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Historias de ternura inverosímil en el corazón de la Amazonia norte

Leo, una blanca paloma

Fuentes: La Epoca

Entre prefectos e influyentes de derecha hay alguno que encuentra en Fernández un «gesto inocultable de integridad » y un «rostro extraordinario de dignidad». Pero la mayoría empobrecida del país lo censura. Peter Levi, su yerno, y Paulo Bravo, su heredero político, cuidan el cacicazgo.

A los 56 años, Leopoldo Fernández, uno de los más exitosos e inflexibles hijos políticos de las dictaduras y de los gobiernos neoliberales en el último medio siglo es, junto a los también latifundistas Branco Marinkovic y Rubén Costas, uno de los resultados de la derecha que está fraccionando a Bolivia de sus mayoritarios dos tercios.

Mientras el gobierno de los movimientos sociales lo ha responsabilizado de la reciente masacre de Porvenir y centenares de deudos claman por aplicarle justicia en La Paz, donde aún está preso, «Leo» se ha constituido en el niño mimado de la Corte Suprema y los Colegios de Abogados alineados al grupo de prefectos y cívicos ultristas que pugnan por trasladarlo a Sucre, uno de los bastiones de la extrema derecha, de donde las autoridades presumen que pueda fugar, como lo hizo el ex presidente Sánchez de Lozada el 2003.

Porvenir, un pueblo de dos mil personas a 45 minutos de Cobija, en el norte de la Amazonia boliviana, fue escenario de la matanza, hace dos semanas, de un grupo de zafreros casi indigentes en viaje de protesta contra los abusos del Prefecto en Pando, departamento sumido en la pobreza más extrema mientras Fernández, junto a otros «caciques» menores, acumula fortunas millonarias desde hace décadas, y los 875 dólares que debiera recibir cada pandino por el impuesto a los hidrocarburos se desvanecen entre los efluvios de la administración prefectural.

Las opiniones están divididas en todo el país. También las actitudes, incluso, entre los grupos de la derecha moderada y centristas que conformaron gobierno hace tres años, como es el caso del ex presidente Carlos Mesa y su ex ministro Roberto Barbery.

Susana Céleme en Santa Cruz, al igual que otros veteranos políticos y los medios allegados a los prefectos rompieron lanzas por la detención Fernández, lo mismo que Reynaldo Wayar y Álvaro Melgarejo en La Paz las siguen quebrando acompañados por el tambor mediático de la gran empresa, al tiempo que Auto Quiroga cuestiona el «linchamiento» de su ex ministro de Gobierno.

«Estoy con Pando por su valentía, su firmeza y su resistencia, por la serenidad y decisión de su prefecto… firme junto a los suyos, en estos tensos días de luto y dolor que se ciernen sobre sus cabezas», dice Seleme, por ejemplo. Pero hay otros personajes que se han tomado la defensa a muy pecho, entre lágrima, nostalgia y suspiro

DOS CARAS ▪ «Hay un gesto inocultable de integridad en Fernández», encuentra Roberto Barbery al esbozar el retrato de un mártir más perseguido que San Sebastián en Coliseo romano, «…y cada segundo que pasa -agrega- se muestra más intemporal, desnudando la pobreza moral que hay a su alrededor, aun más infinita que la pobreza del pueblo»

La sorprendente versión de su ex jefe, carece de gimoteos:

«La acción de la Prefectura de Pando, con el consentimiento del prefecto Fernández, uno de los políticos más veteranos del país (20 años de parlamentario en las espaldas y emblema del viejo y desplomado sistema de partidos), mostró al país y sobre todo a la comunidad internacional que la oposición actuó al viejo estilo de los caciques locales, ahogando en sangre la disensión», dice Mesa, para quien «la paciencia de Evo Morales fue el ingrediente que, paradójicamente, cambió (por ahora) el rumbo de la grave crisis que vive Bolivia».

«La apuesta de los opositores era obligar a Morales a morder el anzuelo, retomar el orden con la fuerza militar y eventualmente hacerlo en sangre -repara Mesa-. Pero el Presidente no pestañeó», según observa en su análisis para El País, de Madrid.

Para Barbery, en cambio, el de Fernández es «un rostro extraordinario de dignidad que crece en forma paralela a la ventaja con la que actúan sus captores y al envilecimiento de una cultura política cada vez más cínica…».

