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En su documental, “El Sicario, Room 164”, Gianfranco Rosi tiene frente a su cámara a un sicario que trabajó por más de 25 años para el narcotráfico

Universitario, trilingüe y «Sicario»

Fuentes: Rebelión

«Tanto el poder Judicial, Federal como los gobernantes y aún así la Secretaría de Gobernación, que sería el brazo fuerte del presidente de la república tienen conocimiento de que hay gente enterrada. No uno no dos ni tres ni cuatro, hay más de 300 o 400 personas». Así es como fue presentado «El Sicario, Room […]

«Tanto el poder Judicial, Federal como los gobernantes y aún así la Secretaría de Gobernación, que sería el brazo fuerte del presidente de la república tienen conocimiento de que hay gente enterrada. No uno no dos ni tres ni cuatro, hay más de 300 o 400 personas».

Así es como fue presentado «El Sicario, Room 164″, documental del director italiano Gianfranco Rosi y del periodista estadounidense Charles Bowden, este mes de julio en el marco del noveno festival de Cine en París que, por cierto, este año tuvo como invitado de honor a México.

En su documental Gianfranco Rosi tiene frente a su cámara a un sicario que trabajó por más de 25 años para el narcotráfico. En 80 minutos de testimonio logra un escalofriante retrato de las formas de actuar del narcotráfico en México, 80 minutos para saber cómo opera un sicario, 80 minutos que, como bien dice el director: «tal vez no sea algo novedoso, pero escucharlo de alguien que lo hizo es estremecedor. Creo que esto sirve para darse una idea y ver la situación de México.»

Una realidad que ya muchos mexicanos conocemos, más de 35 mil personas han muertos en 5 años y eso que no estamos en guerra. Si nos comparamos con Iraq y Afganistán en materia militar, creo que no hace falta decir más, la cifras hablan por si mismas. Estados Unidos y sus aliados han perdido desde el 2003 en Iraq a 4792 soldados y desde el 2001 a la fecha han perdido a 2605 soldados en Afganistán, según el portal de Internet www.icasualties.org Es decir que en total no llega a 8 mil bajas.

No escribo para compartir la tristeza porque México está de luto y no hacemos gran cosa. No hablo de las erráticas tácticas ni de la ausencia de una estrategia seria para llevar a cabo una guerra contra el narcotráfico por parte de Felipe Calderón.

Me remito sólo a las impresiones de un extranjero cineasta que pasó un tiempo en Ciudad Juárez. Y por supuesto, tengo la obligación moral de hablar de «El Sicario» porque será un documental que difícilmente veremos en cines mexicanos, porque como el mismo Gianfranco Rosi señala: «creo que hay gente que tiene miedo en distribuirla, sólo espero que pueda ser distribuido por que es importante que la gente (mexicanos) pueda ver este documental».

Sentado en una escalinata de la gigantesca biblioteca parisina François Mitterrand, Gianfranco Rosi cuenta que ha «estado en Nápoles un lugar con muchos problemas en donde hay sicarios y cosas por el estilo, en donde hay zonas en donde no vas por que sabes que ahí te puedes meter en un problema. En Ciudad Juárez es diferente, es un ciudad silenciosa y de la nada hay 10 muertos en un lugar.»

Sorprendido y claramente inmerso en un flashback durante nuestro encuentro no se contiene y me dice, «Sabes, es como algo que está ardiendo bajo tierra y no se ve, pero cuando sale ¡¡pumpumpumpum!! 10 personas muertas por acá, 3 personas muertas por allá.» Después de una clara explosión emocional el director italiano queda en silencio con su cigarro en la mano sin poder fumarlo. Voltea a ver a la cámara, (por que ahora me toca a mi grabarlo a el), y visiblemente más tranquilo dice que «un día estábamos filmando con la policía y 2 periodistas y al mismo tiempo en 3 lugares distintos de Juárez, 15 personas murieron ¡¡Al mismo tiempo!! ¡¡Eso es una locura, es terrible!!, es terrible ver un lugar así pegado a la frontera con los Estados Unidos, yo no creo en esa guerra contra el narcotráfico.»

Al tiempo de escuchar a un extranjero hablar de su experiencia en Ciudad Juárez, pensaba sobre los Juarenses que al fin y al cabo es su pan de cada día. Cuando toqué ese aspecto del documental Gianfranco Rosi confesó que filmó «2 meses en Ciudad Juárez con policías y periodistas. Al principio quería hacer una película con diversas historias pero cuando estaba en la sala de edición sentí que la película debía ser únicamente él (El Sicario).»

Un material cinematográfico que pocas veces puede verse, algo inédito un sicario del narcotráfico hablando -por supuesto con un pedazo de tela que le cubre la cara- y confesando lo inconfesable: «en lugares en donde han sacado cuerpos, en ciudades, son vistos por que la DEA o el FBI han estado presionando al gobierno de México para que saque (los cuerpos)…» Durante la explicación, El sicario, muy inquieto dibuja y escribe al mismo tiempo de lo que está revelando «…Pero la realidad de las cosas es porque ellos saben que en esos lugares (fosas comunes) hay informantes de ellos (DEA y FBI), En estos lugares hay gente que trabajaba de informantes de ellos y que quedaron ahí…»

Sólo de escuchar este personaje en la pantalla grande queda claro que el nivel de corrupción en el gobierno mexicano está en lo más alto de la administración calderonista. Por supuesto que al escuchar esto no puedo evitar relacionarlo con las fosas comunes que fueron «descubiertas» en diversos estados del norte de México principalmente en Tamaulipas.

Y claro, nos hacemos la misma pregunta del millón ¿cómo sabe la DEA y FBI que ahí están enterrados sus informantes? «Te puedo dar un dato importante, que a los informantes de la DEA ya no es bueno enterrarlos porque ellos traen un microship que antes no se usaba y ahora todos los informantes que tiene la DEA en México tienen un microchip y aunque los entierren el problema para ellos (narcotráfico y gobierno) es que los van localizar por ese microship satelital que usan un GPS que es a nivel mundial». Con esto creo que ya podemos entender cuando el gobierno nos bombardea mediáticamente que las «narcofosas» fueron descubiertas gracias a «una denuncia ciudadana anónima».

Al finalizar mi entrevista con Gianfranco Rosi, me sigue confesando cosas de su experiencia en Ciudad Juárez que son difíciles de digerir pero al fin y al cabo una realidad que tenemos que enfrentar, «¿Sabes? con la policía no sabía qué hacer, tanto que me sentía más seguro cuando estaba con El Sicario. Trabajar con la policía siempre me ponía muy nervioso, 80 por ciento de la policía de Juárez es corrupta, punto.»

Un documental que todo cineasta desearía tener en sus manos y una experiencia que sólo una vez en la vida lo dejará a uno marcado por siempre. «Es increíblemente inteligente y eso asusta mucho. Tiene 4 títulos universitarios, es un hombre muy inteligente y uno se pregunta ¿cómo es posible que alguien tan inteligente tenga conductas como esas con criminales y las drogas?»

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.