Cuarenta y dos años después, esta plaza sigue llenándose de estudiantes conscientes del pueblo; de los hijos de los trabajadores que luchan por un mundo mejor. Y ahí sigue también el gobierno despótico intentando arrebatarnos hasta el último peso, hasta el último recurso natural, hasta el último de nuestros derechos. En 1968 asesinaron sus cuerpos, […]
Cuarenta y dos años después, esta plaza sigue llenándose de estudiantes conscientes del pueblo; de los hijos de los trabajadores que luchan por un mundo mejor. Y ahí sigue también el gobierno despótico intentando arrebatarnos hasta el último peso, hasta el último recurso natural, hasta el último de nuestros derechos.
En 1968 asesinaron sus cuerpos, pero hicieron inmortal su ejemplo de lucha. Son ellos, los estudiantes rebeldes del 68, quienes renacen en cada huelga estudiantil, en cada marcha, en cada mitin de apoyo a los contingentes que resisten. Son ellos, los brigadistas del CNH, los que levantan su puño frente a cada intento por hacer de la UNAM una vulgar escuelita de pago.
Hace unos cuantos días, José Narro Robles marchó a esta misma plaza de la Constitución, de la mano de Felipe Calderón. Luego, pretendió recibir en la zona cultural de Ciudad Universitaria a represores de la talla de Ulises Ruiz, Enrique Peña Nieto y Mario Marín, los asesinos y violadores de pueblos dignos como San Juan Copala y San Salvador Atenco. Con estos actos, las autoridades pretenden festejar los 100 años de la Universidad Nacional.
Pura palabrería. Mil discursos y ninguna acción concreta para abrirle las puertas de la UNAM a los que más lo necesitan. Narro: qué importa si son 2, 7 ó 20 millones de nini’s, si no vas a hacer nada para dar solución. Te llenas la boca de retórica contra el gobierno federal, aprovechándote de la incompetencia de Felipe Calderón y su gabinete, pero nada de aumentar la matrícula, nada de construir más escuelas. Aunque faltan más recursos, lo cierto es que el presupuesto de la UNAM se ha duplicado en los últimos años, y ningún CCH más, ninguna escuela ni facultad más, miles de jóvenes siguen siendo expulsados y excluidos de su derecho a estudiar, mientras el ocupante de la rectoría gana más de 100.000 pesos mensuales.
¡Vaya autoridades «orgullosas» de los 100 años de la Universidad Nacional! No son más que una bola de burócratas, enemigos de la educación pública y gratuita, que hace 10 años encerraron a los huelguistas del CGH que lucharon por la gratuidad, y hoy se muestran como los más democráticos y progresistas.
Los festejos de los 100 años de la UNAM, se parecen mucho a los del gobierno federal por los 200 años del inicio de la guerra de independencia. Muchos encuentros, fiestas, discursos, pero nada de propuestas para resolver el caos en que se encuentra la educación, ni para revertir la degradación social que golpea a la juventud mexicana.
Es ahí donde entramos nosotros, los estudiantes de abajo, que siguiendo el ejemplo de nuestros compañeros de aquella generación aguerrida y valiente de 1968, vamos por 100 años más de Universidad Nacional, cada vez más Pública, Laica, Científica, Gratuita y de Masas.
Y no sólo eso, como hijos de los trabajadores, nos corresponde estar codo con codo con las luchas justas de nuestro pueblo. Como estuvimos con los campesinos de Atenco, allanando el camino para la hermosa libertad que hoy tenemos en nuestras manos, con América, Nacho, Felipe y todos los compañeros que hoy tenemos entre nosotros, para seguir luchando. Y vamos por los demás presos políticos del país, por los de Oaxaca y Chiapas, por compañeros como Víctor Herrera Govea, que hoy cumple un año de injusta prisión, y no descansaremos hasta obtener su libertad.
Ahora, redoblamos esfuerzos con San Juan Copala y con los trabajadores en resistencia del SME.
Copala está siendo hostigada por los paramilitares priístas. Sólo la unidad y fuerza del pueblo logrará que los indígenas triquis puedan seguir construyendo su anhelada autonomía, que es lo que en realidad da terror a los poderosos, a Ulises Ruiz y al gobierno federal. Temen que nos levantemos y luchemos por nuestra autodeterminación, nuestra soberanía y verdadera independencia.
Para concluir, queremos dirigirnos fraternalmente a los compañeros del SME, a esas más de 16.000 almas que continúan en resistencia y que han dado a la población mexicana una invaluable muestra de entereza y dignidad. Compañeros, creemos en ustedes, pero en Peña Nieto no. En las calles, en la lucha, estamos con ustedes hasta las últimas consecuencias, pero no con Beltrones. Una cosa es tocar puertas y exigir soluciones, pero los dinosaurios priístas son unos traidores, enemigos del pueblo; cada paso que se avanza con ellos, es un paso que se aleja al SME de la simpatía del pueblo y los contingentes que en este país resisten. Sabemos que es fácil criticar, y que son ustedes los que han tenido que resistir prácticamente solos todo este tiempo, pues el apoyo del movimiento popular ha sido escaso. Pero como hermanos de una misma causa, les hacemos el llamado fraterno: ese camino, compañeros, no nos lleva a ningún lado más que a la derrota.
No vemos traición, no creemos que Esparza vendió, ni que se pasó a la derecha, nada de eso, simplemente consideramos que se está avanzando por un camino erróneo y muy peligroso para el futuro del movimiento, pero que estamos a tiempo de corregir. Se lo decimos con todo el respeto y admiración que se ha ganado a pulso un sindicato como el suyo. Del mismo modo, hacemos un llamado a todos los estudiantes y a todas las organizaciones a abrazar nuevamente al SME, con toda la solidaridad posible, estar atentos a sus convocatorias, sobre todo en este momento de definición. Mientras más apoyo mostremos, más difícil será la derrota, que no sería sólo contra el SME, sino que impactaría contra todo el movimiento social. Nuestro camino es el de la lucha, nuestra arma es la movilización.
Juntos, discutiendo, organizados y luchando ¡venceremos!
En los 100 años de la Universidad Nacional ¡que se construyan 100 escuelas y facultades más!
¡Educación pública y gratuita para todos!
¡Castigo a los represores de ayer y de hoy!
¡Apoyo total a San Juan Copala!
¡Vivan los 16.000 trabajadores del SME que continúan con la resistencia!
A 42 años de la matanza en la Plaza de las Tres Culturas, los estudiantes dignos y rebeldes, aquí seguimos.
¡2 de octubre, no se olvida!
rCR