En Estados Unidos, los analistas de los blogs económicos y tecnológicos especializados vienen diciendo que Windows, el sistema operativo de Microsoft Corporation que lidera el mercado de las computadoras personales desde fines de los ’80, es algo así como un monstruo grande a punto de caer por el barranco. La verdad es que eso dista […]
En Estados Unidos, los analistas de los blogs económicos y tecnológicos especializados vienen diciendo que Windows, el sistema operativo de Microsoft Corporation que lidera el mercado de las computadoras personales desde fines de los ’80, es algo así como un monstruo grande a punto de caer por el barranco. La verdad es que eso dista mucho de ser cierto: sus números son todavía impresionantes, con más del 40 por ciento de la gente usando Internet Explorer y casi un 80 por ciento de mercado en las computadoras personales. Y esto, claro, dejando de lado la incursión de Microsoft en el mercado de los juegos, por ejemplo.
Pero lo cierto es que Windows es una marca mucho menos conocida -al menos en Estados Unidos- por una nueva generación de consumidores electrónicos que crecieron bajo el influjo de Apple y más tarde las tabletas Android, propiedad de Google. Es que Windows nunca hizo pie en el mundo móvil y apenas si lo hizo en Internet. En la Argentina, la situación no es exactamente igual, pero en algo se parece: Windows sigue teniendo una atronadora preponderancia sobre los escritorios, pero el loguito de la ventanita es eso que simbólicamente suele quedar sobre la mesada cuando los usuarios salen de casa y toman algún objeto móvil para permanecer conectados.
En ese contexto, Microsoft viene realizando una serie de movimientos tal vez demasiado lentos con «vista» a adquirir algo de terreno en las conexiones móviles: anunció hace un año un acuerdo con Nokia para producir teléfonos Windows Phone de forma exclusiva y hace meses el lanzamiento de Windows 8, una plataforma realmente revolucionaria desde su concepción para la empresa creada por Bill Gates. Con Windows 8, Microsoft intentará ganar la delantera, a sabiendas de que la inercia social es la mayor virtud de Windows en estos momentos. En su nueva versión de sistema operativo, Windows 8 propone un entorno en formato de baldosa llamado Metro, supuestamente compatible tanto para el mundo de escritorio como para los soportes móviles de todo tipo. Pero la prestigiosa consultora IDC aseguró que Windows 8 no va a penetrar de forma consistente en el mundo de los escritorios, según su informe «Infraestructuras de sistema».
Es decir: se suponía que Windows 8 iba a ser la refundación de la empresa para el escritorio, pero ahora parece que nadie va a adoptarla como tal. No hay caso: según IDC, entre sus diez predicciones para 2012, el lanzamiento de Windows 8 tendrá «un éxito dividido». Según publicó Mary Jo Foley, en el blog Zdnet, IDC no escatima en palabras para hablar mal del futuro del sistema: «Windows 8 será irrelevante para los usuarios de las PCs tradicionales y no esperamos una actualización de Windows 7 a Windows 8 de forma masiva», según el documento al que accedió la periodista. El documento será liberado el 15 de diciembre a través de un seminario web de la compañía.
Se espera una versión funcional de Windows 8 para agosto de 2012, pero es cierto que muchas empresas recién están terminando su migración a Windows 7. El lanzamiento de Windows 8, cuya demo fue presentada hace unos meses, ha dividido las aguas incluso entre los «fans» de Windows: por un lado, los que adoran el rediseño y suponen que «ahora sí» Windows entrará con fuerza en el mundo móvil sin perder pisada en los escritorios, mientras que muchos piensan que Windows 8 sólo servirá para dispositivos móviles, y tal vez ni siquiera. Según publicó la consultora Display Search en octubre, para 2017 Windows tendrá un mercado de apenas 8,8 por ciento, con alrededor de 25 millones de unidades, bastante por abajo de Apple con 187 millones de iPads y las 108 millones de tabletas con el sistema de Android. De cualquier manera, más allá de los vaivenes que Microsoft ejerce sobre sí misma, el verdadero problema de la empresa dirigida por Steve Ballmer no es otro que Google, cuyo modelo de negocio ha cercenado el sistema de venta de licencias hasta convertirlo en obsoleto.
Pero ésta no es la única de las predicciones de IDC que van en contra de Windows: además de los sistemas móviles, otro mundo que se está reconvirtiendo en estos días es el de la computación en la nube. Es decir, la idea de tener todos los servicios funcionando directamente en Internet. Las empresas están invirtiendo fuertemente en generar «nubes» de servicios que van desde aplicaciones básicas (como en el caso de las apps de Google) hasta servidores privados cada vez más grandes, también según All Gillen vicepresidente de IDC. Allí, la consultora predice una victoria de algún tipo de Linux que llevará adelante el mercado a través de alguna distribución. No es muy claro sobre cuál será la distribución ganadora, pero sí en que será alguna versión de Linux. Es decir: ni Windows 8 para computadora de escritorio, ni Windows 8 para dispositivos móviles y con la guerra de «la nube» acechando… Lo mejor que puede hacer Windows es cerrar la ventana y quedarse quieto.
@blejman / @cult_digital
http://www.pagina12.com.ar/diario/cdigital/31-182724-2011-12-06.html