El (TUE) ha cuestionado el proyecto de crear una patente europea única sin España e Italia al declarar ilegal el futuro tribunal europeo que se iba a encargar de dilucidar los litigios en materia de protección de la propiedad industrial. Los países de la UE tienen previsto aprobar el próximo jueves el lanzamiento sin España […]
El (TUE) ha cuestionado el proyecto de crear una patente europea única sin España e Italia al declarar ilegal el futuro tribunal europeo que se iba a encargar de dilucidar los litigios en materia de protección de la propiedad industrial.
Los países de la UE tienen previsto aprobar el próximo jueves el lanzamiento sin España e Italia de una patente única que reduzca los costes para los innovadores mediante una ‘cooperación reforzada’. Madrid y Roma se oponen por considerar que discrimina al español y al italiano, ya que su régimen lingüístico sólo incluye al inglés, francés y alemán.
Sin embargo, el dictamen del Tribunal de Justicia complica la puesta en marcha de esta cooperación reforzada, que cuenta con el apoyo de los otros 25 Estados miembros, al declarar ilegal el tribunal de patentes.
La sentencia destaca que el nuevo tribunal será un órgano internacional que se sitúa fuera del marco institucional y jurisdiccional de la UE. Sin embargo, los Estados miembros quieren darle la competencia exclusiva para conocer de numerosas acciones ejercidas por los particulares en el ámbito de la patente comunitaria, así como para interpretar y aplicar el derecho de la Unión en esa materia.
Ello «privaría a los órganos jurisdiccionales de los Estados miembros de sus competencias para la interpretación y aplicación del derecho de la Unión». «El acuerdo también tendría incidencia en la competencia del Tribunal de Justicia para responder con carácter prejudicial a las cuestiones planteadas por los órganos jurisdiccionales nacionales», avisa el TUE.
«Como consecuencia, el acuerdo desvirtuaría las competencias conferidas a las instituciones de la Unión y a los Estados miembros que son esenciales para la preservación de la naturaleza misma del derecho de la Unión», concluye la sentencia, que no se refiere al régimen lingüístico.
La presidencia húngara considera que la sentencia no afecta de momento al lanzamiento de la cooperación reforzada porque la creación del tribunal de patentes es un proceso «paralelo» al de la puesta en marcha de la nueva patente única.
El objetivo de Budapest es activar la patente sin España e Italia el jueves y alcanzar un acuerdo provisional sobre el contenido de la patente o sobre el régimen lingüístico en mayo. Al mismo tiempo, se estudiará el contenido de la sentencia para tratar de corregir las ilegalidades detectadas por la justicia europea en el sistema de resolución de conflictos.
Fuentes diplomáticas europeas explicaron que se puede crear una patente única sin Madrid y Roma incluso aunque no haya tribunal. No obstante, admitieron que ello acabaría con la mayoría de las ventajas del nuevo sistema ya que correspondería a los tribunales nacionales resolver los conflictos de propiedad industrial.
En la actualidad, la Oficina Europea de Patentes (OEP), un organismo de la intergubernamental Organización Europea de Patentes, formada por 37 países, examina las solicitudes de patentes y se encarga de conceder una patente europea si se cumplen las condiciones pertinentes.
No obstante, para que la patente concedida surta efecto en un Estado miembro, el inventor debe solicitar su validación nacional en cada país donde desee que su patente quede protegida. Este procedimiento entraña costes administrativos y de traducción añadidos considerables.
Una patente europea validada, por ejemplo, en trece países cuesta hasta 18.000 euros, de los que 10.000 corresponden únicamente a los gastos de traducción, de manera que una patente europea es diez veces más cara que una estadounidense, que cuesta unos 1.850 euros. Debido a los costes que esto supone, la mayoría de los inventores solo patentan su invento en un número muy limitado de Estados miembros.