Bajo la consigna de los «bienes comunes creativos», el festival no se limitará a los films: incluirá también mesas de debate que atravesarán problemáticas ligadas a la industria del entretenimiento y a la tensión entre control y libertades. Hace un siglo, la Motion Pictures Patents Company, un trust liderado por Thomas Edison, perseguía legalmente (cuando […]
Bajo la consigna de los «bienes comunes creativos», el festival no se limitará a los films: incluirá también mesas de debate que atravesarán problemáticas ligadas a la industria del entretenimiento y a la tensión entre control y libertades.
Hace un siglo, la Motion Pictures Patents Company, un trust liderado por Thomas Edison, perseguía legalmente (cuando no por otros medios) a todo aquel que no se quisiera avenir al monopolio representado por el grupo. En Estados Unidos del 1900, la MPPC buscaba controlar y acaparar para sí misma todo lo que implicara uso de cámara, disponibilidad de material sensible y hasta distribución de las obras. De hecho, el nacimiento a la fama de Hollywood se debió a una huida de productoras independientes hacia esa locación, entre otras razones, para alejarse de Edison y sus socios (antes el eje cinematográfico del país del Norte pasaba por el área de Nueva York). El paso del tiempo, reveses legales y la proliferación de aún más productoras independientes fueron dificultando el dominio concentrado del mercado y hasta lo hicieron poco redituable, y la MPPC dejó de existir en 1918. ¿Acaso suena familiar? Hoy la historia se repite y en Buenos Aires, con la idea de que compartir es crecer y que otros intereses se ocultan en la pelea por los derechos de autor, Claudio Bernardez ([email protected]) sigue preparando el primer Creative Commons Buenos Aires Film Festival que tendrá lugar del 13 al 16 de marzo.
«Nosotros vamos a presentar el Primer Creative Commons Buenos Aires Film Festival», dice Bernardez en uno de los pocos cafés viejos que quedan en el barrio de Almagro y agrega que «son un poco más de treinta horas de películas, todas bajo dominio Creative Commons (incluyendo el corto de animación argentino Viaje a la tierra de quebracho, http://animacionquebracho.org.ar/); hay cortos, largos, medios, animaciones de todo el mundo. Todas películas de muy buena calidad, algunas de las cuales ya se han podido ver por Internet. El promotor de esto es Luis Román, que es un barcelonés que fundó el Creative Commons Barcelona (http://bccn.cc/), donde llevamos a la cuestión física lo de la película, demostrando que Internet no mata al cine, sino que hasta puede ser estimulante». La apuesta de Bernardez -que cuenta con el apoyo de Flacso, Fundación Mozilla, Fundación Desarrollar, Solar (Software Libre Cooperativa) y cerrando con el Cceba (Centro Cultural de España en Buenos Aires)- no se remite sólo a los films sino, quizá incluso más, a las mesas de debate que atravesarán problemáticas ligadas a la industria del entretenimiento y a la tensión entre control y libertades, como lo relacionado con patentes de semillas, farmacéuticas y nuevas tecnologías de vigilancia así como también de acceso a banda ancha de manera inclusiva.
«Es como si hubiesen pasado, en este momento, cincuenta años desde la creación de la imprenta», plantea Bernardez, que fue manager del ex bajista de Los Redonditos de Ricota, Semilla» Bucciarelli, y que iniciara y organizara durante la década pasada el Encuentro Iberoamericano de Comics y Animación. «La imprenta es una revolución que les quita poder a los monasterios, a los grupos encriptados, a los guetos, empieza a distribuir el conocimiento», continúa el organizador del festival, para luego reflexionar que «no es totalmente democrática, pero permite la reproducción, que antes eran manuscritos que quedaban guardados para la consulta de quienes solamente estaban autorizados. Y esto es parecido, pero más amplio, porque la población es mayor y porque la tecnología lo supera».
La tensión, en el presente, va en aumento, porque así como se multiplican los proyectos restrictivos, también las respuestas. Recientemente, coincidiendo o no con las protestas mundiales (el 18 de enero hubo un apagón online que contó con la participación de Wikipedia y Google, entre otros), los proyectos de ley SOPA (Stop Online Piracy Act) y PIPA (Protect IP Act) fueron frenados en el Congreso de los Estados Unidos y hasta Barack Obama dijo en un comunicado que «cualquier esfuerzo por combatir la piratería en Internet debe protegerse contra el riesgo de la censura y no debe inhibir la innovación de nuestras dinámicas empresas. Debemos evitar alterar la arquitectura subyacente de la red». Sin embargo, mientras ocurría eso, el FBI cerraba el sitio de descarga de achivos Megaupload -uno de los más importantes de la red- y perseguía internacionalmente a sus dueños. Por eso, además del aspecto ligado a la proyección de films (la cual tendrá lugar en el Centro Cultural Rojas, el Cceba y el Centro Cultural de la Cooperación), Bernardez insiste que el festival es parte de «una lucha, donde ahora el tablero es el mundo, con Internet».
Para los debates, se contará con la presencia entre otros de las ya mencionadas instituciones Fundación Mozilla y Flacso, así como de Martín Becerra (Universidad de Quilmes), Emilio Cartoy Díaz (Tea Imagen), Mariano Blejman (Página/12) y Mario Pergolini, con la posibilidad de que su portal Vorterix.com transmita en vivo si llegan con algunos ajustes técnicos. Además de presentar en el festival la primera iniciativa local de crowdfunding, para Bernardez parte del plato fuerte está en las mesas relacionadas con transgénicos, semillas, nuevas energías y patentes medicinales: «Es grave -afirma-. Es el mismo problema que sufrimos con las empresas discográficas. Te vas a dar cuenta realmente cuál es el problema de que tengan los derechos ellos cuando se trata de salud». Dentro de esa tónica, Cartoy Díaz presentará un corto inédito que expone lo que está ocurriendo en el Amazonas respecto del patentamiento de plantas medicinales en forma de medicamentos.
Bernardez, que se define como «melómano y pirata de nacimiento» -en los ’80 tuvo una disquería bautizada Cucamonga, donde vendía los cassettes que Los Redondos le traían grabados por ellos mismos-, hace hincapié en la adquisición de herramientas orientadas a la autoedición (durante el evento también habrá talleres) así como también de la participación política para generar cambios.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-24260-2012-02-03.html