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La violencia y el golpe de Estado de los departamentos se mueve bajo la sombra de los EE.UU.

Fuentes: La Epoca

Los actos de violencia perpetrados por grupos paramilitares pertenecientes a los comités cívicos y las prefecturas de los departamentos de la media luna avanzan con la toma y saqueo de instituciones publicas, el aislamiento de oriente a través de bloqueos de carreteras y la destrucción de medios de comunicación del estado. Estos actos se intensifican […]

Los actos de violencia perpetrados por grupos paramilitares pertenecientes a los comités cívicos y las prefecturas de los departamentos de la media luna avanzan con la toma y saqueo de instituciones publicas, el aislamiento de oriente a través de bloqueos de carreteras y la destrucción de medios de comunicación del estado. Estos actos se intensifican con cada encuentro que la oposición sostiene con el gobierno de EE.UU.

Ocupación y destrucción de propiedad pública

Ante la incapacidad de los efectivos policiales para resguardar las oficinas del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), hordas de la Unión Juvenil Cruceñista ocuparon las instalaciones saqueando y destruyendo la mayor parte de los bienes de la institución, las imágenes muestran a jóvenes no mayores de 25, algunos en aparente estado de ebriedad y con el rostro cubierto, sosteniendo televisores, computadoras y otros materiales de oficina.

La toma del SIN en Santa Cruz se efectuó el martes a las tres de la tarde pero se fue gestando desde el medio día, la policía tuvo que ceder ante el numero creciente de miembros de la UJC que aumentaron la sorprendente cifra de 600 personas, varios oficiales fueron golpeados y uno perdió su motocicleta a manos de los saqueadores.

Una vez causado todo el daño posible en las instalaciones del SIN, la multitud se dirigió hacia las oficinas del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y la nacionalizada Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), las paredes y puertas metálicas tratan de ser derribadas con martillos y troncos según registran las imágenes del noticiero de Telesur.

En Tarija se ocupa las instalaciones de la regional Superintendencia de Hidrocarburos, al igual que en los casos anteriores la toma se lleva a cabo con saqueos y destrucción de propiedad publica, al frente de los ocupantes se encuentra la responsable de la Unidad de Gestión Social de la Prefectura, Soledad Guerra y mas de 50 funcionarios de dicha prefectura.

Frente a las cámaras Guerra declara, «los funcionarios de la Prefectura a partir de las 10.00 de la mañana apoyamos todo lo que es el bloqueo (…) por el IDH, para que mejore salud, mejores escuelas, mejores caminos…», la entidad tomada es de dominio técnico mas no político, Guerra afirma que ya se tienen planes para otras instituciones públicas.

El daño causado por los funcionarios de la prefectura no se limita a perdidas materiales sino que también tuvo como resultado el maltrato físico de varios trabajadores de Superintendencia de Hidrocarburos, ante esto el asesor jurídico de la institución, Leonardo Chiquie, declaró que, «lamentablemente como institución técnica somos afectados por temas estrictamente políticos».

Además de estas instituciones la jornada del martes termino con la toma y destrucción de planta de gas en Villamontes, la Aduana y el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), además de rumores aun no confirmados por el gobierno sobre la destrucción de una válvula de gas en Tarija.

Como resultado de la preocupación suscitada por la crisis de oriente, Chiquie afirma que no existe peligro en accidente de desabastecimiento de gas, gasolina o diesel oil y también aseguró que se está cumpliendo con el abastecimiento en el propio oriente del país, «queremos dar toda la tranquilidad a la población (…) hemos trabajado para garantizar plenamente el abastecimiento de combustible en el occidente del país», como lo registra la agencia de noticias ABI.

Atentado contra la libertad de expresión

Durante el mismo martes un grupo de personas identificadas como miembros de la Unión Juvenil Cruceñista lanzaron un artefacto explosivo que destruyo completamente la entrada de la instalación, gracias a la rápida y efectiva llegada de los bomberos el fuego no logro expandirse hacia los equipos de trabajo.

Diferente fue la suerte que corrieron las instalaciones del canal siete de Televisión Boliviana en Santa Cruz, donde los unionistas no se limitaron a su toma y saqueo sino que se destruyeron el resto de los equipos que se hallaban en el interior del edificio.

De acuerdo a un camarógrafo de Televisión Boliviana, Mario Mamani, alrededor de 160 jóvenes tomaron la televisora armados con piedras, palos y armas blancas, todo ocurrió alrededor de las 20:30 y concluyo con la total destrucción de las paredes del edificio.

El saqueo se efectuó en presencia de los trabajadores de la televisora que fueron rebasados en número y no tuvieron mas opción que contemplar la escena sin poder hacer nada para impedirla.

Ante lo ocurrido la Federación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Santa Cruz (FSTPSC), a través de su ejecutivo, Hernán Cabrera, expresó su condena ante los hechos ocurridos contra un medio de comunicación y aseguró que es una violación a la promesa realizada por los dirigentes cívicos de no avasallar ningún medio de comunicación.

Durante el mismo martes el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, expresó que la destrucción de estos medios de comunicación estatales es parte de un plan de terrorismo cívico y regional que busca «secuestrar» la voz de la gente y la libre expresión.

La sombra del imperio

Todos los actos de violencia ocurridos durante los últimos días y en especial los del martes se intensificaron con cada contacto que tuvieron líderes de la oposición con los EE.UU.

Comenzando con la reunión sostenida entre el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, y el embajador estadounidense, Philip Goldberg, hace no más de 15 días. Dicha reunión se llevo a cabo en absoluta reserva y el acceso de los medios de comunicación fue vetado.

Sin haber pasado siquiera dos meses después de que las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Bolivia se normalizaran luego de una etapa de tensión debido a supuestos actos conspirativos de la embajada estadounidense y la org. USAID contra el Gobierno de Evo Morales, Phillip Goldberg vuelve a despertar polémica con su último encuentro con el prefecto Costas

Así como también la reunión entre Goldberg y la prefecta opositora de Chuquisaca, Sabina Cuellar, donde también los medios de comunicación tuvieron un acceso muy limitado.

El reciente viaje y retorno del multimillonario empresario oligarca y dirigente cívico, Branco Marincovik, de los EE.UU. influyó en la intensidad de los actos vandálicos de la UJC, agrupación íntimamente relacionada al comité cívico que Marincovik precede. Marinkovic es responsable del desplazamiento de cientos de familias indígenas de su territorio luego de que cercara su única fuente de agua y cultivo.

Goldberg fue embajador de Kosovo poco antes de que la guerra civil de Yugoslavia balcanizara a ese país en varios pequeños estados, acusado de ser un experto en asuntos «separatistas», su actual embajada ya estuvo implicada con el financiamiento de las campañas prefactúrales por los referendos de los estatutos autonómicos.