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Bolivia amplía relaciones exteriores: aciertos y errores

Fuentes: CEDIB

En el último semestre del año pasado, La Paz asistió a la visita del Presidente iraní y el anuncio del intercambio de relaciones diplomáticas como del inicio de lo que al parecer podría ser una fructífera cooperación económica entre ambas partes; cooperación que incluye principalmente el campo de los hidrocarburos pero también otros sectores económicos. […]

En el último semestre del año pasado, La Paz asistió a la visita del Presidente iraní y el anuncio del intercambio de relaciones diplomáticas como del inicio de lo que al parecer podría ser una fructífera cooperación económica entre ambas partes; cooperación que incluye principalmente el campo de los hidrocarburos pero también otros sectores económicos. Como era de esperar, la ya tradicional oposición, especialmente Podemos, se encargó de hacer eco de la posición de Washington al respecto. Pero en el primer mes de este 2008, la prensa, especialmente la agencia oficial ABI, nos ha brindado la información de que el ejecutivo, como la cancillería, están tomando las medidas para entablar relaciones con Sudáfrica, India, China y Libia. Tal perspectiva de ampliación de las relaciones exteriores del país, implica que hay mucho que aplaudir y poco que criticar, pero esto poco, no por serlo, deja de tener una marcada importancia.

Respecto a Sudáfrica, India y China, -actores importantes en la escena internacional, dónde se les puede ubicar más cercanos a nuestro sur que al norte-, la ausencia de relaciones de La Paz con estas potencias emergentes, respondía a la típica dependencia de los gobiernos anteriores con Washington con todo el daño consecuente a los intereses nacionales al anular las perspectivas de ampliación de relaciones como de intercambio de Bolivia con el exterior y mantener, de este modo, la dependencia con la capital del Imperio. Por lo tanto, en términos generales, es bien venido el esfuerzo del ejecutivo nacional, de diversificar y ampliar las relaciones con estas potencias emergentes.

Pero en lo particular hay aspectos que se tienen que resaltar por la importancia de ciertos contenidos de estas nuevas relaciones. En primer lugar cabe destacar ciertos aspectos, o si se quiere un paralelismo – no una identificación – ideológico, respecto a dos de estos países; Sudáfrica y la India. En el primero de estos dos países, el Mahatma Gandhi (el 30 de enero es el 60 aniversario de su muerte), inició su «satyagraha» y la concluyó en el segundo país; la India, al lograr su independencia de la potencia colonial británica. La Satyagraha; es la política de resistencia pacífica particularmente difundida y defendida por Mahatma Gandhi contra el colonialismo. Resistencia pacifica que está relacionada con el concepto de «Ahimsa»; El respeto por todos los seres vivientes y el rechazo a la violencia contra los demás. Cuando se utilizan los dos términos; satyagraha y ahisma, se tiene la impresión de hablar de algo lejano a la cosmovisión andina, pero cuando examinamos el contenido de los dos conceptos, vemos, con claridad, la cercanía entre lo «hindú», lo «indio» y lo «andino» aunque el hecho le pese a los colonizadores.

El Movimiento Al Socialismo no arribó al poder por la vía de un golpe de estado o por medio de una revolución armada, sino dentro de un proceso de cambio, más amplio que el propio MAS, donde logró el poder político después de una dura resistencia, por una vía pacifica y dentro de la llamada «democracia representativa», donde el voto electoral, se yergue como uno de sus pilares fundamentales. Obvio que el MAS va más allá de la democracia representativa, pero aquí no estamos evaluando al propio MAS, sino a su política exterior. Huelga señalar que el canciller es uno de los cuadros intelectuales que reivindican, con legitimidad, la herencia india y andina. Evo morales, se encarga de recordarnos esta herencia, de modo constante en sus discursos. Pero el paralelismo ideológico, respecto a Sudáfrica, no se agota en este aspecto, va más allá, si contemplamos el paralelismo entre un «Apartheid» formalizado dentro de un ordenamiento jurídico como fue el caso del anterior régimen racista en Pretoria y, otro Apartheid, que no se formalizó en términos jurídicos pero si en términos consuetudinarios que aun, por encima del inicio de un proceso de cambio, persiste.

