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El mitin del 8 de septiembre contra la privatización de Pemex

Fuentes: Rebelión

15 de septiembre: asambleas informativas en las cabeceras municipales del país y delegaciones del DF. 22 de septiembre: manifestación del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México


El gran mitin del Movimiento Regeneración Nacional celebrado el 8 de septiembre pasado en defensa de la industria petrolera nacionalizada, con Andrés Manuel López Obrador al frente, representa un avance importante respecto a la manifestación del 31 de agosto: según la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Distrito Federal participaron más de 50 mil ciudadanos, cifra que, siendo importante, es menor a la calculada por militantes de izquierda acerca de este acto de masas. Empero, pese a las diferencias en los cálculos, decenas de miles de personas se manifestaron contra los designios de Estados Unidos de apoderarse del petróleo y el gas mexicanos, utilizando, como de costumbre, a prominentes priistas y panistas neoliberales que desempeñan el papel de agentes del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la administración de Obama y las trasnacionales petroleras, especialmente norteamericanas.

En el acto participaron militantes y simpatizantes de Morena, senadores del Partido de la Revolución Democrática, intelectuales y artistas, considerables núcleos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y la Alianza de Tranviarios de México, miembros de sindicatos y secciones y delegaciones sindicales, estudiantes, académicos y trabajadores administrativos del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y de otras instituciones educativas, colonos, organizaciones campesinas, partidos y círculos políticos como el Partido del Trabajo, la Liga de Trabajadores por el Socialismo y el Movimiento Comunista Mexicano. Por su composición, la asamblea fue nacional, pues participaron contingentes de Quintana Roo, Chihuahua, Baja California y muchos otros estados.

De acuerdo con La Jornada: «A la manifestación, enmarcada por una manta con la leyenda no al robo de todos los tiempos, llegaron políticos e intelectuales como Porfirio Muñoz Ledo, Javier Jiménez Espriú, Carlos Payán, Elena Poniatowska, legisladores del PT, con Manuel Bartlett y Alberto Anaya a la cabeza; Ricardo Monreal, Ana Gabriela Guevara, el actor Damián Alcázar, incluso algunos senadores del PRD, como Alejandro Encinas y Mario Delgado».

La ocupación del Zócalo por compañeros del plantón de la CNTE originó ciertas confusiones, ya que algunos asistentes a la plaza de la Constitución no encontraron de inmediato el lugar de reunión. Los organizadores de Morena y otros activistas políticos se ubicaron en puntos estratégicos con el objeto de informar con megáfonos, mantas y carteles para que los convocados se trasladaran al hemiciclo a Juárez donde se realizaría el acto que cubrió ampliamente la avenida del mismo nombre y calles aledañas. La acción tuvo un evidente carácter multitudinario.

Los grandes medios de comunicación, desde la prensa escrita hasta la televisión, pasando por la radio e Internet, organizaron y desarrollaron una gigantesca campaña de desinformación, buscando presentar un enfrentamiento entre Andrés Manuel López Obrador y el plantón de la CNTE, así como una supuesta baja de popularidad, carencia de poder de convencimiento y disminución en la capacidad de convocatoria del principal líder de la oposición democrática en México. Para sabotear la asamblea de Morena, los medios de comunicación oficialistas y al servicio de la antipatria magnificaron la derrota de la selección nacional de futbol ante la selección de Honduras y las merecidas vacaciones de José Manuel de la Torre Menchaca, alias El Chepo, así como la derrota de Estambul y Madrid ante Tokio para ser sede de los Juegos Olímpicos de 2020. Mientras tanto, la concentración del Peje era ninguneada.

En el mitin Andrés Manuel López Obrador pronunció un discurso en el que planteó ideas fundamentales: «En primer lugar, como ellos mismos lo han señalado, quieren con la reforma al artículo 27 de la Constitución, otorgar contratos de utilidad compartida, es decir, pretenden que se compartan las ganancias del petróleo, que son del pueblo de México, con empresas petroleras extranjeras.

«Téngase en cuenta que hoy los ingresos anuales, por ventas de petróleo y derivados, representan alrededor de 125 mil millones de dólares y el 90 por ciento es utilidad o ganancia.

«Y esta gente, estos ambiciosos, estos enfermos de codicia, enajenados, tienen la intención de que las empresas extranjeras contratadas para la exploración y perforación de pozos, se queden hasta con el 50 por ciento de las utilidades, como lo aseguró Luis Videgaray, secretario de Hacienda, porque, según él, cito textualmente eso es lo razonable.

«Todo ello con la mentira de que hay que sacar el petróleo de las aguas profundas y que no hay inversión ni tecnología, cuando lo cierto es que las reservas probadas de petróleo están en la costa del Golfo de México, en tierra y en aguas someras.

«Asimismo, como aquí se ha dicho, desde la expropiación petrolera, los trabajadores y técnicos mexicanos, siempre han sabido hacer su trabajo, siempre han sabido cómo extraer el petróleo. En cuanto a la falta de inversión, baste decir que Pemex es de las empresas más rentables del mundo y que, desde luego, tiene recursos suficientes para autofinanciarse.

