Tras leer la noticia aparecida hace pocos minutos en varios medios de comunicación: El Ministerio de Cultura se posiciona contra el copyleft no puedo más que «encenderme» y recordar, una vez más, que los dirigentes del ministerio de cultura siguen obcecados en llevarnos a oscuras épocas pasadas, enfrentadas a la modernidad y el progreso de […]
Tras leer la noticia aparecida hace pocos minutos en varios medios de comunicación: El Ministerio de Cultura se posiciona contra el copyleft no puedo más que «encenderme» y recordar, una vez más, que los dirigentes del ministerio de cultura siguen obcecados en llevarnos a oscuras épocas pasadas, enfrentadas a la modernidad y el progreso de otras naciones: La modernidad brasileña frente a la inquisición española.
Parece que como la imposición de los criterios de unos pocos sobre el bien de la ciudadanía no les basta, son capaces incluso de oponerse a la voluntad de los autores en beneficio de la industria:
«En el informe se insta a las entidades de gestión a «hacer efectivos estos derechos de remuneración aunque el autor hubiera decidido regalar su obra o no cobrar»
…hasta el punto de afirmar con rotundidad que hay determinados derechos cuyo ejercicio sólo corresponde a las entidades de gestión»
y además, los autores del informe afirman tal cantidad de «burradas» en contra del propio sentido de las licencias creative commons que, o bien son unos ineptos -y ni conocen la legislación ni tienen capacidad para interpretarla- o bien simplemente están flagrantemente cometiendo o rozando ilegalidades:
«Este grupo considera además, una vez hecha tan particular definición de las licencias copyleft, que su utilización implica «perder el control de la obra, ya que su difusión masiva hará que existan cientos de potenciales licenciatarios». Instruidos en materia legal por Marta García León, profesora de Derecho Civil de la Universidad Carlos III de Madrid (y para más datos actual asesora del Gabinete de Sinde e hija de Rosa león), los portavoces del Ministerio de Cultura ponen en duda la naturaleza contractual de las licencias Creative Commons hasta el punto de afirmar con rotundidad que hay determinados derechos cuyo ejercicio sólo corresponde a las entidades de gestión. La presencia de estas entidades en el documento es tan frecuente que incluso se les insta a «hacer efectivos estos derechos de remuneración aunque el autor hubiera decidido regalar su obra o no cobrar las cantidades recaudadas a su nombre».»
Si aún siquiera hubiesen realizado parte de su trabajo, sabrían que una norma basica de cualquier licencia libre es que el autor jamás puede renunciar a sus derechos morales, y solo puede hacerlo a los derechos comerciales o de explotación. Y ya, para remate, lo que recoge Barrapunto: Ministerio de Cultura sugiere cobrar por obras CC a las entidades de gestión : «..En un informe (en PDF) sobre el Libro Electrónico, realizado desde el Observatorio de la Lectura y el Libro, dependiente del Ministerio de Cultura, en el que se analiza el impacto del e-book en el sector del libro y en los hábitos lectores, recomiendan, en el caso de las licencias Creative Commons, que se obligue por Ley a que las entidades de gestión de derechos hagan efectivos los derechos de remuneración aún en el caso de que el autor decidida regalar su obra o no cobrar.»
¿Cómo es posible que aún siga existiendo este debate? ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI aún haya personas que quieran aprovecharse del progreso y el Conocimiento de la ciudadanía en beneficio de unos pocos? Por eso, un año después, siguen vigentes mi posts Falsa Cultura Vs Resultados Electorales y De malos Gobernantes, de Redes Sociales y ¿hay motivos para la esperanza? y mi postura: Debemos acabar con todos los planteamientos y dogmas del pasado, con tópicos como que la industria cultural representa la cultura, o el beneficio de unos pocos -algunos mal asesorados y otros directamente interesados- en detrimento del progreso de la ciudadanía, y apoyar, defender, promocionar el acceso a la Cultura, al Conocimiento, a la Libertad Tecnológica,…
Como siempre, hay motivos para la esperanza, y así, además de reconocerse en el artículo que España es el país del mundo con más obras bajo licencia Creative Commons cita lo siguiente:»…se trata de un «documento de trabajo que se presentará al Consejo antes de verano», por lo que deberemos esperar hasta septiembre (como pronto) para conocer la postura oficial y si ésta sigue siendo alérgica al copyleft.»
¿Volveremos, como en el caso del software libre a abandonar los primeros puestos de cabeza en detrimento de los intereses de unos pocos, de industrias obsoletas? Porque esto me lleva a la siguiente conclusión, reflexión o resumen de un buen amigo: En el país que mas licencias copyleft usa, el ministerio a la suya