El gobierno boliviano anunció hoy que empleará los créditos del recién creado Banco del Sur para desarrollar las empresas estatales, crear nuevas firmas estratégicas y financiar proyectos sociales. Según el ministro de Hacienda, Luis Alberto Arce, dicha entidad constituye una valiosa fuente alternativa de financiamiento, que permitirá consolidar empresas existentes, como Yacimientos Petrolíferos Fiscales y […]
El gobierno boliviano anunció hoy que empleará los créditos del recién creado Banco del Sur para desarrollar las empresas estatales, crear nuevas firmas estratégicas y financiar proyectos sociales.
Según el ministro de Hacienda, Luis Alberto Arce, dicha entidad constituye una valiosa fuente alternativa de financiamiento, que permitirá consolidar empresas existentes, como Yacimientos Petrolíferos Fiscales y La Corporación Minera.
Agregó que la obtención de préstamos permitirá además financiar el proyecto «Marcha al Norte», que consiste en la integración vial hacia la zona septentrional del país.
Arce confirmó la apertura de una filial boliviana del Banco del Sur, cuya sede principal radicará en Venezuela, donde nació esta iniciativa integradora.
En los próximos tres meses, los países miembros deberán elaborar los estatutos correspondientes para definir el sistema de votación en el directorio, la distribución del capital, el aporte de los países y el nombramiento de los representantes.
Algunos de dichos aspectos fueron concertados en nueve reuniones técnicas y cuatro encuentros presidenciales durante la gestación de este proyecto.
Aún falta por definir el monto y la fuente del capital inicial por países, pero el gobierno boliviano ya descartó el empleo de sus reservas internacionales.
El Ministro recalcó que las tasas de interés del naciente Banco serán competitivas, pero buscarán el sostén de la entidad, en cuya fundación participaron los presidentes de Brasil, Bolivia, Argentina, Venezuela, Paraguay, Ecuador y Uruguay.
El presidente boliviano, Evo Morales, propuso crear una moneda regional, y contó con el respaldo de su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, y otros jefes de estado.