El Gobierno de Brasil advirtió este jueves que «no tolerará», como tampoco los demás países de Sudamérica, «una ruptura del ordenamiento democrático en Bolivia», según declaraciones ofrecidas por el asesor de Asuntos Internacionales de la Presidencia brasileña, Marco Aurelio García. El funcionario explicó que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva mantuvo consultas con sus […]
El Gobierno de Brasil advirtió este jueves que «no tolerará», como tampoco los demás países de Sudamérica, «una ruptura del ordenamiento democrático en Bolivia», según declaraciones ofrecidas por el asesor de Asuntos Internacionales de la Presidencia brasileña, Marco Aurelio García.
El funcionario explicó que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva mantuvo consultas con sus homólogos de Argentina, Cristina Fernández; de Chile, Michelle Bachelet y de Venezuela, Hugo Chávez, con quienes alcanzó un consenso en el sentido de que se aplicarán «medidas diplomáticas» en caso de que se intente un golpe de Estado contra el gobierno constitucional
En conversación telefónica, los mandatarios acordaron que «no será reconocido ningún gobierno o intento de régimen que intente sustituir al que los bolivianos votaron y ratificaron en referendo», hace poco más de un mes, cuando el mandatario Evo Morales obtuvo casi 70 por ciento de los votos.
García indicó que el Grupo de Amigos integrado Brasil, Argentina y Colombia, creado con el objetivo de aliviar la crisis boliviana, está alerta ante cualquier llamada del gobierno de Morales, una vez que éste lo solicite. «El mecanismo del viaje está preparado para el momento en que lo decida el gobierno boliviano», puntualizó.
Destacó también que la embajada de Brasil en La Paz ha intentado en los últimos días un contacto con líderes de la oposición boliviana, pero no ha tenido éxito hasta ahora. «Se quiere contribuir a una solución negociada», a fin de que «sea rápidamente restablecido el orden» y se retome el diálogo, señaló.
«Bolivia ha pasado por situaciones gravísimas y se habló muchas veces de que el país estaba al borde de una guerra civil, pero tengo confianza en que otra vez imperará la sabiduría del pueblo boliviano», dijo el colaborador de Lula.
Alertó que algunos sectores políticos puede tener en este momento «tentaciones de llevar el enfrentamiento hasta las últimas consecuencias», lo que consideró que sería lo peor para Bolivia y para toda Sudamérica. «Un agravamiento de la situación traería perjuicios enormes para la integración de la región», dijo.
El gas de por medio
Dentro de los intereses nacionales, García admitió que pesa el hecho que Bolivia suministra casi el 70 por ciento del gas natural que se consume en Brasil. Este jueves, grupos de la oposición redujeron el abastecimiento en un 10 por ciento, debido a un atentado contra un gasoducto al sur del país.
En cuanto a las declaraciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, respecto al apoyo armado a Bolivia, dijo que todavía no está planteada esa alternativa, sin embargo no la descarta.
García relató que en la conversación que mantuvo con Lula este jueves, Morales se mostró esperanzado con la posibilidad de un diálogo con la oposición, pero «estaba muy preocupado en evitar a cualquier precio que haya víctimas y que los conflictos dejen muertos».
Por su parte, el gobierno argentino también se pronunció y, mediante un comunicado, dijo que «ante los graves hechos de violencia y sabotaje terrorista» registrados en Bolivia, Cristina Fernández «reitera su pleno e incondicional respaldo al gobierno constitucional de Evo Morales».
Asimismo, llamó a los prefectos a frenar los actos de violencia en sus respectivos departamentos.
Se informó que el canciller, Jorge Taiana, viajaría a Bolivia pero postergó su viaje para la próxima semana como fecha tentativa.
Argentina exhortó a la comunidad internacional a «que se pronuncie a favor del respeto al orden constitucional y la integridad territorial de Bolivia». También pidió «condenar las acciones violentas impulsadas por las autoridades locales, así como todo intento exterior de buscar la desestabilización de Gobiernos populares elegidos democráticamente, en elecciones libres y sin prescripciones en Suramérica».
Al igual que los gobiernos, de Brasil, Chile y Venezuela, el país rioplatense otorgó su permanente disposición a colaborar en la búsqueda de una solución que garantice el pleno respeto de la democracia, la integridad territorial y la paz, «valores que han guiado a la sociedad boliviana en estos últimos años de forma ejemplar para la región y el mundo», señala el escrito.