El brutal asesinato de tres policías de la provincia de Buenos Aires comenzó el sábado a dejar su huella en la campaña electoral en Argentina, cuando restan ocho días para las elecciones presidenciales. El crimen generó consternación en la sociedad, que tiene en la inseguridad a una de sus mayores preocupaciones, y llevó el viernes […]
El brutal asesinato de tres policías de la provincia de Buenos Aires comenzó el sábado a dejar su huella en la campaña electoral en Argentina, cuando restan ocho días para las elecciones presidenciales.
El crimen generó consternación en la sociedad, que tiene en la inseguridad a una de sus mayores preocupaciones, y llevó el viernes a los principales candidatos a postergar actos de campaña -los que retomaron el sábado- para sumarse al dolor de los familiares de las víctimas.
El presidente Néstor Kirchner dijo el viernes que no era casualidad que los asesinatos se produjeran poco días antes de las elecciones del 28 de octubre, en las que su esposa, la senadora Cristina Fernández, es la candidata con mayor posibilidad de sucederlo, según sondeos.
Kirchner también dijo que el crimen podría estar vinculado con la política de derechos humanos que impulsó desde que asumió en el 2003, y que llevó a la condena a cadena perpetua a algunos acusados mientras avanzan otras investigaciones, o a un accionar mafioso.
La primera dama dijo que el crimen «enlutó a los argentinos,» y lo atribuyó a una «Argentina negra» que quiere volver a emerger.
«No nos van a vencer, no lo hicieron, ni lo van a hacer,» afirmó en sus primeras palabras de un acto en la provincia de La Rioja.
Desde la oposición criticaron la posición del oficialismo de considerar que se trató de un ataque en contra del Gobierno.
«El poder cree en estos días que la víctima es él,» dijo la candidata de centroizquierda y segunda en las encuestas electorales, Elisa Carrió. «No es el poder, son ellos» (las víctimas), dijo en referencia a la población que sufre la inseguridad.
El ex ministro de Economía de Kirchner y tercero en los sondeos, Roberto Lavagna, dijo que el presidente «inventa complots.» «Inventar que hay un complot electoral significa volver a negar el problema de la inseguridad,» agregó.
Los candidatos se encuentran en la última semana de la campaña electoral, que concluirá el viernes, y que no generó gran atractivo en la población.
Un sondeo de Hugo Haime y Asociados mostró el viernes que Fernández lograría el 47,9 por ciento de los votos, lo que la llevaría a la presidencia sin necesidad de una segunda vuelta.
Detrás de Fernández se ubicaron Carrió con el 16 por ciento de intención de voto y Lavagna con el 11,1 por ciento.
Consternación
Familiares de las víctimas se mostraron consternados el sábado durante el velatorio de dos de los policías asesinados.
«¿Dónde empiezan nuestros derechos? Lo único que conocemos son los derechos de ellos (los delincuentes), nos matan a nuestros hijos, nos violan las mujeres y nosotros no podemos hacer nada; los presos están mejores que nosotros,» dijo un familiar.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, asistió al lugar donde eran velados y prometió esclarecer el crimen.
Solá, quien comanda la provincia más grande del país y con la mayor cantidad de electores, se sumó a la idea de una intencionalidad política en el crimen y dijo que la saña con la que fueron asesinados llevaba a pensar en «un mensaje mafioso.»
«Pensamos que la intención ha sido dañar en lo más profundo,» dijo Solá.
Los tres agentes fueron fusilados en la madrugada del viernes mientras cumplían con la guardia en un edificio del Ministerio de Seguridad de ese distrito.
Las autoridades aún no informaron sobre avances en la investigación, ni si hay detenidos.
Desde la policía de la provincia, ligaron el crimen con ex miembros de la fuerza que fueron exonerados.
Solá realizó hace meses una profunda reforma de la fuerza de seguridad, que implicó el despido de cientos de agentes