Las oficinas de patentes y marcas que funcionan bajo la órbita de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) están atravesando una serie de dificultades como consecuencia de la gran cantidad de expedientes acumulados por el inmenso número de solicitudes que saturan la institución encargada de aplicar las leyes de propiedad industrial. La oficina […]
Las oficinas de patentes y marcas que funcionan bajo la órbita de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) están atravesando una serie de dificultades como consecuencia de la gran cantidad de expedientes acumulados por el inmenso número de solicitudes que saturan la institución encargada de aplicar las leyes de propiedad industrial.
La oficina dominicana ha decidido recurrir a una «ayuda extra» para intentar salir de esa situación de colapso ocasionado por las grandes corporaciones transnacionales, que ingresan sus pedidos de protección por patentes y marcas para penetrar el mercado nacional.
Así, con motivo de su Décimo Primer Aniversario, la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI) celebró una misa de acción de gracias en la iglesia San Mauricio del sector Jardines del Norte, oficiada por el párroco del lugar.
La actividad concitó la presencia del Director General de ONAPI, y otros funcionarios del gobierno, con la puntual asistencia de los representantes de empresas y bufetes de abogados que obtienen sus ganancias de la representación de laboratorios farmacéuticos, empresas agroalimentarias globales e instituciones relacionadas a la propiedad intelectual, que actúan como intermediarias del sistema de patentes y marcas. Al evento religioso asistió también el Director General de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), especialmente invitado.
El director dominicano, Juan José Báez, dijo sin embargo sentirse satisfecho con el sitial que ha ocupado la organización que dirige la cual se ha posicionado como la oficina de propiedad industrial referente para los países de la región debido a la «calidad de los servicios».
La ONAPI fue creada el 10 de mayo del 2000 mediante la ley 20-00 que obligaba a este país a adherir a la normativa impuesta por Estados Unidos en materia de asuntos de propiedad intelectual relacionados con el comercio, que ha causado serios problemas en el balance comercial de la República Dominicana con el país del Norte.