Ahora bien, respecto a intereses concretos de estado, la relación con Sudáfrica ofrece varias perspectivas bien interesantes para la política de hidrocarburos que persigue el gobierno de Evo Morales. Sudáfrica ha sido pionera en la industrialización del gas en términos generales y en la producción de diesel ecológico a partir del metano. Cabe recordar que un país caribeño, como Trinidad Tobago, siguió este ejemplo y fue capaz de hacer de esta industria uno de los ejes principales para su desarrollo nacional. La apertura de relaciones diplomáticas con Sudáfrica puede permitir a La Paz tratar de ir concretando la cooperación sudafricana en esta industrialización del gas boliviano ya lejos de los intentos de Total de asociarse con la parte boliviana para el mismo fin. No se trata solo de evitar darle cancha a una de las transnacionales, sino, de tratar la cuestión con sus propios pioneros. La cooperación con Sudáfrica puede y debe ampliarse a la minería, donde el país de Mandela, tiene una amplia experiencia, siendo país minero por excelencia.

La India y China, tienen características similares, siendo ambas potencias económicas emergentes con necesidades crecientes de materias primas como del elemento energético pero ambas dispuestas a colaborar con los países de sur a industrializar estas materias si con tal pueden conseguirlas para su propia industria creciente (el Mutún es ejemplo de ello). Pero hay una diferencia entre ambas, que superpasa el límite del matiz y que, a largo plazo, puede marcar diferencias sustanciales en las relaciones de los países del sur con una u otra potencia emergente; China tiene cono finalidad de sus planes de crecimiento económico, militar, financiero, etc., llegar a la paridad con Estados Unidos como primera potencia mundial. En cambio los objetivos de la India son más modestos y pragmáticos; llegar a ocupar el lugar que le corresponde en la escena internacional, acorde con su peso específico tanto territorial como poblacional y económico. Las potencialidades de cooperación de Bolivia con ambas potencias son enormes, tanto como mercados de su propia producción como de una fuente de tecnología bastante mas apropiada para las necesidades de los países en vías de desarrollo que la tecnología producida en Estados Unidos o Europa. Tomemos como ejemplo el sector de la informática; Bolivia, como el resto de los países del Sur, tiene sus problemas en este sector. Nada más examinar la problemática de los programas informáticos y la carga que implica «el derecho de autor» (las licencias), especialmente de parte de Microsoft del multimillonario Bill Gates, nos daremos cuenta de la importancia de la pionera y a la vez avanzada industria hindú, tanto en programación informática como en computadoras, orientada a un tipo de producción apto para el consumo de una población con bajo poder adquisitivo. La misma orientación la podemos ver en su industria automotriz y en otros sectores. El ejemplo de la explotación de los hierros del Mutún es clarificador respecto a lo que podría significar la cooperación con la India. Pero la potencialidad de cooperación con Nueva Delhi traspasa con facilidad y con creces este proyecto.

La amplitud de los campos de cooperación con China es tan extensa como la de la India. Aunque el país es uno de los primeros países en la producción de soya, pero al mismo tiempo, es un de sus primeros consumidores. No solo puede ser un buen mercado para el producto, sino, también, una fuente de tecnologías apropiadas para su cultivo como el del arroz, etc.

China, tan necesitada de hidrocarburos, ha centrado sus miras en Oriente Medio y en el continente africano, firmando acuerdos de cooperación en este sector como realizando, especialmente en África, enormes inversiones, que no solo abarcan el sector energético, sino también la extensión de infraestructuras tan urgentes para los países africanos. En el momento actual, y dadas las condiciones de los recursos energéticos como del factor geográfico, América Latina no figura entre sus prioridades en el sector. Pero los factores tan cambiantes de los hidrocarburos no aseguran en nada la continuidad de estas prioridades. China ha mostrado interés de cooperar con Bolivia en este campo como en otros. Falta reciprocidad de la parte boliviana que al final parece que llega. Respecto a esta tres potencia emergentes, hace falta la labor de los expertos y técnicos, tanto en comercio exterior, en hidrocarburos, en economía, etc. para delinear los posibles campos de cooperación de Bolivia con los tres países. Pero, de momento, es un paso en la dirección correcta. Pero no ocurre lo mismo en el caso de iniciar relaciones diplomáticas y de cooperación con el régimen del dictador Gaddafi. De nuevo parece que la asesoría, y el trabajo de los cuadros de la cancillería vuelven a fallar tal como se señaló en el análisis hecho por Boliviapress en relación con la visita del presidente iraní, al respecto volvemos a remitir al mencionado análisis (http://cedib.org/pdocumentos/bp/Boliviapress_8_oct_2007.pdf) De allí se obtiene una conclusión clara; el ejecutivo no tiene conocimiento mínimo y cabal sobre la región de Oriente Medio. Con la actual decisión de iniciar la cooperación con Trípoli, por su «gran experiencia» en hidrocarburos, la Cancillería boliviana vuelve a afirmar esta conclusión.