Sin embargo, Mesa se pregunta: «¿Quién podría hoy justificar las muertes, las tomas vandálicas y los atentados contra el patrimonio estatal ejecutadas por los enemigos del Gobierno? ¿Cómo defender la legítima demanda de autonomía y el reclamo de ingresos petroleros de los departamentos de oposición, tras esa ordalía que lo único que hizo fue quitarles el piso de la razón a sus abanderados?

Para el ex Presidente, los matices no cambiarán la sensación interna y externa de que «una acción racista de las élites concluyó en un crimen colectivo».

«Es obvio que el Gobierno organizó la marcha campesina, es obvio que hubo provocación y que el primer muerto fue de las filas de los seguidores del Prefecto, pero la inadmisible desmesura de la respuesta y el vandalismo de días anteriores es un argumento demasiado fuerte», tanto que, remarca, afrontar el empuje del gobierno «hoy es casi imposible».

«¿Quién podría respaldar a una oposición que mostró rasgos de ultrismo, miopía y falta de comprensión de la realidad boliviana tan flagrante y tan descarnada?», se cuestiona a sí mismo para concluir: «Es que ésa no es ya una oposición que represente la sensatez, el equilibrio y la búsqueda de respuestas posibles de futuro», aunque, admite, «es lo que hay».

DOBLES INTERPRETACIONES ▪ Las dos caras de la interpretación, se extienden asimismo a otros ámbitos. Por ejemplo, la trayectoria conocida de «Leo», y aquella que ha permanecido en las sombras.

O el perfil del grueso de la población pandina, y aquél de los que al amparo de Fernández se han convertido en sus principales colaboradores, como su yerno Peter Sueldo Levi y su heredero político [el también ex prefecto a instancias suyas, cuando Tuto nominaba igualmente, a «dedazo»]: el senador Paulo Bravo.

De acuerdo al índice de necesidades básicas insatisfechas [INE 2002] , la pobreza en Pando alcanza al 72 % de la población, cifra de la cuál el 91 % corresponde a la población rural del departamento.

Las brechas entre la población urbana y rural son muy marcadas. La población urbana se concentra en la provincia Nicolás Suárez, que alberga a Cobija y donde se ha reportado una relativa reducción de la pobreza.

En las otras provincias: Manuripi, Abuná y Federico Román, el porcentaje de pobres supera el 92% de la población, alcanzando al 98 % en Madre de Dios [33.9% corresponde a pobreza moderada y 66.9 a pobres dentro de la línea de indigencia]. En Federico Román, el 58.4% está dentro de la línea de indigencia.

Respecto de los servicios de agua y saneamiento, el 64.8% no cubre adecuadamente sus requerimientos de energía eléctrica y combustible, ni para uso doméstico. En las provincias de Madre de Dios, Abuná y Federico Román ese porcentaje alcanza a 95, 94 y 98 % respectivamente.

RICOS EN IDH ▪ Sin embargo, Pando es el departamento que más recursos por habitante recibe del polémico Impuesto a los Hidrocarburos (IDH), a mucha distancia de los otros departamentos. Según el Foro del Medioambiente (Fobomade), si los recursos del IDH se distribuyeran por pandino pobre, cada uno debería el año 2007 recibir 1.209 dólares al año

La realidad muestra más bien que los recursos del IDH no se reflejan en la superación de los niveles de pobreza del poblador rural, y que el presupuesto prefectural ha tenido crónicos problemas de ejecución pese a consecutivos aumentos, que en muchos casos han ido a parar a las arcas del comité cívico, y ahí a los bolsillos de asesinos a sueldo para asesinar campesinos, según las primeras indagaciones sobre la matanza.

Tan sólo en marzo pasado, el ministro Juan Ramón Quintana, mostró pruebas de transferencias ilegales por casi 300 mil bolivianos, hacia la presidenta del Comité Cívico de esa región, Ana Melena de Suzuki, para que realice actos políticos, compre cinco mil banderas en Santa Cruz, y reciba un cheque por 11.700 bolivianos del Banco Unión de los recursos de coparticipación que recibe la prefectura pandina.

El financiamiento a Melena provenía además de las regalías forestales los recursos del IDH y otros destinados a los damnificados por las inundaciones.

