así los políticos que jamas quisieron en los años que gobernaron siquiera hablar de autonomías, se convierten en los defensores natos de un tipo de «autonomía» que mas parece división del país, conteniendo hasta una «limpieza étnica».
El último chiste de Jorge «Tuto» Quiroga, violando la misma constitución que no quiere cambiar, propone referéndums departamentales para aceptar la nueva constitución, apunta a la misma idea, dividir al país, porque claro a sus patrones le convendría seguir saqueando los recursos naturales, de lo que posiblemente sería una colonia media lunática. Esta actitud infantil hace dudar de la calidad de St.Edwards University que le entrego un título de maestría en administración de empresas.
Ya lo dijo un pensador izquierdista (no recuerdo quien): «No se puede al mismo tiempo tener estas 3 cualidades: Ser bienintencionado, ser inteligente y ser de derecha». Ya que Jorge Quiroga es político de derecha, es mi deseo que lo que le falle sea su inteligencia ya que su intenciones por supuesto son evidentes: Provocar enfrentamientos fratricidas entre los Bolivianos
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