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Incendio de Argentina

30 años de democracia feudal son enterrados por el pueblo

Fuentes: Matriz del Sur

Los acontecimientos sucedidos en varias provincias argentinas demuestran a 30 años de democracia representativa que el feudalismo provincial ha llegado su fin por obra y gracia del pueblo. El modelo económico instalado a partir de 2003 por Néstor Kirchner, Eduardo Duhalde y Lavagna y más tarde por Cristina Kirchner, Amado Boudou y Axel Kicillof basado […]

Los acontecimientos sucedidos en varias provincias argentinas demuestran a 30 años de democracia representativa que el feudalismo provincial ha llegado su fin por obra y gracia del pueblo.

El modelo económico instalado a partir de 2003 por Néstor Kirchner, Eduardo Duhalde y Lavagna y más tarde por Cristina Kirchner, Amado Boudou y Axel Kicillof basado en la exportación de materias agrícolas primarias (soja de Monsanto), extracción de minerales (oro, plata, cobre, uranio de Barrick Gold) y la exportación de petróleo por empresas privadas extranjeras (Panamerican, Shell, Exxon, Chevron) revelan definitivamente la falacia del relato económico, político y social basado en el concepto creado por el BID y adoptado por Cristina Fernández en 2007, denominado «crecimiento económico con inclusión social». Esta ficción económica no demostrable en la realidad por el método económico-científico, se acaba de enterrar en la Argentina, un país de matriz feudal-mafiosa corporativa desde Santa Cruz a Jujuy, donde las desigualdades sociales se incrementaron en los últimos años.

Según el experto Ruben Ramos, el BID, se define como «la principal y mayor fuente de financiamiento y pericia multilateral para el desarrollo económico, social e institucional de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente». Sin embargo, son sus miembros «no prestatarios» a través de sus «inversionistas de impacto» (que son todas las grandes empresas extranjeras instaladas en nuestros países), los que depredan nuestras riquezas mineras, petrolíferas, acuíferas, forestales, pesqueras, turísticas, agrícolas, ganaderas; destruyen nuestra cultura, enajenan nuestra identidad, nuestra historia, nuestra música, nuestras costumbres, nuestras comidas

Afirma Ramos que «El BID, dice de sí mismo, que no se trata de cualquier banco, porque, además de préstamos, impone donaciones y asistencia técnica; realiza investigaciones que le sirven para conocer mejor nuestras reservas naturales, nuestra gente, instrumentalizar la sedición, el terror, el hambre, la guerra y elaborar sus «Estrategias de país» para imponérselas a nuestros obsecuentes gobernantes.»

«El BID tiene 48 países miembros de los cuales 26 son países miembros «prestatarios» de América Latina y el Caribe. Son la mayoría en la Junta de Gobernadores del BID, pero no lo gobiernan. Este derecho se reserva el gobierno norteamericano por ser el «creador» del Banco, así como de la OEA, y tiene el 31% del capital del Banco que alcanza los cien mil millones de dólares. Argentina, Brasil y México, juntos, llegan al 26%. El resto, sólo cuenta para llevarle el amén a los EEUU«.

«Dada su base de accionistas «no prestatarios» el BID puede endeudarse en los mercados internacionales a precios competitivos y transferir esos beneficios a sus socios europeos, norteamericanos y asiáticos para sus inversiones en los 26 países «prestatarios» de América Latina y el Caribe. Y si de inversiones en los países más pobres y vulnerables se trata, opera a través de su «Fondo de operaciones especiales» (FOE), beneficiando igual a sus socios inversionistas. Es decir, nadie se salva de la agonía de la deuda que nos impone. Excepto Cuba«.

El nuevo pacto económico de Cristina Fernández con la banca regional e internacional controlada por Estados Unidos, las corporaciones transnacionales y la debilidad política de la presidenta y los gobernadores feudales, han condicionado a la sociedad a un futuro incierto de ajustes tarifarios con quita de subsidios, aumento desmedido de precios, incremento de pobreza, reducción de fuentes laborales, disminución del ahorro, imposibilidad de acceso a la vivienda, baja de la calidad educacional y sanitaria: factores comunes de un capitalismo «nacional y popular» que pretendió hacer rico a los ricos y pobres a los más pobres, logro real del modelo kirchnerista en la democracia feudal.

Fuente: http://matrizur.org/index.php?option=com_content&view=article&id=29340:incendio-de-argentina-30-anos-de-democracia-feudal-son-enterrados-por-el-pueblo&catid=40:argentina