Una investigación de los legajos militares permitió identificar a unos mil represores que no estaban registrados como tales, de los cuales 201 ya están siendo investigados por la Justicia, reporta hoy el diario Página 12. Bajo el titular «Las huellas que deja la burocracia», ese periódico señala que muchos fueron descubiertos por reclamos internos que […]
Una investigación de los legajos militares permitió identificar a unos mil represores que no estaban registrados como tales, de los cuales 201 ya están siendo investigados por la Justicia, reporta hoy el diario Página 12. Bajo el titular «Las huellas que deja la burocracia», ese periódico señala que muchos fueron descubiertos por reclamos internos que ellos mismos o sus viudas hicieron.
En los últimos años -añade- se localizaron en los archivos de las Fuerzas Armadas condecoraciones por «actos de servicio» a quienes participaron de la represión ilegal, y así pudieron ser identificados numerosos represores.
La Dirección Nacional de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, a cargo de Stella Segado, viene haciendo desde 2010 un trabajo clave en la recuperación de esos archivos. Tres equipos revelaron y analizaron documentos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, explica Página 12.
Además de permitir identificaciones puntuales, el cruce de documentos generó durante el último año uno de los avances más importantes: se pudo reconstruir organigramas completos de diversas dependencias militares que actuaron en la represión.
También se hallaron nombres de quienes compusieron los grupos de tareas y se determinaron modos operativos de cada fuerza.
Hasta ahora, señala Página 12, la identificación de los represores para llevarlos a los juicios dependía principalmente de la memoria de los sobrevivientes.
Con esta investigación, en Mar del Plata, los fiscales ya pudieron determinar 100 represores nuevos. Y Defensa envió al juzgado de Sergio Torres un listado con unos 900 nuevos nombres de la ESMA, de los cuales el fiscal Eduardo Taiano pidió las indagatorias de 101. De ellos, cinco ya están detenidos, detalla el periódico.
Uno de los trabajos de reconstrucción más productivo de los últimos meses fue sobre la estructura de Inteligencia de Campo de Mayo y específicamente la Sección Operaciones Especiales (SOE), conocida popularmente como patota, e integrada a Inteligencia.
Esa estructura fue el corazón de Inteligencia, integró a la SOE, estuvo comandada, entre otros, por el capitán Martín «El Toro» Rodríguez y más tarde por el capitán Eduardo Francisco Stigliano, según revela la investigación.