«Se está viendo que hacen circular cheques a los comités cívicos que son una especie de soborno», dijo entonces Quintana al recordar que «pese a que Fernández fue elegido democráticamente, sus prácticas viciosas y deleznables siguen llevándose adelante para socavar la voluntad del pueblo»

NEGOCIOS EN LA AMAZONIA ▪ Durante siete meses que fue Ministro, Fernández utilizó 83.666 bolivianos de los gastos reservados que eran administrados por su Director Administrativo y yerno a la vez, se recordó también a propósito del trinitario Peter Sueldo Levi, esposo de su hija Gianna.

Fernández, pagó también 300 mil bolivianos por la redacción del estatuto autonómico con recursos del IDH, denunció la Delegada Presidencial en Pando, Nancy Texeira.

«Erick Von Boeck Peñaranda recibió como pago 140 mil bolivianos, José Shimokawa Ramos 80 mil bolivianos y Aurelio Valenzuela Deromedis 80 mil bolivianos. Estas tres personas recibieron 300 mil bolivianos para redactar un estatuto como lo diseñó y ordenó el prefecto Fernández, sin tomar en cuenta y violentando los derechos de los movimientos sociales, los campesinos, los indígenas y la población de Cobija», aseguró Texeira.

Hace cinco años, después de su paso por el ministerio de Gobierno, Fernández se distanció en parte de Quiroga, cuyos funcionarios lo involucraron en el desvío de armas y equipos de seguridad y el uso irregular de gastos reservados.

CUOTA DE LEO ▪ En septiembre del 2003, el Grupo Líder reportó que un lote de escopetas comprado por Bolivia fue desviado a Ecuador entre abril y agosto del 2000. Los ex ministro Walter Guiteras y Guillermo Fortún rechazaron de inmediato las sindicaciones en ese sentido de parte del ministro Alberto Gasser, pero no dejaron el camino despejado sobre el tráfico de armas.

«Peter Sueldo Levi llegó al Ministerio de Gobierno -según el diario La Prensa- como cuota parte» del senador Fernández, desde el primer año del gobierno de Hugo Banzer. Sueldo sobrevivió al cambio de los ministros del ramo y se fue cuando José Luis Lupo pidió su cambio inmediato, ya en la administración de Jorge Quiroga. Pero Fernández sacó cara por su yerno. Lo defendió de las acusaciones y prometió descargos documentales para demostrar su inocencia».

Sueldo declaró a la revista Domingo de La Prensa (septiembre 2003) que nada tuvo que ver con adquisiciones irregulares, menos con tráfico de armas. Sin embargo, Gasser aseguró que la Unidad de Investigaciones Financieras encontró indicios sobre la existencia de tráfico de armas y compras irregulares de equipos antimotines.

PADRE, ABUELO Y PADRINO ▪ Fernández, un ex futbolista, comenzó su carrera política a los 27 años, con el general Hugo Banzer para las elecciones de 1979 y pronto se adscribió a los regímenes militares de García Mesa, Guido Vildoso y Celso Torrelio, como funcionario del entonces Instituto Nacional de Colonización, según el recuento de esos primeros años, hecho por Edgar Ramos de Noticias Chaco Amazonia.

Fue diputado por diez años, hasta 1989, cuando resultó senador por otros 16 años, y en varias oportunidades fue prefecto de Pando hasta que hace dos semanas su estrella comenzó a perder brillo con la matanza en que fue responsabilizado por el gobierno.

Pety Ray e Indusas son frecuentemente mencionadas entre las empresas de sus comienzos como empresario, pero diversos reportes lo señalan como uno de los principales rescatistas de castaña y dueño de ganado en extensos predios obtenidos durante el largo ejercicio del poder, en que también resultó padrino de muchos vástagos, entre ellos los de las familias Murakami y Melena, de activa presencia en importantes cadenas televisivas, según el reporte de periodistas pandinos.

Fernández está casado con Pilar Soria y con ella es padre de cinco hijas. Se le conoce al menos dos nietos, los hijos de Peter Sueldo Levi, y declaró una fortuna de 1.4 millón de dólares, según diría desde Tarija un veterano columnista especializado en no marginar a los adolescentes de los negocios de sus mayores.