El joven británico Gary McKinnon puede ser condenado a una pena de varias décadas de prisión, además de cuantiosas multas.
El pirata informático británico Gary McKinnon, conocido como ‘Solo’, ha perdido su batalla contra la extradición a EE.UU. al rechazar la fiscalía del Reino Unido procesarle en este país.
Los representantes legales de McKinnon pidieron al fiscal en diciembre que le procesara aquí por delitos menores, después de que el interesado, de 42 años, firmara una declaración en la que admitía haber violado la ley británica de abuso informático de 1990. Pero la fiscalía ha rechazado presentar cargos contra el acusado al amparo de esa legislación, ya que considera que las alegaciones de Estados Unidos son mucho más graves.
EE.UU. le reclama por presuntas «actividades informáticas fraudulentas», después de que el pirata accediera ilegalmente a varios de sus sistemas, que se suponen los más seguros del planeta, entre febrero del 2001 y marzo del 2002, como ordenadores de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), el Ejército, la Marina, el Departamento de Defensa y la Fuerza Aérea.
El pasado 28 de agosto, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechazó el recurso contra la extradición que había presentado McKinnon, que entró en los ordenadores del Gobierno estadounidense antes y después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 (11-S).
El británico alegó en esa ocasión que, de ser condenado en EE.UU., podría sufrir tratos inhumanos o degradantes, argumento que aparece en la Convención Europea de Derechos Humanos.
‘Solo’ había perdido el 30 de julio del 2008 otro recurso judicial en la Cámara de los Lores del Reino Unido, que respondía a una sentencia anterior del Tribunal Superior, que en 2007 ordenó su extradición.
El presunto «cíber-delincuente» puede ser condenado en EE.UU. a una pena de varias décadas de prisión, además de cuantiosas multas, ya que la Fiscalía sostiene, entre otras cosas, que modificó y borró archivos en una instalación naval poco después de los atentados del 11-S, lo que dejó los sistemas no operativos.
‘Solo’ admite que accedió a los ordenadores desde su vivienda en Londres, pero asegura que no pretendía sabotearlos, sino que sólo buscaba información sobre ovnis, a fin de destapar una supuesta conspiración para ocultar avistamientos.
La defensa de Gary McKinnon ha alegado que su cliente no es un terrorista ni un simpatizante del terrorismo, y sostiene que el Gobierno británico rechaza procesarle para permitir a la Administración estadounidense dar ejemplo con su caso. Además, señalan que el experto informático entró en los ordenadores estadounidenses no por malicia sino por «ingenuidad», ya que padece el síndrome de Asperger, un tipo de autismo, por lo que no debe ser considerado un delincuente.