Organismos civiles denunciaron hoy que las autoridades de México realizan una campaña de hostigamiento y persecución de universitarios, después de que se comprobó que algunos estudiantes mexicanos se encontraban en un campamento de las FARC en Ecuador atacado por el Ejército colombiano. Dirigentes de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) […]
Organismos civiles denunciaron hoy que las autoridades de México realizan una campaña de hostigamiento y persecución de universitarios, después de que se comprobó que algunos estudiantes mexicanos se encontraban en un campamento de las FARC en Ecuador atacado por el Ejército colombiano.
Dirigentes de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) y de los Colectivos Estudiantiles Universitarios (CEU) indicaron en rueda de prensa que, después de que una alumna de la Universidad Autónoma de México (UNAM) resultó herida en un campamento de las FARC, «se han incrementado» las acciones de las autoridades en el campus.
Adrián Ramírez, presidente de la Limeddh, aseguró que se «debe garantizar el respeto y la tranquilidad» en la UNAM, y se mostró preocupado por «los planes de acción especial que se han implementado para perseguir y hostigar a los alumnos».
Por esta razón, el activista pidió «que no entren órganos de inteligencia al espacio universitario».
El Gobierno de Ecuador presume que cuatro mexicanos pudieron haber muerto durante el ataque que realizó el Ejército colombiano la semana pasada contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), donde murieron 25 personas, entre ellas Luis Edgar Devia, alias «Raúl Reyes», el segundo al mando y portavoz internacional de esa guerrilla.
Los mexicanos son Fernando Franco Delgado, Soren Ulises Avilés Ángeles, Juan González del Castillo y Verónica Natalia Velásquez Ramírez, tres de los cuales, con excepción de Avilés, son alumnos de la UNAM, según confirmó la misma universidad.
En esos hechos, que desencadenaron una crisis diplomática sin precedentes entre Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Colombia, resultaron heridas tres mujeres, una de ellas la mexicana Lucía Andrea Morett Álvarez, estudiante de Filosofía y Letras de la UNAM, a quien la prensa local señala como posible integrante de las FARC.
La UNAM, la mayor universidad de Latinoamérica, rechazó en los últimos días que en sus instalaciones operen oficinas de grupos subversivos, y señaló que una acusación en ese sentido es «temeraria e irresponsable».
Según el presidente del Limeddh los estudiantes mexicanos involucrados en estos hechos «contaban con pasaportes y visas legales» durante su estadía en Ecuador.
Además, consideró que «es ilógico que se les pueda relacionar con las FARC solamente por haber permanecido escasos dos meses en aquel país», o que se les acuse de convertirse «de la noche a la mañana» en guerrilleros.
Finalmente, Ramírez exigió al gobierno de México seguridad y protección «cautelar» para las familias de los estudiantes mexicanos heridos y muertos durante esos hechos, porque a su juicio podrían ser objeto del acoso de las autoridades.