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Represiones para no respetar el artículo 14 bis de la Constitución Nacional

Fuentes: Rebelión

«(…) En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; […]


«(…) En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna

Asesino. El estado no sólo viola sistemáticamente la Constitución Nacional Argentina no respetando el derecho de las personas a acceder a una vivienda digna, a un trabajo, a un sistema de salud y educativo, etcétera, sino que también se ocupa de asesinar a quienes reclaman lo que merecen. Aunque después se lave las manos criminalizando a la pobreza.

Una vez más hay muertos, y una vez más los grupos afines al gobierno buscan esconderlos bajo la alfombra, culpabilizar a las víctimas y limpiar sus armas sucias y politizadas. Ya es insostenible la mentira de las políticas anti represivas, de derechos humanos, de gente copada que gobierna para el pueblo. Gobierna matando a lo que molesta. Y lo que molesta, como en todo sistema capitalista, son las y los pobres que quieren tomarse más atribuciones de las que le corresponden para que el mismo pueda funcionar en beneficio de las clases burguesas.

Tres muertos más -y varios heridos- se lleva este gobierno nacional y popular al que tantos y tantas de «izquierda» adhieren haciéndonos creer que quienes denuncian, necesariamente, le hacen el juego a la derecha. Mejor no digamos que desde las seis de la mañana la policía en Jujuy está a los tiros en Ledesma, porque el gobernador es kirchnerista, y con esto podríamos favorecer a Duhalde. Quedémonos en silencio, porque son pobres, ¿a quién le importan? Si de todas formas mañana o pasado iban a morir de hambre porque no tienen un trabajo que les garantice que van a poder comer.

Ya se habla de «enfrentamientos». De que los pobres policías fueron con sus balitas de goma y se encontraron con cuatrocientas familias armadas y dispuestas a todo, feroces y ambiciosas por convertirse en terratenientes. La culpa es de las y los que exigen, claro está, a quién se le ocurre. Es más, no caben duda de que se mataron entre ellos.

Sigamos con la fiesta democrática. Sigamos diciéndole al país que tiene que ir con una sonrisa en la boca a proscribir a la izquierda y a darle su apoyo al gobierno criminal y despiadado, porque para esos y esas que ponen el papelito con su foto en la urna van a gobernar bien, total no van a protestar por nada, la tienen bien clara.

¿Cuál es la diferencia entre esto y todo lo que pasamos desde que volvió la democracia? Que de esto no se habla… Que los recursos mediáticos son mucho más pensados ahora, porque se reemplazan correctamente unos términos por otros y, como ya nadie confía en los medios opositores tampoco y por lógica, la verdad se tergiversa y la gente consume lo que considera «diferente» al monopolio al que estaba acostumbrada. Que la estrategia de trabajar sobre la última dictadura fue efectiva, muy, muchas y muchos caímos en la trampa de creer que eso era un indicio de que nada podía salir mal. Todo puede salir mal. ¿De qué me sirve que mi vecino limpie la sangre del tipo al que asesinó el inquilino anterior cuando al rato está apuñalando a otra persona y se vuelve a manchar el piso y la pared de rojo?

Hay que frenar urgente esta rueda que encubre a un estado asesino y represor cuya única política ante el déficit habitacional -entre otros- es silenciar con un arma de fuego o a los golpes. Lamentablemente, ya no puede usarse la expresión «antes de que sea tarde».

Soledad Arrieta. Escritora y periodista de opinión.

Blog de la autora: www.cotidianidadeshumanas.blogspot.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.