Libia no se ha caracterizado (aunque Gaddafi esté en el poder desde 1969) en la acumulación de experiencia alguna. En el nivel de planificación y adquisición de conocimientos y experiencias el régimen del «dirigente» libio se ha caracterizado por la política del colibrí, de ir de flor en flor. En el plano ideológico, del cual se derivan las concepciones y visiones de país, de sociedad y por tanto de planificación, Gaddafi pasó, según su propia terminología, de ser el mejor alumno de Nasser (línea nacionalista, antiimperialista y socializante), a querer superar a su maestro y enfrentarlo. Esta etapa fue seguida por una corta, la del «socialismo islámico», interrumpida por otra que buscaba la unidad árabe (especialmente con Egipto y Siria), y sin romper con la «unidad árabe» abandona esta tendencia de unidad con la parte oriental árabe, para intentar conseguirla con la parte occidental (Túnez, Argelia y Marruecos) intentando crear la Unidad del (Almagreb Alarbi) Occidente Árabe.

Los continuos y acumulados fracasos (en esto si que Gaddafi tiene experiencia acumulada) conducen al dirigente libio a dirigir sus miradas y su acción (incluida la subversiva y la intervención en asuntos internos de otros estados, ya típicos de la política exterior libia) hacia el continente africano. En esta «nueva visión» del iluminado, se contempla la creación de «Los Estados Unidos de África». Pero la perseverancia, y la persuasión no son características de Gaddafi, pronto se cansó de la falta de respuesta positiva de parte de los estados africanos y según los cables de prensa en estos últimos días, (ENLACE) ya está acusando a los africanos de practicar una discriminación contra los árabes del Norte de África, al no aceptar a un funcionario libio (Ali Altriki) como candidato a la presidencia de la Unión Africana. Y, frente a la reticencia de una gran parte de los países de este continente a encuadrarse en su proyecto de «Los Estados Unidos de África», Gaddafi amenaza con retirar sus inversiones del continente y da un aviso de alarma a los dirigentes africanos, en el sentido de que Libia es bien venida en el proyecto de Unidad Euromediterránea (en realidad hay varios proyecto de índole vario, que incluye hasta la participación de la OTAN), así como les advierte de que Libia, puede abocarse a la creación de un potente «Espacio Islámico» y por lo tanto olvidarse de África. Aunque estemos hablando en términos políticos parece que se está hablando de una paranoia. Y así es. El dirigente libio, está convencido de ser un visionario con una misión que cumplir, la del «Salvador», en esto no se diferencia del presidente de Estados Unidos Bush, quién, después de largos años de ruptura de relaciones ha vuelto a restablecerlas con Trípoli. Un vistazo rápido al famoso «Libro Verde» de Gaddafi, es suficiente para darse idea de su convicción de ser el «Salvador» de la humanidad. Solo mencionaremos la idea visionaria y principal de libro; Tanto el capitalismo como el socialismo han demostrado su fracaso (en esto coincide con el fascismo, en sus diferentes versiones) y por tanto la «Tercera Vía» – con esto hay otra coincidencia, pero esta vez con Tony Blair-, la que marca el Gaddafi en su «Libro Verde» es la vía válida y apta para la humanidad. En fin, como dice algún político sabio; con amigos como estos no me hacen falta enemigos.

Pero no hay que quedarse con lo abstracto de esta afirmación, y ver el pensamiento y la praxis del régimen libio no solo en África o en el Mundo Árabe, sino en un lugar más cercano y más conocido; la Nicaragua Sandinista de la década de los ochentas; Trípoli establece relaciones con Managua a raíz del triunfo sandinista en 1979 y no antes como es el caso de la parte palestina que ya llevaba años de relaciones solidarias con el Frente Sandinista, incluso antes de su unificación en 1976. El primer paso practico en la traducción de estas relaciones Trípoli – Managua, fue un conjunto de proyectos realizados en Nicaragua, principalmente un proyecto de producción agrícola. El hecho fue acogido con entusiasmo de parte de la «Junta de Reconstrucción Nacional», el ejecutivo en aquel entonces, como de parte de la «Dirección Nacional» del Frente Sandinista y con esperanza de que tal cooperación pueda ampliarse a otros proyectos. Pero los acontecimientos no han ido por este cauce, sino por otro de carácter subversivo. El Comandante Edén Pastora fue el instrumento utilizado tanto por Reagan como por Gaddafi. La contrarrevolución ya había arrancado y sus campamentos militares ya estaban instalados en el sur hondureño.

