La religión entró al juego electoral en Bolivia y elevó la temperatura política cuando faltan 18 días para el referendo constitucional. Un arzobispo boliviano encabezó una jornada de oración organizada por los opositores al presidente Evo Morales, lo que provocó una ola de críticas del oficialismo. Cuatro prefectos opositores y dirigentes cívicos contrarios a Evo […]
La religión entró al juego electoral en Bolivia y elevó la temperatura política cuando faltan 18 días para el referendo constitucional.
Un arzobispo boliviano encabezó una jornada de oración organizada por los opositores al presidente Evo Morales, lo que provocó una ola de críticas del oficialismo.
Cuatro prefectos opositores y dirigentes cívicos contrarios a Evo Morales organizaron en Sucre, la capital de la República, una jornada de oración denominada «Defiende tu fe», cuyo principal objetivo era hacer campaña por el No al proyecto de Constitución que fue aprobado por la Asamblea Constituyente y que será sometido a referendo el 25 de enero.
Ese acto fue conducido, en su parte espiritual, por el arzobispo de Chuquisaca (cuya capital es Sucre), Jesús Pérez, y por el pastor evangélico Charles Suárez.
Los opositores consideran que el proyecto de Constitución va en contra de la fe de los bolivianos porque pone a todos los cultos en una misma jerarquía y le quita a la religión católica la categoría de «religión oficial del Estado».
Además, los opositores y grupos conservadores rechazan el proyecto porque establece el derecho a la vida sin especificar si es desde la concepción, lo que a decir que estos sectores, dejaría una puerta abierta para legalizar el aborto.
En ese contexto, los sectores opositores organizaron la jornada de oración en Sucre, la que se replicó en Santa Cruz, donde también participó la Iglesia Católica.
El ministro de Defensa Legal, Héctor Arce, dijo que «hay que lamentar la acción de algunos miembros de la Iglesia Católica, que se están prestando a un juego político que no deberían darse».
«Los neofariseos»
El diputado oficialista Gustavo Torrico opinó que el arzobispo de Chuquisaca dio nacimiento a una nueva categoría en Bolivia. «Ahora existen los neofariseos, los traficantes de la fe, traficantes de la conciencia, me parece irracional lo que ha hecho el obispo», dijo en declaraciones a BBC Mundo.
Incluso, mencionó un spot publicitario en el que los opositores convocan a votar por el No a la Constitución diciendo: «Dile sí a Dios, vota No».
El máximo dirigente de los campesinos, Isaac Ávalos, comentó que la Iglesia Católica «está incurriendo en una intromisión política. Es un error garrafal».
Durante el acto de campaña por el No, el arzobispo Pérez reivindicó la fe diciendo: «Tú has querido la unidad del mundo, no la división. Sólo reconociéndote a Ti y a tu hijo, tendremos la unidad».
Mientras que el pastor evangélico Charles Suárez fue más contundente al decir que «antes de honrar a la Pachamama (deidad andina), prefiero honrar a Dios y mi voto será por el No».
El pastor se refirió al proyecto constitucional como «anticristiano y abortista».
«También rezamos con Evo»
¿Por qué la Iglesia Católica participa en un acto de campaña?, le preguntó BBC Mundo al padre Sebastián Obermaier, quien dijo que «si el señor presidente Evo, el partido del MAS, le pide a la Iglesia rezar con ellos pasamos con ellos a cualquier lugar a rezar con ellos y con su partido».
Obermaier, quien aclaró que sus opiniones son personales y no las de una autoridad, dijo que «la Iglesia no es oposición, no es gobierno, la Iglesia es pueblo».
Sin embargo, más allá de la jornada de oración, los opositores iniciaron una campaña en contra del proyecto constitucional basados en la religión.
El proyecto que se pondrá a consideración de los bolivianos, en su artículo cuarto dice que «el Estado respeta y garantiza la libertad de religión y de creencias espirituales, de acuerdo con sus cosmovisiones. El Estado es independiente de la religión».
El diputado Torrico considera que esta es la mejor manera de aglutinar a todos los bolivianos porque en caso de que la religión católica se mantuviera como oficial, habría bolivianos evangélicos y de otras creencias que podrían sentirse menos bolivianos que los católicos.
El diputado opositor, Bernardo Montenegro, señaló que Bolivia «está gobernada por un grupo de ateos» y que por eso el Gobierno impulsa una Constitución contra la fe.
El prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, instó a decir No a la Constitución porque «está fuera de contexto de los principios que profesa el pueblo boliviano».
El diputado Torrico aseguró que Evo Morales es católico y que el constante enfrentamiento entre el Gobierno y los jerarcas de la Iglesia se debe a las posiciones políticas de éstos últimos.