«Pero además, se pueden liberar fondos, como lo propuse durante la campaña, con un plan de austeridad y combatiendo la corrupción que llevan a cabo funcionarios y contratistas de Pemex y del gobierno en general.

«Es cosa, nada más de amarrarle las manos a los salinistas, a los panistas, como Fox y Calderón; a los discípulos de Montiel; a los gobernadores corruptos; a los líderes sindicales como Romero Deschamps; y cerrarle la llave del presupuesto a los dueños de los medios de comunicación.

«Hay que reducir los elevadísimos sueldos y los privilegios de la alta burocracia, empezando por cancelar la compra por 7 mil millones de pesos, eso vale el avión de Peña Nieto, así como muchas otras extravagancias que ofenden a los mexicanos.

«De modo que no hay ninguna razón para privatizar el petróleo. Se trata de un vil y descarado atraco, que significaría entregar de 30 a 40 mil millones de dólares anuales a las empresas extranjeras».

Pasó luego a denunciar los estropicios de los gobiernos de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada y Felipe de Jesús Calderón: «¿Qué acaso no llevan 30 años aplicando sus llamadas reformas estructurales, que sólo han dejado ruina, incertidumbre y violencia?

«Lo que sí puede asegurarse es que, si hoy, la política anti popular y entreguista, ha dejado un saldo de 53 multimillonarios con 53 millones de pobres, un multimillonario por cada millón de pobres. Si se privatiza el sector energético, esta cifra de la ignominia y de la desigualdad obscena, monstruosa, pasaría, en tres años, a 63 multimillonarios con 63 millones de pobres.

«Con el agravante, y esto lo subrayo, que van a entrar a escena nuevos actores económicos y políticos del extranjero que, con más dinero, influencia y poder, tratarán de imponerse durante mucho tiempo, por encima de nuestros derechos como nación libre, independiente y soberana».

A continuación denunció el origen de la propuesta del comprador de la Presidencia de la República: «El diseño de las reformas energética y hacendaria fue hecha en el extranjero, para beneficio de las empresas extranjeras, es un compromiso que adquirió Peña con las empresas petrolera extranjeras, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, y estos nuevos actores a los que hacía referencia se van a llevar las ganancias y no les va a preocupar perjudicar al comercio, a la pequeña y mediana empresa nacional. Van ellos a saquear y a terminar de destruir la empresa nacional».

Después de exponer la crítica a la propuesta de reformar la Constitución para beneficiar a las trasnacionales, principalmente yanquis, Andrés Manuel propuso impulsar medidas de acción: «Específicamente, pongo a consideración de ustedes que el domingo 15 de septiembre, el domingo próximo, en todas las cabeceras de los municipios del país, así como en las delegaciones del Distrito Federal, se lleven a cabo asambleas informativas, desde 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde, y que en esas asambleas se informe a la gente, porque hay mucha falta de información, se desconocen muchas cosas».

«También les propongo que nos volvamos a congregar en 15 días, el domingo 22 aquí en la Ciudad de México, para llevar a cabo desde las 10 de la mañana, de una vez estamos convocados y avisados todos, una manifestación del Ángel de la Independencia al Zócalo de esta ciudad».

«El día 22, en el Zócalo, vamos a definir lo que sigue. Pero que quede claro: en estos momentos, para que les quede muchas ansias de actuar y de trabajar, en estos momentos la tarea de todos es hacer crecer el movimiento.

«¿Está claro? Tenemos que multiplicarnos a partir de ahora. Sé que lo lograremos, estoy optimista, porque en cada uno de ustedes hay un activista, un cuadro, un luchador social, un mexicano, una mexicana con decoro, dignidad y patriotismo.

«Por eso estoy seguro que vamos a lograr frenar las reformas antipatrióticas».

Los planteamientos de López Obrador son en general correctos y permiten la movilización de los trabajadores y el pueblo de México, pero se requiere abordar y ofrecer una salida viable al saqueo fiscal de Pemex, la restauración y fortalecimiento de las funciones del Instituto Mexicano del Petróleo y la democratización del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, además de procesar en forma amplia y firme la alianza con las fuerzas que representan Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Marcelo Ebrard Casaubón en las filas del PRD. Para el mejor desarrollo de la lucha en contra de la entrega de la industria petrolera a los capitalistas estadunidenses, es indispensable contar con la participación activa y militante del Sindicato Nacional de Trabajadores del Instituto Mexicano del Petróleo, la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros, el Grupo de Ingenieros Pemex Constitución de 1917 y el Centro Nacional de Estudios de la Energía. De esta manera, la lucha crecerá en amplitud y profundidad y logrará derrotar la intentona entreguista de Enrique Peña Nieto y sus contlapaches del Partido Revolucionario Institucional, el Partido Acción Nacional, el ala neoliberal del PRD, la gran burguesía rascuache y demás elementos al servicio y bajo el control de los vecinos septentrionales.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.