La Comisión HADOPI al igual que en España la Comisión censora SINDE-WERT (que estrenará el PP ya sin Santos Castro) o los Consejos de Administración de las Cajas (que siguen con las descargas, oye), los altos tribunales de Justicia, las televisiones públicas, la CMT…. están politizados, como todo el mundo sabe. Eso los hace ausentes […]
La Comisión HADOPI al igual que en España la Comisión censora SINDE-WERT (que estrenará el PP ya sin Santos Castro) o los Consejos de Administración de las Cajas (que siguen con las descargas, oye), los altos tribunales de Justicia, las televisiones públicas, la CMT…. están politizados, como todo el mundo sabe. Eso los hace ausentes de garantías, costosos para el erario público y además ineficaces, incluso para los fines que pretender conseguir.
Pero es verdad que en el caso de la Haute Autorité pour la Diffusion des Oeuvres et la Protection des droits sur Internet (HADOPI), el equivalente a «nuestra» Comisión SINDE-WERT (la Sección Segunda) la forman dos magistrados designados por el Consejo de Estado y el Tribunal de Casación. Es la Commission de protection des droits (CPD) de la HADOPI que en España estará formada por los miembros designados por el gobierno y presidida por la persona que designe el Secretario de Estado de Cultura, que pronto se conocerá.
Pero en Francia, como en España, la HADOPI tiene además de la Comisión inquisitorial, otra Sección, que allí llaman Collège. Lo que ha generado un ente que tiene un presupuesto de más de 15 millones de euros y 60 personas en plantilla, que se han tenido que contratar, oiga, que ya lo advirtieron suizos y holandeses: el desfasado concepto de ley antipiratería según la impone el lobby es un despilfarro para las arcas públicas. Ni caso. Ni caso hace Sarkozy, ya el único defensor en el campo político francés de la criticada HADOPI.
Pues bien, como en España «nos» pasa con los altos tribunales y organismos reguladores varios, el Colegio (Collège) no ha renovado a tres de sus colegiados a los que les vencía el mandato el 24 de diciembre y aquello está paralizado. Pero lo mejor es que uno de los colegiados o comisionados lo tiene que designar el Presidente del Senado. Lo que han aprovechado los socialistas, que ahora controlan el Senado, para nombrar a un anti-HADOPI.
Se trata nada más y nada menos que del diputado socialista Didier Mathus, que forma parte del equipo que elabora el programa presidencial del candidato Hollande en materia cultural y digital (y un político excepcional que ha criticado la influencia de Vivendi sobre la legislación de los derechos de autor). Algo se mueve al otro lado de los Pirineos, pero en sentido contrario al reaccionario Wert, que hasta las tiendas dice que cierran por culpa de internet. Si será «malo» eso de Internet, oiga.
Un ministro o ministra con fobia al medio de comunicación de la gente o con interés en beneficiar a un lobby que se ve superado por la modernidad es una de las mejores garantías para hundir a un presidente. Se llame Sarkozy, Zapatero o Rajoy.
Vía Europe1.fr