La delegación boliviana en la cumbre de cambio climático que finalizó este sábado en Cancún fue la única en rechazar los acuerdos alcanzados por el pleno del foro y anunció que interpondrá un reclamo formal contra la manera en que se llegó al pacto global. Al rechazarse al acuerdo, que pacta una futura renegociación del […]
La delegación boliviana en la cumbre de cambio climático que finalizó este sábado en Cancún fue la única en rechazar los acuerdos alcanzados por el pleno del foro y anunció que interpondrá un reclamo formal contra la manera en que se llegó al pacto global.
Al rechazarse al acuerdo, que pacta una futura renegociación del Protocolo de Kioto – a través del cual los países ricos limitan sus emisiones – y establece mecanismos de ayuda a países en desarrollo, entre otros temas, Bolivia quería evitar que el pleno apruebe un pacto que, según ese país, no es lo suficientemente enérgico en algunos temas que no se habían terminado de negociar.
Tradicionalmente las decisiones de la convención se toman por consenso unánime, por lo que la presencia de un sólo opositor puede hacer caer cualquier acuerdo alcanzado por los demás países.
Pero esa estrategia no pareció dar los resultados que la delegación boliviana esperaba – los acuerdos fueron aprobados con el acuerdo de los demás 193 países y sólo se «tomó nota» de las reservas de Bolivia.
Tras el fin de la última sesión plenaria, el embajador de Bolivia antes Naciones Unidas y jefe de la delegación, Pablo Solón, dijo que su país se va de esta cumbre «con la frente en alto; somos la delegación de un país que no se vende, no se arrodilla, tiene mucha dignidad y principios».
Solón agregó que el país hará una reclamación ante la Corte Internacional de Justicia por la manera en la que se adoptaron los acuerdos.
Tensión
Bolivia objetaba, por ejemplo, que en el primer texto no hay un firme compromiso de renovación del Protocolo de Kioto -que vence en 2012- y que los recortes contemplados en el acuerdo no son suficientemente profundos para evitar un marcado aumento de la temperatura global.
La posición de Bolivia dio lugar a una tensa ida y vuelta entre su embajador en Naciones Unidas y jefe de su delegación aquí, Pablo Solón, y la canciller mexicana y presidenta de la sesión, Patricia Espinosa, en la última sesión de la cumbre.
Los cientos de asistentes a la sesión plenaria aplaudían cada intervención de Espinosa y callaban ante los reclamos de Bolivia.
«Somos representantes de un país pequeño que tiene principios, pequeño pero con soberanía», dijo Solón en el plenario de la cumbre.
Al ver que la reunión plenaria procedía a aprobar los dos acuerdos sin contar con el respaldo de Bolivia, Solón advirtió sobre las implicaciones de semejante decisión.
«El precedente es funesto», dijo Solón. «Hoy será Bolivia y mañana será cualquier país; no podemos de ninguna manera acabar con lo que significa la regla de consenso».
Consenso, no unanimidad
Pero Espinosa les respondió con contundencia.
«La regla del consenso no significa la unanimidad» dijo Espinosa.
«Ni muchos menos que una delegación pretenda imponer el derecho de veto para romper la voluntad que con tanto trabajo han venido alcanzando los demás participantes», e hizo caer el martillo que marcaba la toma de una decisión.
Lo que muchos se preguntan en Cancún es cómo Bolivia pudo quedarse sola, sin el apoyo total en su posición de parte de ninguno de sus aliados del ALBA o del resto del mundo.
En entrevista con BBC Mundo al final de la reunión, la jefa de la delegación de Venezuela – un férreo aliado de La Paz -, Claudia Salerno, dijo que su país se solidarizaba con Bolivia.
«No es un buen precedente el que acaba de ocurrir», dijo sobre la aprobación del acuerdo sin apoyo boliviano, «no me voy con un sabor agradable en la boca, porque se violaron las reglas de procedimiento».
Postura extremista
Sin embargo, Salerno aseguró que en estos casos de negociaciones multilaterales, hay que mostrar flexibilidad.
«Nosotros éramos inflexibles con algunas cosas y esas las peleamos hasta el último minuto, pero este era el momento de la convergencia y la flexibilidad.»
Desde otros países de la región hubo también comentarios respecto a Bolivia.
«Las reservas (de Bolivia) son obviamente válidas», dijo a BBC Mundo Sandra Bessudo, jefa de la delegación de Colombia, tras el fin de la reunión.
«Sin embargo esa posición tan extremista en un contexto como lo que se está intentando construir desde aquí hace que el proceso vaya hacia atrás», agregó.
La delegación de Bolivia, por su parte, aseguró que la historia les dará la razón.
«Lo que aquí (en Cancún) se ha acordado va a llevar a víctimas humanas y de la naturaleza», sentenció.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2010/12/101211_cumbre_cancun_bolivia_contra_193_paises_pl.shtml?print=1