La residencia de Edén Pastora estaba exactamente frente a la Embajada Libia en Managua, las visitas esporádicas al vecino se hicieron diarias, tanto de parte de Pastora como de su esposa. Al transcurrir poco tiempo de estas estrechas relaciones, el Comandante Edén Pastora inicia su famoso viaje; primero a Costa Rica, para volar después a Libia, dónde Gaddafi le aportó 5 millones de dólares para su proyecto de adherirse a la «Contra». De Trípoli, Pastora se dirige a Washington, allí concluye, junto con la Administración Reagan, los últimos preparativos para su campaña militar contra el Sandinismo. De nuevo en Costa Rica abre el conocido «Frente Sur» contra Managua y a partir de esta acción se instalan los campamentos de la «Contra» en el norte de Costa Rica. Ahora si se puede entender el dicho de que con amigos como estos no hacen falta enemigos, especialmente en la situación actual que vive Bolivia, donde las quejas de la intervención de una embajada pueden transformarse en quejas de la intervención de dos embajadas.

Ahora toca examinar la pretendida «gran experiencia» libia en hidrocarburos. En realidad está supuesta experiencia que permitió la supervivencia de la industria libia de hidrocarburos al bloqueo norteamericano consiste en que el crudo libio es de tipo «extra ligero», tan deseado por todos, pero en nuestro caso por Europa, debido a varios factores. El primero de estos es que la refinación de este tipo de crudos es mucho más fácil y más barata que cualquier otro tipo de crudo. El segundo factor, es que el crudo ligero es mas rico en gasolinas, que Europa, dado su gran parque automovilístico, necesita y con avidez. El tercero es la cercanía geográfica de Libia al continente europeo. Estos hechos se han traducido en que en la primera etapa del bloqueo norteamericano a Libia, Europa viole tal bloqueo, pero ya cuando Estados Unidos apretó la tuerca a sus aliados europeos se entra en la segunda etapa donde Europa lo aplica a rajatabla. En la actualidad, el restablecimiento de relaciones entre Washington y Trípoli ya puso fin a tal bloqueo. Otro de los factores que contribuyeron a la supervivencia de la industria petrolera libia, fue Marc Rich, el socio de Gonzalo Sánchez de Lozada; al aplicarse el boicot norteamericano a Libia como a Irán, un ciudadano norteamericano Marc Rich, precisamente, se contacta con ambos regimenes y les propone la compra de su crudo. Así se acordó y así se hizo. Con ello se rompió con la tradición petrolera de concretar acuerdos entre estados o entre empresas y/o entre ambos, estado y empresa. Con ello, también se inicia la especulación sobre el petróleo en las bolsas de Londres, Ámsterdam y Nueva York y de este modo se pudo debilitar la influencia de la OPEP en la determinación de los precios del crudo. Dado el bloqueo a Irán y Libia por parte de Washington, se podría suponer que el gobierno federal le enjuiciaría a Rich por romper este bloqueo o por colaborar con el enemigo, curiosamente no fue así, Washington persiguió a Rich por evasión fiscal. Por algo sería.

Pero en este marco cabe señalar que durante el fervor africanista de Gaddafi no se ha conocido alguna contribución o cooperación libia a algún país africano en el campo de los hidrocarburos, por la sencilla razón de que Libia no puede dar lo que no tiene por mucho que se empeñe en aparentar tenerlo.

En el mencionado análisis de Boliviapress sobre la visita del Presidente iraní a Bolivia se ha señalado a Argelia y a su empresa estatal Sonatrac, como la contraparte apropiada para el inicio de una cooperación entre Bolivia con los países árabes. Ahora toca señalar que Sonatrac tiene en la actualidad proyectos conjuntos con diez países africanos en el campo del petróleo. En América Latina, Sonatrac asesora tanto a los gobiernos de Ecuador y Venezuela como a sus empresas estatales de hidrocarburos. Como países árabes con notable experiencia en hidrocarburos caben señalar a; Argelia en primer lugar y con experiencia tanto en crudos como en gas, a Arabia Saudíta en crudos, a Qatar en gas, a Egipto tanto en crudos como en gas. En todo caso, Libia estaría en el último peldaño.

Obviamente es facultad soberana como legitima del gobierno de Evo Morales de elegir sus amigos pero lo que está en duda es la validez de afirmar una inexistente contribución libia en beneficio del pueblo boliviano, en todo caso, ello sería un error, y como con todo error lo que se tiene que hacer es rectificarlo y a tiempo.

Centro de Estudios Políticos para las Relaciones Internacionales y el Desarollo (www.nodo50.org/ceprid)